EL JILGUERO DEL BOSQUE T H I R D M E X W E E K 2 0 2 2

[ D I A 3 ] PELEA/TOXICO

Third Reich viajaba en su Mercedes Benz por la carretera Franz-Kissel Weg, que corría paralela el rio Rin, se dirigía a Bonn. La ciudad más importante al Este del país germánico.

El camino no le importaba, ya se lo sabía de memoria al grado de parecerle aburrido, por lo que aprovechaba esos viajes para leer, sobre todo las publicaciones de la prensa internacional que conseguía a escondidas a través de los espías de la SS. Tenía que recurrir a ellos ya que Hitler se obsesionaba con que Third Reich solo lo escuchara a él y a los medios locales que estaba plagada de propaganda y "buenas noticias que todos querían escuchar".

Solo en la prensa internacional se enteraba la dimensión cabal que era la guerra.

Pasaba los largos y delgados papeles escritos en múltiples idiomas que le informaban sobre los bombardeos exitosos de Alemania sobre Malta en el frente Italiano, el avance contundente de Imperio Japonés sobre Birmania e Islas Salomón que luego es repelida por los sagaces Estadounidenses; en el frente ruso siguen los bombardeos sobre Múrmansk, mientras las AfricanKrops siguen su avance sobre Egipto hacia Túnez, que es confrontado por el frente del Imperio Británico, al igual que la RAF destruye sus fábricas Heinkel de y bombardea la ciudad alemana de Mannheim.

Están en el punto más álgido del conflicto, Third Reich tuerce los labios y chasquea la lengua en desaprobación. Se suponía que el plan era avanzar en un solo frente por Europa y cuando se tuviera asegurado todo el continente; iría por Rusia en la conquista del "Espacio Vital", que era el fin del Proyecto Ario. Ahora esto no tenía ni pies ni cabeza, Alemania Nazi pelea en 5 frentes distintos.

Suspira francamente exasperado. Hitler cada vez toma decisiones peores, más fanáticas y más irracionables; lo peor es que no escucha otras opiniones; no deja que él y los verdaderos generales y genios militares como Erwin Roomel, tomen las riendas de los avances de las tropas. No creía que llegaría a este extremo, Reich mató a varios miembros de su propio ejercito y del mismo Partido Socialista Obrero por disidencia al presentar cualquier desacuerdo con el actuar de su Fürher... Ahora, hasta el mismo empezaba a sentir ese descontento.

Sus ojos se ampliaron al toparse con un encabezado que, francamente, le hizo poner todo a segundo plano.

-Änderung der Pläne [Cambio de planes]- le dijo en voz alta y autoritaria a su chófer- Drehen Sie um und fahren Sie nach Süden, ich will nach Bad Godesberg. [Da vuelta y dirígete al sur, quiero ir a Bad Godesberg].

- Zum Hotel Dressen, meine Nation? [¿Al Hotel Dressen, mi Nación?]

- Ja. [Si]

- ... Er geht in letzter Zeit oft in dieses Hotel... [... Va muy seguido a ese Hotel últimamente...]- contestó el chófer en un murmuro, más para sí mismo. Sintió una dolorosa punzada en su nuca, por el espejo retrovisor del auto, pudo ver que Third Reich le miraba de forma una fría y amenazadora; fue cuando se dio cuenta de su imprudencia- V-Verzeihung, ich meinte: Ja, ja, mein Herr! [D-Disculpe, quería decir. ¡A la orden, mi Señor!]

Llegando al Hotel Dressen, el Nacional-Solcialista salió rápidamente, sosteniendo el periódico debajo de su brazo. Los guardias que custodiaban el recinto y a los miembros de la Embajada Mexicana de Marsella, se pusieron en firmes y lo recibieron con el clásico saludo Nazi, levantando el brazo derecho. Ellos mismos le informaron que los residentes estaban en el comedor, tomando sus alimentos del día.

Llegó al comedor y con su vista recorrió a todos los presentes. No encontró a el Country tricolor que estaba buscando.

- ¿Donde esta su Nación, su Excelencia?- preguntó el de esvástica directamente al Embajador mexicano.