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Capítulo Dos

¿Quieres casarte conmigo?

30 de agosto de 1999

Corríamos por las calles inundadas de pequeños charcos de agua, de vez en cuando saltábamos en ellos y otras los esquivamos, mis amigos y yo estábamos jugando en un día tan húmedo como hoy.

Como si la suerte nos siguiera, las clases habían terminado mas temprano de lo usual y se nos permitió salir temprano entonces los tres nos dirigimos hacia el parque que estaba cerca de la escuela para jugar un rato.

La relación con Kisaki se había fortalecido durante todo estos meses y Hinata se nos había unido en algún momento, al principio no estaba muy seguro de aceptar su acercamiento pero luego de pensarlo bien, y si ¿ Yo le hacia de cupido a los dos? ¿No seria esto una manera de arreglar nuestro futuro?

Ellos dos comenzando una linda y sana relación sin que yo estuviera en el medio era una idea brillante o eso es lo que pensé pero ellos ni siquiera parecían estar interesados en el otro. Así que solo me tocaba esperar y ver como evolucionaba su amistad y si no entonces solo seriamos tres tontos amigos.

Ahora solo eramos niños así que me permití relajarme, sabiendo ya que Kisaki era mi mejor amigo y no me dañaría por el amor de Hinata, entonces me tocaba esperar para poder ayudar a los demás.

Cuando lo note ellos dos ya habían llegado a la entrada del parque y me habían dejado atrás, frunci el ceño sin darme cuenta y los seguí apresurado pero luego pare, al otro lado de la vereda había una moto estacionada, era la primera vez que la veía pero se me hacia muy familiar.

Había algo en ella que me recordaba a la de Mikey, quise acercarme para verla mejor pero luego escuche los gritos de mis dos ruidosos amigos llamándome y eso me asusto, sin notarlo me aleje de la motocicleta y me encamine de nuevo hacia el parque.

"¿Que estabas viendo?" pregunto curioso Kisaki. "Nada" le dije y lo jale del brazo para llevarlo hacia Hinata que estaba sentada debajo de un árbol.

Cuando ya marcaron las dos y media salimos del parque, habíamos pasado unas tres o cuatro horas recostados debajo de un árbol hablando de tonterías y de como algún día formaríamos la mejor pandilla de Tokyo.

Una idea que se le había metido en la cabeza a mi amigo.

Hinata y Kisaki se despidieron de mi y se fueron, ellos tenían que tomar el mismo camino para poder regresar a sus casas así que se irían juntos, yo solo giro para salir corriendo hacia mi encantadora morada.

Había aprendido la lección por mi escapada de la ultima vez e intentaba no hacer enojar mas a mi abuela pero recurrente mente necesitaba salir de casa para poder llevar mis planes a cabo, entonces me las había ingeniado para mentirle siempre que necesitaba salir, ella siendo una mujer mayor y muy simple, no me preguntaba casi nada por mis escusas y me salia con la mía.

Ahora tenia que pensar en una escusa para no salir castigado como la ultima vez. Era una desventaja muy grande el ser niña, cuando era un chico a ella ni le molestaba cuando llegaba todo golpeado pero ahora...

Mientras corría note a una persona que iba saliendo de un local de comida rápida, mis ojos se agrandaron cuando ví sus rostro, estaba tan sorprendido que no pude parar de correr y termine chocando con él, por suerte mis reflejos eran mas buenos que antes y antes de caerme afiance mis brazos a su cintura y me estabilice.

Suspire aliviado pero la tranquilidad no me duro mucho, subí la mirada para poder verlo.

Cabello negro y mirada cálida, se veía mas joven de lo que pensé pero era él, el hermano mayor de Mikey, Shinichiro-San.

¿Ahora soy chica?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora