La aplicación de citas

Déjame seducirte

#Hannigram

La aplicación de citas
Capítulo 4

😏 Déjame seducirte 😏

Hannibal escribe a Will esa misma noche. La única respuesta que obtiene es ver cómo su mensaje es leído e ignorado a propósito.

Sonríe. Al menos le está leyendo.

"Deberías tratar tu falta de comunicación en consulta", le dice. "La negación de los sentimientos es muy común cuando se tiene miedo, Will"

Will, tumbado en su cama y con la luz apagada, agacha el teléfono para no seguir leyendo al psiquiatra. No ha descargado ninguna aplicación, tiene pavor a que de hacerlo le ocurra lo que en las anteriores. Tampoco las necesita, piensa. Hay pubs, bares a los que puede acudir si quiere continuar su pequeña aventura.
Se duerme con el teléfono bajo él y, al despertar, es por culpa de una vibración bajo su espalda.

" Buenos días, querido Will. Si eres tan amable de abrirme la puerta, he traído el desayuno. Estoy seguro que anoche no probaste bocado y ya sabes lo mucho que me preocupa tu alimentación"

Will parpadea. ¿Hannibal está en la puerta de su casa? ¿Qué se ha creído? Llega hasta la entrada tal cual va vestido - camiseta gris corta y sus boxers, de un gris más oscuro -, despeinado, sus rizos sobre su cabeza como un nido de pájaros.

- Hannibal, has venido para nada - dice abriendo de golpe la puerta.

- Permite que no esté de acuerdo - mira al joven de arriba a abajo, relamiendose -. Me siento tremendamente celoso de esos bóxers. Estás...

- Lárgate - y le cierra la puerta en las narices -. ¡No necesito tu maldito desayuno! - grita desde dentro.

Si hubiese sido cualquier otra persona Hannibal ahora mismo estaría clavándole un cuchillo mientras le recuerda lo ofensivo y grosero que es. Con Will no, a él le perdona cada desfachatez que le sorprende.

- Will - toca con los nudillos -. Will - vuelve a tocar - ábreme la puerta, comportemonos como dos personas civilizadas.

Escuchar la palabra civilizada hace que Will vuelva a la puerta y la abra.

- ¿Civilizadas, dices? Entiendo. ¿Te refieres a ser civilizados como tú dejándome como un enfermo sexual en las aplicaciones de citas? ¿A esa forma de civilización, Hannibal?

Cómo le encanta este hombre. Sonríe. El pecho de Will se levanta agitado bajo la camiseta gris que está totalmente marcada, respirando rápidamente. Hannibal tiene ganas de colocarle los rizos en su lugar, de empujarlo dentro de cada y tumbarlo directamente en esa cama llena de pelos de perro.

- Podemos ser así de civilizados si quieres. O podemos sentarnos a desayunar juntos - levanta la Bolsa de tela que lleva -. Lo he hecho para ti.

Will bufa, apartándose un poco para permitir el paso.

- Bien. Entra. Sólo hablar.

- Lo que tú quieras - Hannibal entra y espera que Will cierre la puerta.

Espera indicaciones para sentarse porque Hannibal puede ser vengativo en su posesión por Will, pero también es educado cuando considera que debe serlo. Will se frota los ojos mientras saca de uno de los armarios varios platos y cubiertos, además de vasos. El psiquiatra no le quita ojo, ese culo redondo pidiendo algo que está deseando darle.

- A desayunar - Will coloca los platos en la mesa y se sienta.

- Espero que te gusten los huevos - hace una ligera pausa, divertida - y las salchichas - otra metáfora estupenda.