DROPPED 1 - HEAVEN (SUBIENDO NUEVA VERSIÓN)

Capítulo 20

-Yo tampoco. -me cruzo de brazos intentando no aparentar lo nerviosa que estoy.-

-Parecías muy metida en la pelea. -sonríe de lado.- ¿Te gusta venir aquí?

-No es uno de mis pasatiempos preferido.

-Pareces ser un libro muy interesante, Madison: portada bonita, resumen bonito... Si me dejaras leerte...

-Madison, nos vamos ya, ¿vienes? -aperece Ashley a mi derecha-

-No, voy a quedarme un poco más aquí.

-Está bien.

Ashley mira a Walter y después vuelve a mirarme confundida. Le dedico una sonrisa intentando decirle que todo está bien y ella hace una mueca para después marcharse.

-¿No te han dicho que estas calles son peligrosas?

-¿Podrías simplemente dejarme en paz? Estoy esperando a alguien.

-Dropped probablemente ya se haya ido.

-¿Cómo sabes que es a él a quien espero?

-Porque si estuvieras esperando a Marcos ya estarías dentro de esa ambulancia. -la señala con el dedo-

Observo la ambulancia, que no había notado hasta ahora. Marcos se encuentra tumbado en una camilla con ruedas. Imagino qué hubiera pasado si la situación no hubiese cambiado y Jared no hubiera logrado responder a los golpes de Marcos, no habría podido con eso.

-Pierdes tu tiempo esperándolo. -Entrelaza sus manos sobre espalda- Y ya no tienes quién te lleve a casa. -Inclina su cabeza.- Menos mal que uno es apañado -me muestra una de sus manos, donde estaba la llave de un coche-

El ruido de un motor haco que mi respuesta no fuese emitida nunca. Jared aparca su moto a unos centímetros de nosotros y nos mira sin bajarse de ella.

-¿Vamos?

Asiento con la cabeza y me sensiento detrás de él y me agarro de su cintura. Entonces vuelve a conducir alejándose de Walter,

-¿Lo conoces? -Pregunto elevando la voz-

-Sí, e intenta mantenerte lo más lejos posible de él.

-¿Por qué? -pregunto confundida-

-No es agradable.

Y decido no hablar del tema. Espero a que terminara el trayecto hasta donde fuese para poder volver a establecer una conversación.

Cinco minutos después llegamos a Heaven, puedo reconocerlo por un pequeño cartel viejo y oxidado donde está escrito el nombre de la calle. Y entonces todo empieza a cambiar con respecto al resto de las ciudades de California; las calles son más oscuras, más estrechas, apenas hay un supermercado o una tienda, o incluso un semáforo con un paso de peatones. No hay más que edificios viejos y algunos almacenes donde probablemente plantan drogas. Aparca la moto frente a un edificio viejo, cuyas ventanas está rotas en el centro, como si hubieran sido rotas por una piedra.

-¿Por qué estamos aquí?

-Me preguntaste si conocía a Walter, y te dije que sí, pero quiero que sepas de qué lo conozco.

Su mano agarra la mía y me arrastra hasta dentro del edificio hecho añicas. No hay ascensor, así que tenemos que subir siete plantas por las escaleras, lo que resulta realmente agotador. Solamente hay una casa por cada planta, algunas puertas están abiertas, otras cubiertas por grandes tiras de tela amarillas ¿Qué significa aquello? Decido que este no es el mejor momento para preguntarle y seguíosubiendo unos cuantos pisos más hasta llegar al séptimo, el más alto de todos.