Mi alfa✈

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💌💐

Y ahora la calor era completamente insoportable para aquel pobre omega.
Estar cerca de tanto alfa, o mejor dicho, el que lo traía completamente loco desde hace algún tiempo, en el que las cosas comenzaron a pasar de simples coqueteos a salidas, besos, una que otra cosa casual, conviritiendose asi en una relación no-oficial.

-¿Park? Es hora de entregar la comida.

-Si...mmm, ¿Suni?

-Dime.-La linda chica que no pasaba de sus treinta años le miró extrañado y comenzó a percibir poco o a poco lo que estaba sucediendo.

-Tienes...¿Supresores de emergencia?

-Lo siento, los dejé en mi maleta, los olvidé completamente. Si te sientes mal puedes ir a recostarse, fácilmente puedo enviar a la nueva.

-¿Jennie? ¡No! ¡Ni siquiera sabe como hacerlo! ¡Si la despiden a ella, nos despiden a todos!

-Pues lo lamento mucho Jiminie, pero él señor Min ordenó estrictamente que solo las dos personas del personal de vuelo que el escogió podían pasar con ellos. Osea, tú y Jennie. Es obvio que no puedes ir tú, Park. ¿Y si tu olor les incomoda? Estas en celo, ¿que se supone que pasó con tus horarios que supuestamente no se equivocaban?

-Mierda, no lo sé, ¡deja de desesperarme así, joder!

-Está hecho. Jennie irá y punto, tú no saldrás de la habitación hasta que ya hayamos aterrizado.

-imposible. Un viaje a Italia no dura veinte minutos, Suni. ¡Dura trece putas horas y para ese momento mi olor ya estará dispersado por todo el lugar!

-Calma tus hormonas y deja de gritarme porque te aseguro que te golpearé muy duro en la cara, Park Jimin.

Eso fue suficiente para hacerle callar, e irse derrotado hacia la habitación.
Ya vería que hacer luego, lo máximo que podía hacer ahora era mantenerse alejado de su alfa.

Porque...sí.
Min Yoongi era su alfa y el ya lo sabía desde que sintió su tercer olor, al ver como su lobo se emocionaba al sentirle cerca, cuando lo besó la primera vez, luego de su quinta cita, que sintió esa positiva energía y el sentimiento de estar cuidado a su al rededor.
Pero tenía miedo.
Jimin tenía miedo porque sabía que Yoongi no tardaría en enterarse que eran destinados, no tardaría en hacerlo suyo, obligarlo a dejar su trabajo que tanto amaba, a convertirlo en una fábrica de hijos y servir en su casa.
Claro que no quería hacer aquello.

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9 horas para el aterrizaje.

-¿Jimin? ¡Jimin!-Suni tocaba la puerta desesperada, pues lo único que escuchaba ahí dentro eran gruñidos y maldiciones por parte del Park.
Y es que este se odiaba tanto por no tener supresores con él...¡Y como era posible que ni una sola alma en el avión los traía!
No quería abrir la puerta pero tuvo que hacerlo, al escuchar la preocupada voz de su compañera, la cual se quedó pasmada con lo que vió.

Un Jimin sudado (pero no al punto de excederse, un tanto atractivo incluso para la omega) se dejó ver. El cabello se pegaba a su frente, no llevaba la cqmisa puesta, asî que su pecho perfectamente trabajado también estaba siendo apreciado por la omega, que sintió incluso su garganta secarse.
¡Mierda!
¿Si quiera era posible que un omega se viera así?
Ella no bajó la mirada y Jimin agradeció aquello porque si es que lo hacía, vería aquella tienda de campaña que se formaba en su entrepierna, y sería al fin y al cabo terminar de perder la dignidad frente a ella.
El rostro de Suny parecía un tomate, y entre balbuceos habló:

-N-necesitas ayuda.

-Qué...¿Qué p-podemos hacer?

-Tu olor está en todos lados, tal como dijiste. Solo nos queda una solución.

-¿Cuál?

-Enviaré a Jennie a preguntarle al señor Kim si su esposo no tiene algunos.

-¡Suny!

-¡Es la única manera!

¡No, no y no!

-¿Qué es ese olor?-El señor Min apareció de entre las cortinas utilizando su voz de mando, logrando así exaltar a ambos omegas que se encontraban en plena discución.

avión (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora