Izuku aun recuerda cuando conoció a Kacchan. Eran apenas unos niños sin conocimiento del mundo o la vida.
Pero aun sin saber nada, sabía que se había enamorado profundamente del pequeño alfa a tan temprana edad.
Recuerda la primera vez que lo vio, Izuku siempre fue un niño muy solitario, así que en la calle donde vivía no tenía amigos.
Estaba en medio del parque cuando unos niños empezaron a molestarlo, insultándole, rompiendo sus juguetes y empujándolo hasta que se lastimó, entonces apareció él, era nuevo en el barrio y proteger al niño que le hacían bullying te condenabas a que nadie quisiera ser tu amigo.
Pero eso no le importo al pequeño niño de ojos rubí, sin pensarlo salto en su rescate, Izuku pudo ver lo valiente que era así que un sentimiento de admiración creció ese día.
Sin saber que había más que solo admiración.
A sus ojos era el niño más genial.
Quien diría que años más tarde lo volvería a salvar de personas que lo trataran mal.
Fue sacado de sus pensamientos por unas lindas vocecitas que lo llamaban.
-¡Mamá!- se escucharon unos pares de pies bajar por las escaleras de esa gran casa hasta llegar al peliverde.
-¿Están listos para la escuela?- preguntó mirándolos con todo el amor que podía sentir.
-¡Si!- exclamaron al mismo tiempo sentándose en el comedor.
Eran sus cachorros un niño llamado Kota de siete años de edad y una preciosa niña de tres años llamada Eri.
-Bien, terminen su desayuno y después los llevaré a la escuela- ambos niños asintieron obedientes y empezaron a degustar su desayuno.
En eso escucha como alguien entra a su casa, ni siquiera se molesta en ver quien es porque ya sabe la respuesta.
Un alfa pelicenizo llega hasta el comedor saludando a los cachorros -mocosos- Bueno esa era su forma de saludarlos.
-Hola viejo- saluda Kota que recibe una caricia en su verde cabello.
-Buenos días Kacchan- saluda la pequeña Eri con una gran sonrisa recibiendo un beso en su mejilla por el alfa mayor.
Bakugou se acerca lentamente hacia Izuku, pero este no quería interrupciones en ese momento tenía muchas cosas que hacer, así que cuando iba a seguir con su camino el alfa se le supo enfrente, trató de caminar al otro lado pero otra vez el alfa se puso en su camino.
Un poco arto se quedó de pie esperando lo que él alfa le fuera a decir.
Pero no esperaba que un ramo de rosas fuera puesto en su campo de visión.
Sorprendido tomó el ramo, nunca le habían regalado flores.
Las acercó a su pequeña nariz e inhaló el dulce olor de las flores, a la vez que un gran sonrojo aparecía en sus mejillas.
-Kacchan son hermosas gracias- agradeció con una gran sonrisa en su pecoso rostro -¿a que se debe este detalle?- se dio la vuelta para ponerlas en un jarrón con agua.
-Es mi cortejo Izuku- mostró con una sonrisa coqueta sus afilados colmillos lo cual hizo que él omega se sonrojara.
Por un momento Izuku pensó que el alfa no se lo tomaría tan enserio lo del cortejo, después de todo el no era el único Omega del mundo el cual podía cortejar.
Es más Bakugou nunca hacía nada por mostrar sentimientos como el cariño o el amor hacia otras personas que no fueran sus cachorros.
Por eso no tomo enserio lo del cortejo o de que quería tener cachorros.
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El Arte Del Cortejo (Katsudeku)
FanficEl quería cachorros Pero él no quería dárselos Así que surgió una idea Cortejarlo hasta que le diera lo que quiere, y tal vez algo más. Bakugou entrará en una encrucijada de cortejar a un terco Omega, utilizará todas las formas habidas por el hom...