"Roomie" - [HaruKyu]

Cap. 2: Una Habitación

- Hola, mi nombre es Haruto y vengo por el anuncio de habitación disponible.

- Lo siento, pero ya tomaron la habitación. - respondió el otro joven, señalando el anuncio a un lado de su puerta, que tacha a la nota y debajo agregaba que ya no estaba disponible. - Si te sirve de algo, creo que en la siguiente calle había algunos con unas cuantas habitaciones disponibles, deberías ir pronto. Estas fechas llegan muchos nuevos estudiantes.

- Gracias, y gracias por la recomendación también. Ten un buen día.

Haruto hizo una reverencia y después siguió su camino hacia donde el otro le había indicado.

Tachó el anuncio del periódico sobre la habitación y se puso a leer cerca de aquella sección para encontrar algunas opciones más, en caso de que las otras habitaciones ya estuvieran ocupadas también.

Y atinó con lo dicho. Cuando pasó por la siguiente calle, la mayoría de los cuartos con habitaciones disponibles tenían ya ocupada su disponibilidad y los que no, exigían que fueran solamente estudiantes femeninas o de cierta carrera, ninguno de la suya.

Se le empezaban a acabar las operaciones, pero su optimismo no lo dejaba tener algún mal pensamiento o siquiera desanimarse.

Siguió caminando a las siguientes calles, para seguir buscando una habitación y, a la vez, un trabajo.

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Un par de horas después, realmente no podía haberle ido peor. No había encontrado ni un empleo, ni una habitación.

Cuando regresó al hotel, llevó consigo algo de comida rápida para cenar.

Honestamente tenía mejores expectativas sobre su primer día. Esperaba al menos tener más suerte, pero, a decir verdad, seguía optimista.

Claro, ¿por qué no? De todas maneras, desanimarse no arreglaría las cosas. Quería mantenerse positivo y, a decir verdad, tenía buenas expectativas sobre el siguiente día.

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- ¿Por qué no me habías dicho que Yoshinori no te daba la pensión completa?

Junkyu bajó los palillos. Realmente esperaba que Jihoon no tocara ese tema.

- A veces lo hace. Como una vez al mes. - respondió. - Cuando lo amenazaste la primera vez, empezó a darme el dinero que acordamos. Sólo fue por un mes, después empezó a bajarlo, hasta que llegó a esa cantidad. Y ha llegado a sólo darme W2,000.

- Es un sin vergüenza. - dijo. - Ni Canny ni tú merecen tener a ese tipo en sus vidas.

- ¿Qué se supone que haga? Aunque me de poco, con lo que gano por coser, lavar y planchar, me las arreglo para poder comprarle a Canny lo que necesita y nuestra despensa. Me amenazó con dejar de darme si me meto a trabajar, y necesitaría aunque sea su ingreso para poder pagarle a alguien que la cuide.

Junkyu tomó el sobre donde estaba el dinero que Yoshinori le había dado, más el que Jihoon le había sacado. Contó cierta cantidad, llevándose casi todo lo que le habían dado y se lo dio a Jihoon.

- Es lo de la renta de este mes.

Jihoon era el dueño del edificio en el que Junkyu vivía, y desde que había empezado a vivir ahí él no pagaba renta, en cambio, se dedicaba a hacer limpieza, a veces le hacía de comer o desayunar, o lavaba su ropa por él.

- No lo voy a aceptar, Junkyu. - respondió deslizando el dinero de nuevo hacia él. - Tú ya haces mucho por mí y por todos los que vivimos en este edificio.

- Jihoon, por favor. Esta semana no ha estado tan apretada para mí y puedo dártelo, por favor, de verdad no quiero que más piensen como Yoshinori.

- No lo voy a tomar, Junkyu. No está bien que vivas al día y menos si tienes una hija que depende completamente de ti. Si la quieres cuidar, también tienes que estar bien tú.

Junkyu asintió, sobando su brazo mientras veía a su pequeña.

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Si bien su ex novio era alguien a quien quería olvidar, debía admitir que al menos algo bueno salió de él. Su linda hija era su felicidad desde que la vio por primera vez. Recordaba los miedos que tenía cuando estaba esperando por ella aún, las incontables veces que incluso consideró en aceptar darla en adopción, no porque no la quisiera, sino porque no tenía algo para ofrecerle. Pero desde que la tuvo entre sus brazos, algo dentro de él había despertado, un sentimiento tan puro y acogedor que sólo le daba fuerzas para seguir adelante.

La veía tan pequeña y frágil, como si cualquier cosa podría lastimarlo, pero él siempre estaría ahí para protegerla de todo lo que se le viera enfrente, incluso de Yoshinori.

- Jihoon, quería hablar de algo contigo, sólo espero que no te moleste.

- ¿Qué sucede? - preguntó el otro casi en un susurro, pues Canny recién se había quedado dormida, y de hecho era él quien la cargaba.

- Quiero tener otra fuente de ingreso. - Junkyu se acercó para tomar a su niña y acostarla sobre la cama. - Como ya sabes, me sobra una habitación, que no uso, así que estaba pensando en rentar la habitación para alguien que la necesite.

- Me parece bien. - respondió el otro. - Pero si es por lo de la renta...

- No, no... Pero ten por seguro que algún día te pagaré todo el tiempo que he estado aquí. Pero no, no es por eso. Es sólo que Canny está creciendo, sé que aún es pequeña, no tiene ni medio año, pero ella necesitará algo más cuan más grande sea. - Junkyu se acercó a la cama y con cuidado la acostó, después abrigandola con la cobijita. - Estaba pensando en cobrar la mitad o la tercera parte de la renta que sería por este departamento.

- Estoy de acuerdo entonces. Pondré un anuncio frente al edificio y prepararé un contrato.

- Me ayudarías mucho con eso. - respondió Junkyu. - Sólo tengo algunas condiciones, por mi niña, fuera de eso, estoy bien. Canny es muy tranquila y disfruta del ruido, no le molesta tanto.

- Me parece genial, ¿te parece si discutimos mañana el contrato? Los dejo descansar.

- Claro, vamos, te acompaño a la puerta.

- No, no, para nada... - se adelantó a decir. - Mejor quédate con ella, ya se acomodó contigo. Yo puedo irme. Nos vemos mañana, descansa Junkyu.

Junkyu asintió levantando la mano y despidiéndose de él.