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Capítulo Siete

Ahora tu culpa es la nuestra.


Agarre a Hinata muy fuerte de la cintura cuando la vi moverse a la dirección donde se encontraba Emma. Intento liberarse, pataleando y gruñendo, pero no deje que mis brazos se rindieran ante sus golpes, que por cierto eran muy fuertes, le pedí en susurros que se calmara, pero no parecía escucharme.

Desde el momento en que Emma comenzó a relatar nuestro pequeño encuentro por la tarde, que ojo, solo fue la parte donde yo la ayude cuando un viejo pervertido intento propasarse con ella y de cómo me lo agradece invitándome unas gaseosas en el Karaoke, Hina había perdido su paciencia y parecía decidida a golpear a Emma.

No ayudaba en nada que Draken se quedara completamente congelado luego de escuchar las palabras de la hermana de Mikey. Un poquito de ayuda aquí no estaría mal, le pidi cuando nuestros ojos se encontraron, a cambio recibí una mirada de pánico.

Lo entendía.

La chica que amas acaba de decir entre palabras escondidas que se había divertido con otra persona, en ''ese'' plan de diversión, con alguien que no solo era un amigo, sino que también una mujer.

Quiero decirle que no es como piensa, que en realidad no hicimos nada y que Emma solo está exagerando para darle celos, pero ahora no puedo, no debería preocuparme por los sentimientos de esos dos en este momento. Alejo a Hinata un poco de todo arrastrándola a un lugar más solitario, Emma que me observa con su sonrisa llena de diversión se acerca a Draken para hablarle, ¿De qué? No lo sé y no me importa.

Le prometo a Hina soltarla con la condición de no causar problemas y le recuerdo que estamos en otro territorio, ella no puede hacer líos grandes contra ToMan porque los dos sabíamos quien sería el perdedor.

''Hinata...'' comienzo cuando la veo más tranquila. ''Eres alguien muy cruel Takemichi'' la escucho decir.

¿Por qué...?

''Sabes cómo me siento y aun así...'' no ahora, pienso cuando la escucho hablar ''Pero la escoges a ella. A ella, a él, a los otros, ¡A todo el maldito mundo! A todos menos a mi''

Existió una vida en la que te escogí, quiero decirle, una en la que solo te amé a ti y nada más, una en la que te vi sonreír feliz a mi lado, esa misma en la que te vi morir en mis brazos. Por haberte escogido, por haberte amado... quiero decirle cuanto la ame y cuanto la seguiré amando aun pasen las vidas que pasen, pero no puedo decírselo.

Entonces le digo.

''No quiero que sufras'' ella no responde ''Quiero que seas feliz con alguien que te ame mejor de lo que yo puedo amarte''

Porque soy una persona egoísta que no quiere la carga de tu amor.

''Puedo conocer a muchas personas, estar con ellas y divertirme, pero es solo eso, pasar el rato, esas personas no son nada en comparación a ti'' le explico '' pero no voy a darte lo que quieres. Te adoro, si, y eres la chica más especial en mi mundo, tanto que me da miedo el solo pensar en hacerte sufrir''

Ella me escuchaba atenta, ni una sola vez dejo de mirarme y sentir su mirada en mí, por lo menos en este momento, no se sentía nada bien.

''No quiero lastimarte'' termine por decirle. Era crudo, pero sería lo mejor para los dos.

Ella buscaba algo que ya no podía darle, porque ya no puedo amar de la misma forma que un día ame, ese Takemichi que amaba con fervor se ha ido y en cambio otra persona ha tomado su lugar, una persona que en realidad no le importa nada ni nadie.

¿Ahora soy chica?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora