♧Extra 1♧

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Min Yoongi se encontraba perfeccionando los últimos detalles en su negocio antes de cerrar y salir corriendo de este para llegar a tiempo al café cerca del parque central en donde se encontraría con su cita, por que sí, el famoso tatuador de la ciudad se había tomado un nuevo día libre entre semana en medio de su apretada agenda para poder salir con aquel encantador chico que había tatuado en el trasero.

Su primera impresión fue buena, aunque algo fuera de lo normal e incluso podría llegar a decir un poco extrema, pero estaba satisfecho de alguna u otra forma porque el chico le había aceptado una salida tranquila a tomar un café.

Por primera vez en años el joven tatuador en verdad sintió interés y eso ciertamente le estallaba en la mente como fuegos artificiales al dejarlo tan nervioso. Min Yoongi no se caracterizaba por ser alguien realmente abierto con sus emociones o pensamientos, solía ser callado y lo mas reservado posible con cada persona que conocía, algunos incluso lo tachaban de ser el antisocial perfecto que alguna vez te toparías por los pasillos ruidosos en la escuela, sin embargo, Kim Taehyung y su trasero pomposo habían golpeado su puerta con ímpetu para irrumpir en su vida inesperadamente y dejarle todos los sentimientos que había escondido por años hechos un mar revuelto.

Más de una vez, luego de conocerle, se vio a si mismo en el espejo preguntándose en lo que le había pasado y por qué no podía dejar de pensar en ese rubio atrevido, mantuvo su mente quieta, lejos del recuerdo que le había quedado de ese joven y sus ojos brillantes, con cuerpo curvilíneo, hasta que ya no pudo más y pronto se percató de aquel detalle importante en el chico y la clave estaba en su primo Park Jimin.

En su vida jamás había batallado tanto para conseguir algo y mucho menos había rogado de tal forma a una persona. Nunca se imaginó que pasaría todo eso tan solo para que Jimin le otorgase el número de teléfono de su amigo. Se tragó reclamos, regaños e incluso berrinches del cachetón que ahora no paraba de molestarlo, pero al final lo había conseguido, el número de Kim Taehyung, alias: El chico de trasero bonito.

Fue encantador, o al menos para Yoongi, quien con un solo mensaje del menor diciéndole "buenos días" junto a un corazón rojo se sentía más que pleno y completo para seguir con un verdadero buen día y estaba de más decir que todo eso sacaba el lado mas cursi que incluso él desconocía. Las conversaciones animadas y coquetas de ambos jóvenes trascurrieron normal por días hasta que se vieron abordando el tema de una salida "de amigos" y luego de un par de acuerdos ya tenían el lugar, día y hora en la que se verían y Yoongi no podía estar mas nervioso.

Pensó en lo que podrían hacer hoy, tenía planeado llevarle flores, la más bonitas que había encontrado y dar un paseo por la orilla de la playa, algo romántico y empalagoso que al final terminaría en besos, caricias y posiblemente una noche de llena de placer para ambos, claro, si el menor quería y estaba dispuesto a escaparse un día entero con él.

El pelinegro sonrió ante su emoción y tomó sus llaves luego de dar un último vistazo al local y asegurarse de que no le faltaba nada, recogió las flores perfectas que permanecían frescas y brillantes en un jarrón, pero justo antes de salir, la campanilla de la entrada se hizo escuchar por toda la recepción.

Una mujer hermosa, con el cabello negro amarrado en una trenza sonrió de forma apenada mientras sostenía de la mano a un pequeño niño que miraba por todos lados y brincaba de vez en cuando, intentando soltarse de la mayor.

Sus ojos se abrieron demostrando sorpresa y confusión. Pronto sus planes se vieron atrofiados gracias a la pequeña llegada de una personita que no esperaba ver hasta el siguiente lunes.

—Soongyun... ¿Qué haces aquí? — cuestionó impaciente pasando sus ojos de la mujer al pequeño esta vez. Suspiro sabiendo lo que se aproximaba. —Dijimos que esta semana se iba a quedar contigo

Tattoo 🍒 𝒀𝒐𝒐𝒏𝑻𝒂𝒆 +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora