La bestia (Final)

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—No estoy interesada en conocer a nadie.

—Alejandra, esto no es una opción, iremos a esa cena y serás amable, lucirás linda, Kendrich quedara maravillado contigo como tú de él.

La idea de tener que seducir a un hombre, solo por el hecho de que sus padres quieren quedar emparentados de personas con gran estatus, le causaba dolor de estomago a caperucita, detestaba asistir a esos eventos, además de que no tendría excusas porque su abuela cada vez estaba mejor y no necesitaba de cuidados adicionales.

Se había puesto un vestido rojo que se ajustaba a su cintura y quedaba holgado debajo, su abrigo era del mismo color, solo cambiando los cordones, a su madre le encantaba verla con ese color, pues decía que relucía más su piel y cabello. Caperucita ya era bella, pero sin duda el color resaltaba cada una de sus facciones.

Llegaron a la cena al aire libre donde todo el pueblo asistiría, sin duda Caperucita llamo la atención de mas de uno en el lugar, juventud, belleza y cierta pureza, porque nadie sabia que el lobo ya había devorado más de caperucita de lo que cualquiera pudiera imaginar en ese lugar.

—¿A quién estas buscando? —su madre caminaba con ella del brazo directo hacia el joven Kendrich.

—A nadie —el leñador no estaba, miro al cielo nocturno, la luna llena estaba iluminando con orgullo todo el lugar, no había una sola nube en el cielo, por lo cual se podía apreciar a un más.

—Señora Giraldo —el joven saludo cordialmente —¿No me diga que esta es su hija?

Tomo la mano de Ale, besando el torso, causando una mueca por parte de la joven, en cuanto la quito, se limpio de manera discreta en el vestido.

—Usted dijo que era bonita, pero esa palabra le queda corta, es mucho más que eso.

—Joven Kendrich, es usted tan educado —la madre empujo a caperucita —se que mi hija piensa lo mismo.

—Si. Si—se acomodó el abrigo — es encantador.

Casi arrastro la ultima palabra. No es porque el joven no fuera atractivo, sin duda la mandíbula cuadrada, esos ojos azules intenso, su cabello negro habano y piel morena, lo hacia ver sexy para mas de una del lugar. Lo que pasaba, es que caperucita solo estaba interesada ya en un solo ¿Hombre?

La noche transcurría, entre la comida, la convivencia, y la cerveza el ambiente estaba muy animado. Las personas bailaban alrededor de la gran fogata, Kendrich había bebido un poco de mas y estaba jugando con el cabello de caperucita mientras estaban sentados en una de las bancas alejadas del lugar.

—En verdad nunca había visto a nadie tan bonita como tú en verdad.

Caperucita rodo los ojos.

—Ya me lo has dicho mas de una vez —se levanto —creo que es mejor que me vaya, ya estoy algo cansada, fue un placer conocerte.

Dio dos pasos y el sujeto de la muñeca.

—No puedes irte, tu madre prometió que me acompañarías toda la noche y esta aún no termina.

Se soltó.

—No quiero estar contigo, ya estas ebrio y estas siendo agresivo.

Volvió a caminar, rodeando a la multitud, ella solo quería irse a casa y no le importaba si sus padres no la acompañaban. Pero el joven no acepto una negativa, esa joven hermosa era suya, se la habían prometido y la tendría.

Llego por atrás cubriéndole la boca, arrastrándola hasta el bosque, alejándose lo suficiente para que no se escuchara si pedía auxilio. La tumbo en el suelo colocando todo el peso sobre de ella.

—¡SUELTAME! —trato de defenderse pero el sujeto era mucho mas fuerte que ella —¡AYUUDAA!

Le dio una bofetada.

—Silencio, es más fácil si cooperas.

Caperucita le escupió mientras trataba cerrar las piernas.

Se escucho un gruñido que alerto a ambos, pero el joven simplemente decidido ignorarlo.

—Tiene tiempo sin tener a una virgen, te tomare aquí y después serás mi esposa, para poder hacer contigo lo que me plazca.

—Es tarde, ya le pertenezco a otro.

En un parpadeo el cuerpo del joven había desparecido de encima de ella, un segundo después solo un grito ahogado acompañado de un gruñido y un crujir de huesos, anunciando la muerte de aquel chico.

Caperucita se levantó, mirando a su alrededor, no podía ver casi nada y el silencio le empezó a causar terror.

—¿Yoon?

Sintió una respiración en su oído, un gran hocico se asomo por su hombro, algunas gotas de sangre cayeron para mojar su vestido con ese liquido caliente.

—No gires —esa voz gruesa y gutural era de la bestia —no deseo que me veas así.

—Estoy asustada Yoon, no me vayas a dejar.

Un sonido extraño se escucho y el enorme hocico disminuyo, sintió que unas enormes garras rodeaban su cintura.

—Puedo oler tu miedo Ale, puedo escuchar tu pulso acelerado y se me hace agua la boca.

—Yoon, si soy tuya, también lo soy de la bestia, que reclame lo que le pertenece.

La falda de su vestido fue desagarrada, la hizo inclinarse hacia enfrente abriendo sus piernas, el tamaño de la bestia sin duda era mucho mas grande que Yoongi, pues las garras abarcaban todo su muslo solo con los dedos, abrió sus piernas, la áspera, resbaladiza y caliente lengua paso por su vagina, mientras era semi levantada del suelo.

—Deberías de pedir ayuda de nuevo, Caperucita.

Se había clavado en su interior, la piel se estiro a tal grado que ardió demasiado, ahora podía casi sentir el largo cerca de su cérvix y aun no entraba por completo. Con una sola mano la sujeto para cargarla y moverse dentro de ella, si pudiera ver su vientre notaria el movimiento de la monstruosidad dentro de ella, si se movía de manera incorrecta, la mataría, pero su clítoris estaba tan hinchado y sensible, que el riesgo lo valía.

La giro para poder ver el rostro entre el dolor y el placer, la mitad de su cuerpo estaba cubierto de bello, los colmillos sobresalían de su boca, los ojos eran mas grandes y amarillos. La bestia mordió la parte de enfrente del vestido arrancándolo para dejar el pecho libre de caperucita.

Dio una mordida sin dejar de penetrarla, ella estaba al borde del orgasmo, así que se detuvo un momento para sacar su miembro y frotarlo contra el clítoris sensible haciendo que caperucita se convulsionara del placer ante aquel orgasmo intenso.

—Lámelo.

La bajo, las piernas de la joven fallaron así que se sentó en el suelo, tomando el miembro hinchado con ambas manos, sintiendo la quijada casi dislocarse al meterlo a su boca, tomo un ritmo constante, para después chupar la caliente punta y tragar el semen de la bestia.

Al día siguiente encontraron el cuerpo del joven descuartizado, y solo el vestido rojo de caperucita, dando por muerta también a la chica...

Su madre se culpo por le hecho, los otros leñadores estuvieron buscando a los alrededores, sin encontrar ningún otro rastro, sin mencionar que el leñador Min Yoongi jamás volvió a ese pueblo.



Fin.






QUE BONITOS SON LOS CUENTOS DE HADAS!!!!!!!

solo nos queda cantar...

Jugaremos en el bosque, mientras el lobo no esta, porque si el lobo aparece, a todos nos comera...

Y no mientas todas deseamos ser comidas por el lobo.



Libro #1 Red (M. Y. G +21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora