Un suspiro de frustración escapó de tus labios mientras limpiabas la barra por cuarta vez y pensaste en cuanto odiabas este trabajo por milésima vez. Incluso si solo era una forma de ganar algo de dinero, era un infierno. El desorden casi infinito, el hedor constante a alcohol en tu ropa, la fila interminable de borrachos descuidados esperando para coquetear contigo como si fueras un pedazo de carne. Lo último era común en cualquier bar, pero ¿un bar frecuentado de una parada de camiones al lado de la carretera? Habla sobre el coqueteo constante e inapropiado.
Te metiste un mechón suelto de cabello detrás de la oreja, tratando de quitarle algo que se había secado en la encimera, cuando sonó la campana al otro lado de la barra. Levantaste la mirada para ver a un chico bastante atractivo que se acercaba al bar. Era casi la una de la mañana, por lo que el lugar estaba casi despierto aparte de algunos clientes habituales. Una vez que estuvo más cerca de la luz cambiaste de opinión; un chico muy atractivo.
Tirando la toalla sucia sobre tu hombro respiraste profundamente antes de acercarte hacia el apuesto extraño. "¿Que puedo servirte?" Sonreíste apoyándote sobre la barra. Levanto la vista y sentiste el aire atraparse en tus pulmones. Tenía los ojos verdes más asombrosos. Ojos esmeralda casi familiares. Estabas acostumbrada a ver caras nuevas todos los días, pero ninguna como la suya. El sonrió, luciendo hipnotizado por tus ojos, pero respondió a la pregunta.
"Solo una cerveza, por favor" su voz era musica para tus odios. Esa voz profunda y áspera no se parecía a ninguna otra. ¿Como diablos termino aquí?.
"Saliendo enseguida" respondiste casi sin aliento. Desviando tu atención de ese hermoso extraño, le serviste la cerveza. Sin dejar de sonreir como una idiota, estabas apunto de volver hacia el cuando una voz familiar resonó detrás de ti.
"Hola cariño" una voz que conocías demasiado bien arrastraba sus palabras. Suspirando y cerrando los ojos, fuiste donde el extraño.
"Aquí esta tu cerveza" dijiste secamente, deslizandola hacia el señor hombre guapo de ojos verdes y volviste hacia tu otro problema. Caminando hacia el borracho que estaba aquí los siete días de la semana y te coqueteaba las 24 horas del día, de los siete días de la semana, el extraño grito un confuso 'gracias'.
Te acercaste a la molestía, John, creias que se llamaba, con una mirada dura en tu rostro. {Sin ofender a John} "¿Que quieres?" Te quejaste.
"Vaya, no creo que esa sea la forma de hablarle a tu mejor cliente" gruño borracho. Su aliento apestaba a bourbon, o tal vez a whisky. Honestamente no podias decirlo, no es que te importara.
"¿Vas a pedir algo más o finalmente vas a sacar tu trasero de aquí?" Explotaste, sin tener energía para esto.
"Siempre me ha gustado tu fuego" te guiño un ojo y un escalofrío de disgusto te atravesó. "¿Que se necesita para que tengas una cita conmigo?"
"Tomare eso como un no. Disculpame, pero necesito volver al trabajo" te quejaste. Caminando hacia la izquierda del idiota para despejar otra mesa, te agarró la muñeca. Fuiste azotada para enfrentarlo y trataste de ocultar el hecho de que estabas aterrorizada. Estaba borracho, fuerte y casi treinta centimetros más alto que tu.
"No entiendo porque simplemente no sales conmigo T/N, quiero decir, solo eres una zorra de bar de mala calidad y no es como si muchas otras personas te quieran" gruñó John, sin apartar la mirada de tus ojos. Las lagrimas rebosaban en las tuyas cuando alguien retorció su agarre de tu muñeca y se interpuso entre ustedes dos.
"¿Por que no nos haces un favor a todos, te disculpas con la dama y sacas tu trasero de aquí?" Dijo una voz profunda con calma. Reconociste la voz, pero no estabas segura de quién era la persona hasta que miraste hacia donde estaba sentado el extraño. El se había ido, bueno no se había ido, te estaba defendiendo.
John se burlo. "Si, como si les debiera algo a alguno de ustedes. Una perra y un idiota que esta peleando con alguien de un pie-" no llegó a terminar. Fue interrumpido por el atractivo extraño torciendo el brazo del borracho, l9 que resulto en un chillido de la victima. Aparto el brazo de un tirón y salió corriendo del bar.
Te encontraste riendo después de que se fue. Después de unos meses, alguien finalmente logró que ese idiota se fuera. Hablando de eso, finalmente pudiste ver mejor al extraño cuando se dio vuelta, todavía bastante cerca de ti. La ligera nuca que recubre una mandíbula afilada, la sonrisa perfecta escondida detrás de unos labios carnosos. Por no hablar de los ojos. Oh, dios mío, esos ojos te hicieron derretir.
"¿Estas bien?" Pregunto, mucho menos intimidante. Te diste cuenta de que te estaba mirando y miraste al suelo.
"Si, si, estoy bien. Gracias" murmuraste, sintiendo que tus mejillas se sonrojaban. Luego, agarro suavemente tu muñeca, que ya estaba formando un hematoma, y pasó sus dedos por tu piel. Cada segundo que estuviste en contacto con el, brotaron chispas en tu piel. Ambos se miraron, mirándose a los ojos. Perdiendote una vez más en sus ojos, te alegraste de que hablara.
"Dean" dijo sin aliento.
"T/N" sonreíste, queriendo conocer a este extraño
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sobrenatural imaginas
AcakImaginas de sobrenatural que incluyen: Dean Winchester Sam Winchester Castiel Michael John Winchester joven Kevin Tran Entre otros