Capitulo 5.

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-De nuevo, Gracias por traerme, no era necesario- susurro Bai frotándose los ojos.

-No es nada, bueno ya tengo que irme, que descanses- Antes de que Macaque convocará sus sombras, Bai lo interrumpió.

-Espera, primero, quisiera darle algo- dijo la niña jugando con su cabello.

-¿Qué?- pregunto agachándose para ver mejor a la chica.

-Acerquese, le contaré un secreto: De todas las personas que he conocido, usted es mi mejor amigo en el mundo- murmuró Bai en el oído del mono, dandole un beso en la mejilla.

El mono de seis orejas, miro a la niña por unos minutos, asimilando lo que acaba de pasar.

-O-oh, bueno, me alegra saberlo, casi nadie me lo ha dicho de esa manera- tartamudeó Mac, en un intento de sonar natural (y ocultar su rubor).

-Puedo preguntarle algo- inquirió Bai sacando de sus pensamientos al mono.

-Si claro, ¿Qué quieres?

-¿Puede usted llevarme a la escuela mañana? Lo que pasa es que la maestra nos pidió que, para mañana, los padres tienen que acompañar a sus hijos para un pequeño festival.

-Pero, ¿Eso no tienen que hacerlo tus padres?- preguntó Mac.

-Ese es el problema, mis papás no podrán ir conmigo, porque tienen mucho trabajo, siempre están ocupados- se quejó Bai.

Macaque lo pensó por un momento, no quería ir, simplemente porque no sabía acerca de estás cosas, y también porque su disfraz humano, es algo misterioso, aunque tampoco quería ver la cara triste de Bai he.

-Si te ayudo con esto, ¿Me prometes que me mantendras en secreto, y no le dirás a nadie quien soy yo en realidad?- Solicitó Mac.

La niña reflexionó unos pocos segundos, luego asintió con la cabeza y dijo:

-Ok, su secreto está a salvó conmigo.

-Esta hecho, mañana te recogeré, pero, ¿Qué les dirás a tus padres cuando vaya por ti?

-Les diré que tú eres el papá de un amigo y que tú me llevarás, será sencillo, solo actúa natural, e intenta ponerte un disfraz.

-No hay problema porque, soy el maestro del disfraz y también un buen actor.

-Mañana lo veremos, adiós señor Macaque.

-Adios Kiddo- Y sin decir más, se desvaneció en las sombras.



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