"Roomie" - [HaruKyu]

cap. 17: competencia

— No saben cuanto les agradezco que hayan venido a apoyarme. — habló Haruto desde el asiento trasero para Junkyu y Jihoon, quienes iban en el asiento del copiloto y piloto respectivamente.

El gran día de la selección al club de natación para los siguientes alumnos que ingresarian tras la salida de los de último semestre había llegado.

Haruto había invitado a Jihoon también, ya que este siempre había sido muy bueno con él y con el tiempo habían empezado a convivir más.

— Para mí es un honor venir. Gracias por invitarme. — respondió Jihoon, quien iba manejando.

— No es nada, Haruto. Jihoon y yo estamos encantados de venir a apoyarte.

— Y Canny también está emocionada. — señaló Jihoon.

Canny se encontraba en su sillita, al lado de Haruto,  con una banderita que Junkyu había echo con el nombre de Haruto. La pequeña había estado gritando un montón de palabras incompletas que Junkyu le había enseñado para que apoyara a Haruto, aunque ninguna se entendía completamente, todo esto mientras movía su banderita y después aplaudía.

— ¿Me apoyarás mucho, Canny? — preguntó el japonés haciéndole cosquillas.

— ¡Duto! — gritó de repente entre risas.

— ¡Dijo mi nombre! — gritó Haruto señalando a la pequeña.

Canny no solía decir mucho. Por ejemplo, jamás había llamado a Haruto hasta ahora.

— ¡Duto! ¡Duto! ¡Duto! — gritó dando pequeños brincos sobre su mismo lugar.

— ¿Y qué hay de mí? —llamó Jihoon. — Vamos Canny, ¿cómo me llamo?

— ¡Hoon...ni! — gritó señalandolo.

Los mayores empezaron a reír. Canny realmente estaba feliz y empezaba a interactuar más con los demás.

Jihoon finalmente se estacionó y empezaron a bajar. Cada quien bajó por su cuenta. Haruto tomó su mochila y también cargó a Canny, quien estaba muy feliz con él.

Canny seguía emocionada, gritando los nombres de Haruto y Jihoon, algo que casi no hacía, realmente no hablaba mucho.

— Creo que le agradas, Haruto. — dijo Junkyu sin poder dejar de ver lo feliz que estaba su hija en sus brazos.

— A mí también me agrada. Su hija es muy simpática, ¿quién podría resistirse a ella?

— Haruto tiene un punto. Nadie puede con este saco de ternura. — dijo Jihoon mientras le hacía cosquillas a la pequeña.

Junkyu sonreía mientras caminaba detrás de ambos. Era sorprendente para él como en tan poco tiempo Canny y él se habían vuelto tan cercanos. A Canny le costó mucho acostumbrarse a Jihoon, incluso aún cuando pasaba días enteros con ellos, pero a Haruto lo quiso desde la primera ocasión en la que se vieron. Ahora incluso podía quedarse sola con él y no pasaría nada.

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— Mucha suerte, Haruto. — dijo Junkyu, antes de despedirse de él para que se fuera a vestidores. — Espero que todo salga bien.

— Gracias hyung. — respondió el menor. — Sé que va a sonar raro, y si no quiere, está bien, pero, ¿puedo pedirle algo?

— ¿Qué pasa?

— ¿Me puede dar un abrazo? Estoy nervioso y yo...

Junkyu soltó una pequeña risa y asintió con la cabeza para después abrazarlo.

Ambos estaban en las gradas, Junkyu estaba sobre el primer escalón, ya que pasaría a su lugar en cuanto Haruto se fuera, por lo que la altura ganada, era suficiente para compensar la diferencia de altura entre ambos.