One in a Billion㆐JIHAN

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Todos deseaban conocer que o quien era la inspiración de su majestad el rey Yoon el cual solía plasmar en sus preciosos cuadros floridos trazos .

Tulipanes , rosas , camelias y gardenias adornaban sus  pinturas, parecía que el autor de dichas obras de arte tenía una obsesión por las flores , pero , cada vez que alguien le preguntaba él solo reía a la vez que el tick tock del reloj de su estudio marcaba las seis de la tarde causando que los brotes de su flor nocturna se abrieran al mundo haciendo que junto a estos apareciera la etérea criatura que cuidaba de su enorme jardín todas las noches y que secretamente el monarca custodiaba .

Si detalladamente alguien miraba sus cuadros podría detallarse en rostro de un joven pelirrojo oculto entre las flores tal cual Jeong Han le vio por primera vez .

Esperó noches y noches , deseando que el místico ser se percatara de como le espiaba tras las cortinas de la ventana de su habitáculo, deseaba que su bella flor volteara a verle y mientras distraidamente quien parecía su secreto sueño acariciaba los pétalos de las flores Jeong Han anhelaba ser estos . Frente a la ventana retrataba la etérea vista que atesoraban sus ojos .

Así pasaron meses y con estos  dolorosamente cayó enamorado de su flor , llena de espinas pero a la vez de una dulce fragancia con la cual deseaba embriagarse hasta la saciedad .

El hanbok negro con encajes dorados , su cabello y labios rojos como los mismísimos rubíes, ojos felinos que se achicaban al sonreír, delicados movimientos, parecía que bailaba mientras jugueteaba en su jardín provocando que Jeong Han tuviera mil y una dudas acerca de su cordura pero jamás hartándose de su loco y estúpido amor por el desconocido ser , siendo todo aquello un delirio y parte de su imaginación.

Temía que al hablarle el encanto de las ilusiones se rompiera ya que era tan frágil como una zapatilla de cristal .

Corría el año 1510 , las flores de cerezo adornaban el pavimento de las calles de lo que sería Kaesong dentro de unos cuantos siglos.  El canto de las aves se escuchaba y todos realizaban sus labores bajo la tranquilidad que reinaba por esas tierras .

El conocido resonar de unos pasos sobre la fina madera en la cual se asentaba el salón del trono hizo que por inercia tanto los soldados como ministros que se encontraban ahí realizaran un pomposa reverencia hacia su monarca el rey Yoon Jeong Han.

Angelicales facciones , una copiosa cabellera azabache organizada en una imperiosa coleta alta , un lunar bajo el pómulo derecho , somnolientos ojos , de un iris de un profundo marrón, su hanbok rojo y azul bañado en detalles dorados rosaba el piso elegantemente, todo en él representaba la perfección de un verdadero rey.

Bajo los vítores de quienes le rodeaban y numerosas bendiciones Jeong Han tomó asiento en lo que solía llamar su solitario trono .

Revisó las demandas de los ciudadanos , aprobó reformas y decretó un par de leyes , esa era su rutina todas las mañanas .

La hora del almuerzo llegó y numerosos platos fueron servidos sobre la preciosa vajilla real . Degustó un poco de cada cosa antes de regresar a sus labores . Todo parecía el típico día pero al caer la noche la serenidad que abundaba en su castillo fue interrumpida al ser las puertas del salón del trono abiertas abruptamente de par en par anunciando la llegada de invitados no gratos .

Los soldados se alinearon y trataron de acorralar a su objetivo pero fue imposible sus adversarios parecían superarles grandemente en número y estrategia .

Ahí fue cuando todo pareció tomar sentido en la mente del joven monarca alguien del palacio lo había traicionado buscó con la mirada hallando a dicho traidor, una lágrima adornó sus pómulos , su amada reina había  organizado el complot con tal de obtener el trono , trató de buscar un error que nunca cometió con tal de no aceptar tal suceso , hasta que al ver a su esposa señalar en su dirección se dio por vencido .

Un rey no debía abandonar a sus súbditos y por ello combatió junto a ellos fieramente aunque pareciera un enfrentamiento perdido .

Moribundo se arrastró por los pasillos intentando recuperar el aliento después de ser atacado de manera inhumana . Pudo sentir como su obnubilado cuerpo era arrastrado y no se opuso ante aquello.

Los rayos del sol lo recibieron en cuanto sus ojos se abrieron percibiéndose solo en una enorme habitación. El de perezosos ojos recorrió con la vista cada detalle de lo que parecía un castillo , diferente a los que acostumbraba a ver , reconoció el estilo británico y alarmado se levantó de su lecho saliendo de dicho lugar para encontrarse con un enorme corredor que daba a unas anchas escaleras las cuales lo llevaron a un salón, ahí una anciana de rasgos asiáticos lo saludó cálidamente .

-- ¿ YooJin-ssi ?-- Llamó Jeong Han a aquella longeva mujer que cuidó de él desde niño pero que misteriosamente había aparecido en el momento correcto .-- ¿ Qué hago aquí ?¿ Y los atacantes

-- Tiempo al tiempo , majestad , su reino calló hace muchos años .-- Comenzó a explicar Yoo Jin mientras limpiaba sus manos en un pañuelo de puntas bordadas , siendo interrumpida por quien una vez fue rey Yoon.

-- ¿ Años ?

-- Tardaste tres años en recuperarte esperamos a que mejoraras naturalmente como humano antes de convertirte , no ibas a tolerar el veneno en el estado que Ji Wook y yo te encontramos.

-- ¿ De qué demonios habla?-- Maldijo sin entender lo que la anciana le decía el de angelicales rasgos solamente recibiendo como respuesta un ademán en dirección a un enorme espejo de pie que yacía en una de las esquinas de ese gran salón apreciando su reflejo en él en cuanto se acercó a este .

Sus cabellos habían sido cortados descuidamente al nivel de sus hombros , y sus ojos lucían invadidos de un furioso rojo ,boqueó un par de veces sorprendido por dicho cambio viendo ahora como en su dentición superior , sus colmillos estaban alargados .

Creía que aquello era un mito , un cuento creado por los padres para asustar a los niños, pero , jamás pensó convertirse en aquel monstruo que todos temían secretamente , que se alimentaba de sangre , de piel fría como el hielo , mirada inexpresiva y una infinita vida decorada con pétalos sangrantes.

Sus manos recorrieron su rostro asustado tremendamente de en lo que había sido transformado . Su mirada  suplicante por unas palabras que desvalidaran su teoría se posó en la anciana quien negó un par de veces antes de hablar .

-- Yoon Jeong Han, eres un vampiro .