Capítulo 3

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─¿Estoy maldito? ─ había preguntado el chico. Sin duda era una maldición, pero la forma en que sus ojos rojos pedían ayuda a gritos hizo que Keira no pueda revelarle realmente lo que sentía. Ya tendría tiempo para pensar lo que haría, lo que creería o diría, pero por el momento, frente a ella, se encontraba su amigo. En una forma aterradora, monstruosa y horripilante, en una forma que odiaba. Pero era su amigo. 

─No ─ le costó decir. Sin embargo, el chico había desviado sus ojos hacia otra parte.

─No te hablo a tí, ya sé lo que piensas de mi. 

Keira siguió la línea hacia donde Loki miraba, pero no le fue difícil, ya que detrás de ella se encontraba Odín, tan sorprendido como ella, pero no de la misma forma. Mientras Keira se sorprendía, Odín tenía el rostro que tendría alguien que acaba de ser descubierto en su mayor mentira, su mayor secreto. 

─No estás maldito ─ habló Odín, detrás de la chica, y de la nada ésta comenzó a sentirse incómoda por formar parte de una conversación tan íntima. 

─¿Entonces? ¿Que soy? ─ preguntó el chico, y ahí ella no sintió ganas de irse, porque también necesitaba saber qué era lo que estaba viendo. Él había regresado a ser el Loki de siempre, pero ella no podía sacarse de su mente lo que había visto antes, la forma que él había adoptado, su altura, el frío de la habitación, la rojez de sus ojos... la aterraba. 

─Eres mi hijo... Keira, por favor ─ habló el hombre, queriendo sacarla de la ecuación. 

─La quiero aquí. Quiero que nos expliques qué es lo que ocurre. ─ dijo Loki, aunque jamás tenía demasiada validez lo que él decía delante de Odín. ─ ¿Qué otra cosa soy además de... eso? ─ preguntó Loki. Miró hacia un lado ─ La reliquia no fue lo único que robaste, ¿cierto? ─ Odín cerró el ojo un momento, antes de hablar. 

─No ─ Loki dio un paso atrás, y también lo hizo Keira ─ Una vez terminada la primer batalla, volví al templo. Mucho antes de que Keira llegara... encontré allí un bebé, pequeño, para ser hijo de gigantes ─ Keira volvió a tensarse, y esta vez hizo de sus manos un puño ─ Estaba abandonado, sufriendo... iba a morir ─ hablaba. 

─¿Por qué? ─ preguntó él ─ Ya habías derramado sangre Jotun. ¿Por qué no dejarme? Lo hiciste con un propósito... ─ Los ojos del chico brillaban en lágrimas contenidas, pero aún así, intentaba no parecer vulnerable. ─ ¡DIMELO! 

─Creí que un día podríamos unir reinos a través de tí... pero luego hubo otra batalla... y ya sabemos como terminaron las cosas... no fue posible, dado los hechos. ─ odiaba que Odín se refiriera de esa manera tan liviana a la batalla que había hecho que Keira se vuelva huérfana. 

─¡Así que solo soy una reliquia robada! Encerrada aquí, hasta que puedas usarme

─No cambies mis palabras...

─Pudiste decirme quién y qué era desde el principio, ¿p-por qué no lo hiciste? ─ preguntó el chico, algunas lágrimas habían comenzado a caer. 

─Intenté protegerte de la realidad...

─¿POR QUÉ? ¿Porque soy el monstruo del que sus padres les hablan a sus niños por las noches? ─ ambos rostros, el de Keira y el de Odín, cambiaron por completo al oír lo que el chico pensaba ahora de sí mismo, y aunque seguía temiendo un poco por lo que acababa de ver, la chica sintió un frío dolor recorrerle el corazón. Loki no se merecía eso, nadie se lo merecía. ─ Ahora tiene sentido, el por qué siempre preferiste a Thor en todo, por qué siempre fue su favorito. ¡Ojalá no me hubieras rescatado! Hubiese sido mejor eso que una vida llena de mentiras. ─ mencionó mientras les pasaba por al lado, a ambos. 

La sensación que le recorría el cuerpo era muy extraña, porque reconocía completamente el sentimiento del temor, el terror, la angustia y el miedo; pero a su vez sentía dolor por ver al chico saliendo de la sala en aquel estado tan triste, y aunque toda su vida se había preparado para combatir y asesinar a los gigantes de hielo - a todos los que pudiera asesinar - necesitó ayudar a Loki cuando vio las lágrimas correr por sus mejillas. A la vez, Odín no se veía nada bien, y realmente no quería enfrentar una conversación con él donde tuviera que mediar entre ellos. 

Abandonó la sala dirigiéndose a ese lado del patio trasero que conocía tan bien. La parte no visible del árbol. Vio al chico sentado en el suelo, y lo imaginó como un niño - intentó no cuestionarse si la identidad del chico siempre había sido la misma, intentó que no se le tensara el cuerpo al imaginar que todo ese tiempo, siempre había sido amiga de un gigante de hielo -, lo recordó sentado frente al árbol, con páginas pasando de la cantidad de libros que solía leer, y entonces se permitió suspirar, relajar el cuerpo, y acercarse a él. El verlo tan débil le recordó cuando, en su niñez, Thor hacía alguna travesura, y él se llevaba el regaño. 

─Hola.. ─ dijo por lo bajo, mientras se sentaba a su lado, con el vestido cubriendole las piernas, como de costumbre ─ Puedes hablar conmigo si lo deseas, ¿sabes? 

─No tienes por qué hacer esto ─ dijo él, mientras alejaba sus piernas de ella, y desviaba la mirada. 

─¿Esto? ─ preguntó ella, intentando entender.

─Keira, sé lo que piensas sobre... mi aparente naturaleza ─ habló él, ella se tensó inevitablemente ─ Sé que piensas que soy un monstruo..

─No-

─¡No me mientas! ─ le dijo, y la observó. Tenía demasiado enojo en su mirada, la expresión era de completa ira, y aunque no fuera a admitirlo del todo, Keira se asustó un poco de esa faceta de él. ─ No necesito que alguien más me diga mentiras, ¿entiendes? Sé que soy un monstruo, sé que piensas que pertenezco a criaturas horripilantes, me lo has dicho tú misma demasiadas veces... sé que... que no merezco... lo sé. 

─Loki ─ inició ella, intentó tomarle el rostro con una mano pero él se apartó, y ella se arrepintió. ─ Tú no eres como ellos. 

─Pues podría debatir eso contigo. 

─Tú eres mi amigo, Loki ─ se forzó a decir.

─¿Realmente lo piensas? ─ preguntó él, mirando hacia abajo.

─S-si ─ dudó

─No necesito tu caridad, Keira. 

─No estoy siendo caritativa, solo quiero que sepas que... estoy aquí. 

─Has cambiado la percepción que tienes sobre mí, puedo notarlo. 

─Loki no-

─Vete, no mientas más. 

─Ey...

─Ya no soy tu amigo, Keira. Soy perteneciente a la raza que quieres aniquilar. 

Y aunque cierta parte de él fuera de ese modo, no era la forma en la que ella lo veía. Sin embargo, al momento en el que Loki se paró de su lado y se alejó, fue incapaz de decirselo. No porque temiera la reacción de él, o no encontrara las palabras. 

Sino porque no podía acercarse a él y prometerle que no le importaba en absoluto su naturaleza. 

Desde pequeña sabía que lo que le daba sentido a su vida era encontrarse, al final del día, con la venganza. Y con el paso del tiempo, esperaba que esa venganza fuera de la mano de sus mejores amigos. Ahora sabía que eso no sería posible, pues jamás podría pedir a Loki que destruya a sus pares, ni a Thor que elimine a la raza de su hermano. Ahora no solo sabía que estaba sola en su cometido, sino que sabía a la perfección que si batallaba contra Jotunheim, como había planeado toda su vida, perdería a Loki. 

Y no sabía si era una opción que estuviera dispuesta a tomar. 

Unworthy's | Loki (short story)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora