Capitulo 8.

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Todo había salido bien, la pequeña Bai estuvo sensacional, claro, no sin un poco de ayuda.

—Muchas Gracias Macaque!—Gritó Bai dando saltos de la emoción.

—No me lo agradezcas— Contestó el Mono moviendo su cola de un lado a otro.

—Oh, claro que tengo que agradecerle, sin usted, no se como hubiera sobrellevado la situación.

—Pero, ¿Porqué?— preguntó Mac inclinando un poco la cabeza.

—Porque?, Realmente lo preguntas?, Usted me a ayudado mucho, me consoló ese día que llegue llorando al dojo, se ofreció a llevarme al festival, además de que me salvó de Lady bone demon, en resumen: Usted es mi Héroe!

Heroe? Se preguntó Macaque, nunca antes lo habían llamado héroe, creyó que solo era un aliado, el guerrero, pero talvez, solo talvez, realmente puede ser un héroe.

Sin saberlo, Macaque comenzó a llorar silenciosamente, las lágrimas caían sobre sus mejillas.

—Oh, lo siento, ¿Dije algo malo?

—No, Kiddo, eso solo que... Estoy feliz.

—¿Porque?

—Porque ahora se... Que mi vida fue iluminada por ti.

—¿Por mi?, ¿A qué se refiere?

—Tu, eres mi pequeña luz... Gracias... Gracias por iluminar mi existencia.

—De nada, me alegro que usted esté bien— contesta Bai he, abrazando al mono como un peluche.

—Vamos, Señor Macaque, vamos a casa.

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