"Roomie" - [HaruKyu]

Cap. 1: Sobre Gastos Y Vivir Al Día

Y en medio de una enorme ciudad con las fechas más ajetreadas de la temporada un joven de 22 años continuaba con algunas costuras más de un pedido que le habían encargado por la mañana y que era urgente. Escuchaba las noticias desde la tele de su sala, pero no ponía mucha atención por lo que estaba haciendo.

Se dedicaba a la costura, lavado y planchado de la ropa de muchos de los vecinos de su departamento, además de hacer unas cuantas tareas más, como cocina, aseo o cuidado de infantes en algunas ocasiones, para ganar algo extra.

Llamaron a su puerta y levantó la mirada esperando que no fuera quien creía que era. Sólo deseaba un día de paz, donde no tuviera que verle la cara al idiota de su ex novio.

— Junkyu, soy Jihoon. Es que compré algo de comer y quería invitarte.

Suspiró de alivio.

— Pasa, Jihoon. — respondió desde su lugar.

Jihoon sacó las llaves del departamento de Junkyu y entró, cerrando después con llave.

— Disculpa que no te haya abierto, tengo que terminar este pedido y estoy a punto de hacerlo.

— Genial. Voy a poner la mesa mientras tanto. — respondió el otro, pasando hacia la cocina.

Junkyu pasó nuevamente el saco por la máquina de costura, reforzando la última parte del cuello, y después quitando el hilo sobrante.

Miró el saco y este estaba listo.

— ¿Cómo te ha ido? ¿Mucho trabajo? — preguntó Jihoon, haciendo plática mientras acomodaba la mesa para que comieran.

— Si, los vecinos me dieron mucha ropa esta semana. Aún me falta un pedido, pero la mayoría ya lo terminé. Este saco recién me lo pidieron hoy, así que le di prioridad porque dijeron que lo necesitaba para esta noche y antes no habían visto que tenía estos detalles.

Junkyu planchó un poco el saco y después lo acomodó en un gancho, colgandolo en el perchero por último.

— Terminé. — dijo con una sonrisa.

— Justo a tiempo, también terminé de poner la mesa. — anunció el otro. — Vamos a comer.

Junkyu estuvo a punto de hablar cuando llamaron a su puerta nuevamente.

— Seguramente es para el saco, ahorita voy.

Jihoon asintió, y mientras tanto se dedicó a servir en ambos platos.

Junkyu abrió la puerta, a punto de saludar su sonrisa se borró al verlo.

— ¿Qué te pasa, cielo? ¿No estás feliz de verme?

— ¿Y ahora qué quieres, Yoshinori?

Jihoon levantó la mirada al escuchar el nombre.

— Tranquilo, sólo vine a ver como estás. — respondió mientras lo barría con la mirada de pies a cabeza. — Y ya veo que estás muy bien.

— Sólo dile qué quieres y lárgate. — habló Jihoon acercándose a ambos.

— Vaya, aquí tienes a tu perro guardián. — respondió el japonés sin voltear a ver al otro. — Te traje la pensión de tu mocosa.