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Alemania estaba consiente, podía ver al ruso mayor cargar a su padre en dirección a una cabaña. Tenía muchas preguntas; ¿Donde nos llevan?, ¿Qué quieren?, ¿Por qué no nos han matado?... pero, la más recurrente; ¿Mi padre sigue...vivo?

Entraron a la cabaña, Urss recostó a Reich en una mesa y los jóvenes hicieron lo mismo con Alemania también. Urss examinaba el pelaje de Reich mientras lo acariciaba... sedoso y suave.

Los jóvenes por su parte trataban de calmar a Alemania. Su padre allí disfrutando de aquel ejemplar y ellos intentando calmar un puma. ¿No que debía ser más fácil?

Urss descubrió un poco la zona del disparo, mismo disparo dado por él. Tomó algo se alcohol y lo comenzó a desinfectar. Reich movía las piernas en forma de dolor y su cola entre sus patas, nunca había visto un humano más grande que él, estaba bastante asustado.

Después le inyectó un sedante y retiró la bala, comenzando a coser su piel. Le dió una pastilla, y le untó una crema. Después vendó el sitio.

Los jóvenes llevaron a Alemania a una habitación, querían hacerle preguntas e intentar hacerle sentir más cómodo. Alemania solo se ponía más tenso.

-¿Como te llamas?

-Alemania...

-Y... ese tigre es tu...

-Padre. O bueno... me adoptó cuando era solo un bebé...

-Y viven su vida como cambiaformas normales, ¿Verdad?

-Sip. ¿Tú como te llamas?

-Soy Bielorrusia, y ellos son mis hermanos Rusia y Finlandia. Tengo muchísimos hermanos más, pero los conocerás después. Por cierto, ¿Sabes cambiar de forma?

-Si, se podría decir que... Probablemente si.

-El otro dia alborotaste al pueblo por un conejo. -Inquirió la bielorrusa.

-Si, Pero ese conejo estaba demasiado sabroso como para evitarlo. -Dijo el alemán en su defensa.

-Claro...

ℂ𝕠𝕣𝕒𝕫𝕠𝕟 𝕀𝕟𝕕𝕠𝕞𝕒𝕓𝕝𝕖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora