Epílogo

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29 años después...

-no sé si estoy lista para recibir mi bandana...- dijo una chica morena y pelirroja

-¿Qué haces aquí Alopex?- dijo una voz femenina y mayor

-abuela Maggie... Solo... Hablaba con mi abuela...- suspiró y abrazó sus piernas

-¿Qué sucede pequeña?- la miro con detenimiento

-es solo que... Tal vez no esté lista para convertirme en una kunoichi...- ella miró a su abuela

Ya no era tan rubia como antes, su cabello era casi blanco, sus ojos azules aunque eran brillantes se notaban algo cansados, sus mejillas sonrosadas aún estaban ahí, su piel algo arrugada en ciertas partes de su rostro y sus lindos labios rosa pastel como siempre han sido.

-cariño- ella se arrodilló con cuidado a su lado -a veces la vida nos da cosas o nos las quita cuando no estamos listos para ese cambio, créeme que lo sé- dijo viendo la estatua de madera con la imagen de su amiga pelinegra -solo hay que seguir y hacerse más fuerte con el paso del tiempo-

-todos han tenido su bandana... Pero yo...- ella escondió su cara entre sus piernas -no voy a poder...-

-me recuerdas mucho a tu abuela, ella siempre estaba temerosa por todos lados, yo debía empujarla un poco, siempre supe que era valiente, pero le hacía falta demostrarlo- sonrió

-sé que debo tomar su ejemplo... Pero tengo miedo...- su voz temblaba un poco -no quiero decepcionar a la familia...-

-vaya, una nieta de Raphael, con miedo- rió un poco

-¿Irónico no?...- sorbió su nariz -soy mitad mutante pero... Eso no me hace mejor que el resto...-

-bueno, yo soy un ángel solo en apariencia- ella rió, pudo escuchar a la pelirroja reír levemente

Maggie acarició la cabeza de la morena, era exactamente la versión femenina de Shane, por consiguiente, era igual a Erika, con los ojos verdes de Raphael.

-oye hermanita- dijo una voz femenina un poco más grave

La pelirroja se giró a ver a su hermana mayor, más morena que ella y de cabello negro, ambas lo tenían un poco rizado.

-¿Por qué no dejas de llorar y vas a que él abuelo te haga el examen final para recibir tu bandana?- sonrió y se cruzó de brazos

-no podré hacerlo...- bajó la mirada, su voz era más dulce

-cobarde- chasqueó la lengua con desagrado

-¡Koya!- dijo Maggie -no le digas eso a tu hermana-

-es lo que es, cobarde, siempre sales con la cola metida entre las patas- su mirada era seria -¿Cuando dejarás de ser tan llorona?-

-yo...- trató de entablar una respuesta

-eres tan cobarde que me apenas ¿Cómo piensas ser una kunoichi sí siempre estás temblando de miedo?- dijo un poco molesta

Sin esperarlo Koya fue atacada por su hermana convertida en un enorme zorro ártico, esta trataba de morderla, ella la detuvo con facilidad, luego de forcejear unos minutos, se separaron.

-¿Ves que si puedes ser valiente?- sonrió -solo debes motivarte-

-muy bien, basta de enfrentamientos- dijo otra voz femenina un poco agitada -lo siento Ma- miró a la rubia

-descuida cariño, los jóvenes son inquietos a veces- sonrió

-Alopex, tu abuelo y tu padre te están buscando- sonrió

-si mamá, creo que estoy lista- sonrió y salió corriendo -¡Deseenme suerte!-

-¡Lo harás bien cariño!- dijo su madre viéndola -mi pequeña ya creció-

-ya era hora- dijo Koya, luego se quejó al recibir un pellizco de su madre -¿Qué?-

-irás al Ha-shi si sigues haciendo esos chistes- dijo su madre

-eres igual a Raphael- sonrió Maggie -tienes el mismo carácter-

-algo debía heredarle, porque ni siquiera soy un reptil como papá- sonrió -ni siquiera Al heredó eso, ella solo tiene la apariencia-

-me hubiese... Encantado conocerla- dijo mirando la figura de madera

-a mí también- dijo Koya -de seguro daba buenas palizas-

-oh sí, doblegaba a tu abuelo de un solo movimiento y a veces con un beso también lograba eso- Maggie rió

-si, eso no es lo mío- dijo con una mueca de disgusto

-algún día encontrarás a tu media naranja- rió -como tu padre y yo o tus abuelos-

-Iugh, no, los chicos son solo problemas, ahí tienes a L.J.- rodó los ojos

-bueno, recuerda que es hijo de Kiri así que, no hay mucho que esperar- rió la mayor

-como sea, no quiero novios ahora, quiero una carrera, establecerme económicamente y dar palizas- sonrió

-cada quien con sus sueños- dijo Maggie

Ella asintió y se fue junto a su madre para esperar a Alopex después de su examen final.

-siempre has sido tan tú-

Maggie se giró y pudo ver a la pelinegra frente a ella, se frotó los ojos y se dió un pellizco, estaban frente a frente.

-quise verte un rato- sonrió -ya eres una anciana-

-y tú eres una molestia- rió levemente

-puede ser- rió

-extrañaba escuchar tu risa...-

-yo también te extraño, extraño a mi mejor amiga-

-yo también extraño a la mía- sonrió

-solo vine a saludarte, no le digas a Raphael ni a Shane, solo podía escoger a una persona y quería verte- sonrió y se acercó para darle un abrazo

-no seré una soplona- rió y recibió el abrazó con mucho cariño, se sentía tan bien de poder volver a abrazarla

-bien, ya debo volver sino no me darán derecho a una próxima visita- rió levemente

-fue bueno verte, espero que vuelvas pronto- se limpió unas cuantas lágrimas del rostro

-claro que si- sonrió -le diré a tu padre que su linda mariposa se encuentra muy bien, que tiene una familia hermosa y que es muy fuerte-

-te quiero Eri...-

-yo también te quiero mucho Maggie- dijo antes de desvanecerse por completo

La rubia sonrió y salió directo a ver a su familia, esa pequeña charla le dió mucha más fuerza para seguir, sabiendo que su tortuguita, nunca la había abandonado.

Limón y Pop tarts (Donatello TMNT x Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora