ʙᴀᴄᴋ ᴛᴏ ᴅᴇᴄᴇᴍʙᴇʀ❘ ʟᴀɴᴅᴏ ɴᴏʀʀɪꜱ [EDITANDO]

007

21 de diciembre 2022

Nueva York, EE. UU.

Pov Leah:

Mientras contemplaba desde la ventana del auto el atardecer, me cuestioné si estaba mal no sentirme tan triste por todo esto del compromiso de Tomas y Olivia y si debería estar pensando en lo que iba a ser de mi vida a partir de entonces. Pero no era así. Porque solo podía concentrarme en el chico de ojos verdes que había conocido hace apenas unas horas. Recordé su voz. Las mariposas que sentía en mi estomago cada que me miraba. Y los hoyuelos que se le formaban cuando se reía.

¿Acaso era posible enamorarse de alguien en solo unas horas?

- ¿Es guapo? - La voz de Lucas, mi hermano, me saca de mis pensamientos.

-¿Qué?- lo mire confundida

- Te conozco lo suficiente como para saber cuando estás ocultando algo- pregunto sin despegar la vista del camino.

- ¡No, por supuesto que no! ¿Cómo podrías pensar eso? Solo necesitaba tiempo para mí misma, sin ninguna distracción romántica- reí nerviosamente

- Oh, vamos, Enana. Puedes confiar en mí. Sé leer tus expresiones y esa sonrisa tonta que aparece en tu rostro de vez en cuando no miente.-

- Estás exagerando,. No hay ninguna historia de amor aquí, te lo aseguro-

- Está bien, está bien. No voy a presionarte. Pero cuando decidas contarme la verdad, estaré aquí para escucharte, ¿de acuerdo?

- Gracias Troll. Pero ahora dime, ¿Cómo han estado las cosas en el despacho?- pregunte, Lucas toma una gran bocanada de aire antes de contestar. 

- Bueno, papá no está muy contento contigo y tu viaje de  ultimo momento-  Antes de que pueda responder, Lucas vuelve a hablar, esta vez con más seriedad - Entiendo que la relación con papá ha sido difícil últimamente, pero insisto en que hables con él. Ha pasado a ser una  persona dura y a veces fría, pero sigue siendo nuestro padre. Estoy seguro de que si le expresas cómo te sientes, te entenderá -  

- Lo intentare, gracias de nuevo- digo regalándole una sonrisa de lado.

- Bien, demasiada nostalgia por ahora ¿Qué te parece si te llevo por pizza?-

- ¡SI!- chillo como niña pequeña. 

～ ～ ～

Después de comer pizza le pedí a Lucas que me dejara en casa de papá. Necesitaba tener un momento a solas para hablar con él. ¿Estaba preparada para al fin enfrentarlo? por supuesto que no, pero esta vez tomaría los consejos de mi hermano y Lando y dejaría  de poner lo que los  demás esperan que haga antes que lo que realmente quiero.

Al abrir la puerta de la casa, me enfrento a la poca iluminación y al gran silencio que nos ha acompañado  desde que mamá murió y nos mudamos a Nueva York. La casa siempre ha parecido más grande y fría sin ella. La paz que solía llenar cada rincón se ha desvanecido. A medida que avanzo por el pasillo, mi corazón late con fuerza, y me siento nerviosa por lo que está por venir.

- ¡Leah, querida!-  Lily, nuestra ama de llaves que nos ha cuidado desde que éramos pequeños, me recibe con un cálido abrazo y luego toma mi rostro entre sus manos con delicadeza - Estábamos tan preocupados por ti, me alegra verte sana y salva- dice con alivio.

- También me alegra verte, Lily. Necesito hablar con papá. ¿Se encuentra en su despacho?-  pregunto con una sensación de nervios en el estómago.

- Como siempre, sabes que casi nunca sale de ahí -  responde Lily mientras me guía hasta las grandes puertas del despacho.

Frente a esas puertas, me siento pequeña y nerviosa, pero finalmente tomo la manija y entro. El despacho de papá es imponente. Como siempre, lo  que más llama mi atención es el enorme ventanal que ofrece una vista espectacular de la ciudad y los grandes cuadros que cuelgan en las paredes. A lo largo de ellas, se encuentran estanterías llenas de libros.

Papá está sentado en su escritorio, revisando la montaña de expedientes que tiene encima. Sus ojos se levantan al escucharme entrar, y su expresión es un poco sorprendida al verme.

- Hola- logró decir con voz temblorosa, sorprendido se acomoda sus lentes y deja el expediente que estaba leyendo a un lado.

- ¿Dónde has estado?- preguntó papá con voz firme.

- En Londres -  contesto en voz baja, y veo cómo su expresión cambia. Suelta un gruñido y se pasa las manos por la cara, tratando de controlar su temperamento.

-Leah, entiendo que a veces necesites tiempo para ti, pero no puedes desaparecer así sin decir nada. Fue muy irresponsable de tu parte -  dice mientras se levanta de su gran silla y camina hacia donde me encuentro parada como una estatua. Su proximidad solo aumenta mi nerviosismo.

- No, papá, no lo entiendes - Lo miro a los ojos con determinación, el solo  me observan con sorpresa. En mi vida me había enfrentado a él de esta manera - Nunca me preguntaste que era lo que  realmente quería. Todo lo que he hecho desde que mamá murió ha sido por ti - digo con lágrimas en los ojos, intentando limpiarlas rápidamente con las mangas de mi suéter. A pesar de mis esfuerzos, las lágrimas siguen brotando de mis ojos.

- No quería ser abogada, quería ser artista, como mamá.  Tampoco quería dejar mi hogar para   mudarme a esta ciudad, pero lo hice. Todo lo he hecho para hacerte sentir orgulloso y ganarme aunque sea un poco de tu cariño - confieso con la voz entrecortada. Mi padre me mira con una mezcla de sorpresa y comprensión, como si finalmente estuviera viendo la verdad de lo que he estado sintiendo todo este tiempo.

Cuando menos lo espero, unos fuertes brazos me acercan a su pecho y acarician mi cabello. Las lágrimas fluyen de mis ojos en un torrente incontenible, y siento que me ahogo por la intensidad de mis emociones. Mi padre me sostiene mientras lloro, y esta vez, no me juzga ni me reprende. Me permite expresar todo lo que he guardado durante años, y aunque lloro más fuerte al punto en que me cuesta respirar, también siento que es liberador finalmente hacerle saber a mi papá lo que he sentido todo este tiempo.

Su mano toma suavemente mi rostro, y con sus pulgares, limpia mis lágrimas. Sus ojos muestran arrepentimiento y comprensión.

- Lo siento, Leah-  dice con voz suave y apenada - Lo único que siempre he querido para ti y tu hermano es su bienestar. Ahora entiendo que no estuvo bien hacerlos acoplarse a un nuevo lugar cuando acabábamos de perder a tu mamá, pero te pido entiendas que yo también perdí al amor de mi vida. En esos momentos, no pensaba con claridad. Me he comportado de manera egoísta, y lamento haberte presionado para que siguieras una carrera que no era la que realmente deseabas - 

- Te amo, Leah, y no volveré a hacer que dudes de eso. Estoy muy orgulloso de la mujer en la que te has convertido, y quiero que sepas que nunca es tarde para seguir tus sueños - Sus palabras son un bálsamo para mi alma, y siento que finalmente he cruzado un umbral en nuestra relación, un umbral que siempre he deseado superar.

---------------------------------------------------

Lit yo al terminar de escribir el capitulo.