sobrenatural imaginas

~•Seriously? - Young John Winchester

((AU donde John era cazador antes de Mary, Sam, Dean y todo))

"Winchester, qué agradable sorpresa", dijiste sarcásticamente, caminando hacia el cazador con el que parecías no poder dejar de toparte. Había estado agachado sobre un cuerpo, disfrazado de pies a cabeza como un agente, se paró frente a ti con una sonrisa en su rostro.

"¿Te importa, T/N? Estoy como en un caso aquí" suspiró John con frustración, tampoco emocionado de verte. Ustedes dos se habían encontrado en docenas de casos, cada uno más exigente para ustedes dos que el anterior. Nunca estuvieron de acuerdo en nada, sin mencionar que se volvían locos el uno al otro.

"Sí, eres muy convincente", dijiste, mirando por encima de su traje que no le quedaba bien, y él puso los ojos en blanco ante tu sarcasmo. "Y además, estoy investigando el mismo caso"

"Simplemente no arruines mi tapadera, ¿de acuerdo?" John dijo mientras el Sheriff de la ciudad se acercaba.

"Ese traje volaría tu tapadera ante mí..." murmuraste, ganándote un codazo en tu costado.

"Hola, sheriff. Soy el agente McCall y esta es mi asistente", le lanzó una mirada maliciosa, "Señorita Martin". Pusiste los ojos en blanco, pero mantuviste el acto porque necesitabas información. Los dos chicos hablaron sobre los antecedentes del caso y tu aprovechaste esta oportunidad para ver el cuerpo. Era una joven, terriblemente cercana a tu edad. Probablemente tu edad exacta... mismo color de ojos y cabello también. Extraño. pensaste.

"Está bien, ¿te vas a ir o qué?" La voz de John te sacó de tu propia cabeza y lo miraste con una expresión de asombro.

"¿Disculpa?"

"Quiero decir, es justo. Después de todo, llegué a la ciudad primero" dijo mientras te ponías de pie junto a él. Lo miraste, encontrando difícil no perderte en sus ojos. Sacudió la cabeza levemente, apartando la mirada de sus penetrantes ojos.

“Que hayas llegado primero no quiere decir que este sea tu caso”, agregaste, arrebatándole el expediente de debajo del brazo.

"Um, en cierto modo lo hace" respondió, arrebatándote el archivo. "Mira, sé mejor que nadie lo terca que eres, así que déjame ofrecerte un trato". Levantaste una ceja, sabiendo que esto debería ser bueno. "¿Por qué no trabajamos los dos en el caso? Podría ser una buena idea…" murmuró la última parte, sinceramente deseando nada menos que trabajar contigo. Con la idea de que él se sintiera miserable en tu cabeza, en realidad consideraste la oferta.

"Está bien, tenemos un trato", extendiste la mano para confirmar la idea, y John la estrechó a regañadientes, pero luego su agarre se hizo más fuerte cuando fuiste a alejarte.

"Pero tienes que cooperar, ¿de acuerdo? Puedes llegar a ser extremedamentd exasperante" dijo, mirándote fijamente a los ojos. Entonces John se inclinó más cerca, susurrando la siguiente oración. "Puedo matarte y hacer que parezca un accidente si me molestas demasiado" sonrió.

"No si te mato primero, Winchester", respondiste, devolviéndole la sonrisa. Retiraste tu mano, ignorando el hormigueo en tu mano. "Me comportaré mientras tú lo hagas" Volviste a arrebatarle el expediente de la mano y te volviste para caminar hacia la comisaría.

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"Lo siento, ¿quieres que haga qué?" Gritaste después de escuchar una idea monumentalmente estúpida salir de la boca de John.

"Es la única opción que tenemos para atrapar a esta cosa, y sinceramente no parece tan malo", suspiró, mucho más tranquilo que tú.

"¿Crees que esto es una buena idea? ¡¿En serio?!" Tú te reiste, esperando que no fuera en serio.

"¿Quieres atrapar a este demonio?" John preguntó bastante serio. Dejaste escapar un suspiro de frustración, lo fulminaste con la mirada y murmuraste un "sí" con los dientes apretados. "Y dijiste o no dijiste que cooperarías"

"Lo hice..." dijiste con los ojos en blanco.

"Entonces vas a tener que ser el cebo. Lamento que seas del tipo de este demonio, pero eso solo significa que serás el cebo perfecto. Es decir, si quieres salvar a la dulce, dulce gente de este pueblo..." dijo, astutamente y pasivo agresivamente la culpa te hizo tropezar.

Negaste ligeramente con la cabeza. "Me debes una, Winchester".

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Esa conversación dio vueltas en tu cabeza como un disco rayado. Apoyada contra una pared del almacén, mantuviste una mano en tu lado lesionado y agarraste tu arma con la otra. Esperabas que el demonio doblara la esquina en cualquier momento y terminara el trabajo. En tu estado no podías hacer mucho para defenderte. Mirando las heridas de cuchillo y suspiraste con frustración. El dolor irradiaba desde tu costado y sabías que la cantidad de sangre que estabas perdiendo era mala.

"¡¿T/N?! ¡T/N!" Tu atención fue arrastrada hacia la puerta frente a ti cuando escuchaste tu nombre. Luego, nada menos que su compañero en este caso corrió hacia la puerta, deteniéndose para mirar su estado lesionado antes de apresurarse, "¿Qué diablos pasó?"

"¿Qué piensas...?" dijiste con la mandíbula apretada mientras John levantaba la parte inferior de tu camisa para ver mejor. "Los demonios no son estúpidos, pueden saber cuándo alguien es un cazador".

"Jesús, T/N," respiró, mirando dudoso a tu lado.

"No es tan malo..." mentiste, sintiendo tu respiración volverse más difícil.

"Lamento discrepar", murmuró John, rasgando una tira de su franela para detener parte de la sangre. Inhalaste con fuerza cuando sentiste la presión en tu costado, pero eso no te distrajo de los puntos negros que bailaban en tu visión. La repentina sensación de agotamiento fue abrumadora y John debe haber notado tus párpados pesados. "Oye, oye, quédate despierta, ¿de acuerdo?" Dijo preocupado, sosteniendo tu rostro con firmeza.

"N- no lo veo, veo que... está pasando..." dijiste, la pérdida de sangre te afectó cuando tus ojos se cerraron. Entumecido, sentiste que te estremecían, pero el mundo que te rodeaba parecía completamente borroso. A pesar de esto, todavía se podía oír algo con bastante claridad.

"No, no, no, vamos T/N. No dejaré que mueras, no sin que sepas que te amo". ¿Qué? Él no dijo eso... ¿o sí?

Deseó que sus párpados se abrieran de nuevo, recibido por la imagen brumosa de su rostro. "¿Qué?" Murmuraste, apenas audible.

John como que se rió con los ojos llorosos, y lo repitió. "Creo que te amo". Una sonrisa incontrolable se dibujó en tus labios después de que él habló.

"Entonces... ¿puedo morir ahora? ¿Por que ya lo sé?" Hiciste lo mejor que pudiste para hacer una broma, lo que te valió una pequeña risa y los ojos en blanco de John, pero algo te dijo que no permitiría que eso sucediera.