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Hora de nadar, pero... había un pensamiento que no dejaba tranquilo a Reich; "¿Urss no se estaba comportando raro, verdad?" "Nah! Somos dos machos, aparte, soy un tigre y el es un oso, no tiene sentido!"

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de su hijo; "Papá! ¿Vas a nadar?" Se quedó pensativo unos breves segundos para luego decir; "¡Ya voy, hijo!".

Reich fué hacia un puente que estaba en el lago, y vió que su hijo estaba un poco dudoso en lanzarse, pues no sabía nadar. Le dijo; "¡Hey Ale, vamos, echate un baño!" Y Alemania le respondió; "Padre, sabes que no se nadar, ¿Verdad?"

—Vamos hijo! No seas un cachorro asustadizo! —La familia soviética rió levemente por lo dicho por el tigre.

—No soy un cachorro asustadizo!

—Pruebalo.

—Pruebalo tu!

—Yo lo dije primero!

—Y yo lo dije segundo! Y dos es más que uno!

—....

—....

—Aprendiste del mejor.

La familia se carcajeó por lo dicho de parte de Reich, y Urss de lejos le gritó; "¡No debiste haberle enseñado tus trucos jaja!"

—Bien, ahora, te apuesto a que tu eres más cobarde que yo y no te ni a tocar el agua! —Retó el alemán menor.

—¿¡Me estas retando!?

—No señor!

—¿¡Retando a tu progenitor!?

—No señor!

—¿¡Te revelas!?

—No señor!

—Bien! Entonces lo haré! Y si lo hago, lo haces tu también!

—Hecho!

Reich se transformó en tigre nuevamente, fué hasta el principio del puente y se colocó a cuatro patas. Sacó sus garras para no resbalar sobre el mojado puente, se estiró y se preparó, para después salir disparado como una bala.

Al llegar a la punta del otro extremo saltó junto con un gran rugído, le estaba demostrando a su hijo que el no era un gatito asustadizo que no podía rugír. Calló al agua y le dijo a su hijo; "¡Tu turno!".

Alemania intentó huir pero Reich salió del agua y lo alcanzó. "¿A donde crees que vas?" Dijo el mayor mientras la familia disfrutaba de aquella comedia.

—No irás a ningún lado! —Dijo sacudiendo el agua de su pelaje.

Alemania tomó su forma de puma y Reich lo levantó, había hecho una promesa, ahora debería cumplirla. Y su padre no tenía ningún problema en ayudarlo, después de todo, para eso estan los padres, para ayudar a sus hijos.

—Oye, oye! OYE!! ¿¡Qué crees que haces!?

—Te ayudaré a lanzarte.

—No no no no NO! Tranquilo! Puedo hacerlo yo solo!

—Hora... De... Nadar!!! -Dijo aventando a Alemania al agua.

—NO ESPERA-

Pasaron unos segundos... de hecho bastantes... Alemania no salía a flote, pero su padre sabía que solo era parte de su drama. Se acabaría en cuanto se le acabase el aire.

—No lo vas a sacar? —Preguntó Finlandia.

—Va a flotar.

—Ya ha pasado mucho tiempo... —Dijo la bielorrusa.

—Lo hará.

—No veo nada... —Dijo el ruso menor.

—Uno...dos...y...tres.

—AH! ¡¡Papá!! Sabes que no se nadar! —Dijo jadeando Alemania.

—Estás nadando ahora.

—Espera que-

ℂ𝕠𝕣𝕒𝕫𝕠𝕟 𝕀𝕟𝕕𝕠𝕞𝕒𝕓𝕝𝕖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora