десятый

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¿listos para empezar a sufrir?😈

pues yo ya estoy lista para verlos sufrir, porque sin sufrimiento, no hay diversión 👺

así que, es tiempo de dar un giro...

El alemán se levantó de la cama y se empezó a vestir

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El alemán se levantó de la cama y se empezó a vestir. Aún era de noche y había bastante ruido en la planta baja y eso indicaba que la celebración aún no terminaba, pero podría hacerlo en cualquier momento, y los irían a buscar, encontrándolos en ese estado, oliendo a sexo como unos locos, arruinando la imagen ya desgastada del ex fascista, así que miró al eslavo el cual tenía los ojos cerrados, pero no estaba dormido, lo sabía, pero aún así se acercó a él.

Lo observó durante unos largos segundos—(¿qué mierda he hecho...?) — se preguntó para sus adentros. Claro que sabía lo que hacía hace unas horas, pero por alguna razón, tenía un sabor molesto y amargo en la boca. Y parecía saber por qué...

El eslavo abrió su ojo derecho, mostrando así el espeso color negro y la pupila dorada que adornaban este. Notó la presencia tan cercana del otro, admiró su silueta, esbelta y fuerte, casi completamente como una sobra al verlo por ese ojo; miró a donde estaba el corazón, encontrando algo que no esperaba.

Notó incomodidad, amargura, y más.

Abrió el otro ojo, mirando con más claridad al alemán aún sin ponerse su camisa; iba a hablar, pero fue interrumpido por los dedos del de esvástica, cerrando sus labios.

—tienes que irte— dijo Reich, con una voz que no detonaba mucha tranquilidad, una voz que sonaba bastante apagada, e incluso cegada.

El de martillo y hoz no dijo nada, estaba confundido y solo se dignó a vestirse mientras el otro se ponía su camisa y zapatos.

(ahora que me tienes, ¿aún me quieres?)


 ( ¿por qué ahora?).












Pasaron días y semanas despertando confundidos y aturdidos. Noches de pasión que fueron olvidadas en la calle después de unas horas. Y aún se seguía haciendo la misma pregunta... "ahora que me tiene... nos tenemos... ¿nos seguimos queriendo...?" podían demostrárselo en las caricias y besos, palabras y miradas. Pero todo era tan confuso; en un rato se amaban, al otro se desconocían completamente.

Y ahí estaban en casa del ruso, mientras los menores estaban en una muy larga junta.

El de esvástica saboreaba cada parte del eslavo con sus afilados dientes, mientras sonaban los jadeos, leves y roncos del eslavo.

—Reich...— lo llamó en voz baja.

—dime, schatz. — seguía lamiendo su cuello y mordiéndolo, dejándole marcas.

—¿me amas...? —tenía preguntas, muchas preguntas; pero el ex dueño del territorio alemán era tan misterioso como el universo mismo, lleno de secretos así como de estrellas.

—por supuesto que lo hago— se quedó callado unos segundos y de nuevo habló. — ich liebe dich— dijo mostrando confianza. Pero el ruso sabía lo que en realidad su corazón reflejaba, lo podía ver ahora que no tenía el parche. Dite se acostó en el pecho del ángel ruso y respiró hondo, escuchando el palpitar de su corazón y su respirar. — me encanta cuando te escucho respirar—tomo la mano de su contrario y entrelazó sus dedos con los ajenos. Y con su pulgar arañó la mano de Soviet y la acercó a su boca para depositarle un pequeño beso, limpiando así también la sangre que apenas salía de su mano.

—(¿por qué mientes?, cariño...)—pensó. Llevó su mano libre al cuello del ex fascista sin que él se diese cuenta, alarmándolo, recordando algo que mucho tiempo antes había sucedido...







...






—¿sabes Reich? — dijo el dueño del territorio soviético mientras entraba a ese cuarto oscuro y frío, en el que se encontraba el de esvástica, lastimado y sangrante — te traje un regalito, любовь—

El alemán, el cual estaba de espaldas a la vista del soviético no respondió, enojándolo un poco —¿pasa algo, cariño? — preguntó de nuevo como si nada, y se acercó al cuerpo dañado mientras se quitaba el parche que tenía puesto. — te traje tus flores favoritas. Sé lo mucho que te gustan las rosas, y las hice una linda guirnalda para ti— tomó la guirnalda y la puso en la cabeza del de pelo negro, ejerciendo un poco de fuerza para que las espinas de esta rasgaran la piel ya dañada, y luego puso su mano en el cuello de su "amor". —¿no vas a hablar?, al menos dime lo que sientes por mi... — ordenó ya molesto.

y por un minuto, hubo un silencio jodidamente sepulcral.

—te... te amo...—habló por fin el nazi, el cual ya tenía la cabeza empezando a sangrar por las espinas.

—es mentira. Lo sé, lo veo, a mi no me puedes mentir, amor mío...— apretó con bastante fuerza el agarre en el cuello ajeno, hasta el punto que la cabeza del alemán se desprendió completamente de su cuerpo, esparciendo la sangre por el lugar





...





—eres un monstruo. No creas que he olvidado lo que me hiciste un confinamiento...—

—¿y crees que tú no lo eres, amor? — y de nuevo apretó el agarre en su cuello. — y si tanto me consideras un monstruo, ¿porqué dices amarme?, ¿por qué lo hiciste conmigo?, maldito bipolar...—

he aquí, donde empiezan los problemas :)

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he aquí, donde empiezan los problemas :)

.el ojo derecho de URSS, si, el del parche. ve los sentimientos y secretos que oculta la gente, no ve los colores, ni las caras, como sombras, solo se ven sentimientos.

.Reich sufre de serios problemas mentales, que nunca fueron tratados.

.la letra de la historia, es inspirada en canciones

tengo el maldito presentimiento de que esto va a salir muy mal, pero bueno. la verga nos trajo, la verga nos va a llevar. Gute Nacht.

˚₊·͟͟͟͟͟͟͞͞͞͞͞͞➳❥ ꒰ ⌨ ✰ @𝙲𝚊𝚗𝚒́𝚋𝚊𝚕 ⁱˢ ᵗʸᵖⁱⁿᵍ··· ꒱ | ೃ࿔₊•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora