The Lengend Slayer

CAPITULO 7: EL ASCENSOR

El cielo era de un color rojizo y las nubes de un negro puro, las rocas eran grisescas y en el aire se podía sentir un desagradable olor a carne podrida. A lo lejos no se veía mas que rojo, rojo, y mas rojo,... juro que cuando salga de aquí no volveré a vestir de rojo.

Nos encontrábamos en el Infierno. Solo llevamos tres minutos caminando y ya sentía un débil peso de culpa o... no se, no estaba de muy buen humor, lo veía todo,... de una manera diferente, no sabría como explicarlo,... por ejemplo, cuando vi a Lieben como ignoraba de nuevo a Puck cuando intentó ayudarla por la caída, me enfade, me molesté porque Lieben no se estaba comportando correctamente.

A medida que íbamos avanzando, nos encontrábamos con gente, personas, niños, niñas, abuelos, abuelas, adultos. Ya sean de 5 o de 60 años, todos con los que nos cruzábamos tenían la mirada vidriosa y caminaban sin rumbo fijo. Algunos de chocaban e intentaban avanzar a la fuerza. Parecían muertos vivientes, zombis. Con su tez pálida, algunos con un brazo de menos, otros con sangre en la frente o un agujero que le atravesaba todo el cráneo dejando ver los sesos.

Poco a poco, el paisaje fue cambiando y a lo lejos se podía ver agua, junto a un enorme barco oscuro y tenebroso lleno de algas y sucio. En uno de los laterales del barco se podía leer Titanic.

A medida que nos acercábamos, Celestina -que encabezaba la caminata- fue ralentizando el paso hasta quedarse parada. Todos la miramos extrañados, pero entonces, me di cuenta que se acercaba una mujer de no mas de 30 años, con grandes atributos y buen cuerpo, vestida completamente de negro y una libreta en la mano derecha, cuyas uñas parecían ligeramente quemadas por lo bordes, su rostro estaba ligeramente manchando por hodín y sus ojos eran de un color rojo sangre que te dejaba paralizada, se parecían,... a los ojos de Zeref... no parecían tan enloquecidos como los del mago oscuro, pero seguían teniendo algo indebido en ellos. Pero no fue todo eso lo que me llamó la atención de ella, no, por supuesto que no, fue su cabello. Largo hasta la cintura, recogido en trenzas finas tiradas remarcando en brillante color rosa que adornaba su cabello. Su cabello era rosa, tan rosa como el de Natsu.

- Muy bien pendrejos -dijo la mujer con un fuerte acento nórdico- Me llamo Alaska y seré vuestra guía durante vuestro recorrido hasta cumplir vuestra misión. Primero de todo necesitarais saber que esto es el infierno, nunca mejor dicho, y vais a tener que atravesar, si queréis cumplir vuestra misión, los nueve pisos del inframundo. La travesía es difícil, en especial para vosotros que no estáis muertos, y en la mayoría de casos los seres vivos que llegan aquí se quedan con el cerebro frito como un poyo recién electrocutado así que, espero que vuestras mentes estén preparadas para lo que os espera allí abajo -acabó su pequeño discurso con una sonrisa gélida y sus ojos nos observaban detalladamente, como si solo con mirarnos pudiera saber todo acerca de nosotros, esto era intimidante.

Todos nos quedamos un momento callados y flipando colores.

-Emm... -dijo Celestina- Lo siento pero creo que se ha equivocado de grupo, nosotros estamos muertos.

Alaska le otorgó a Celestina una sonrisa asesina.

-Si ustedes son muertos, yo soy Micky Mouse.

Ahogue una risa a la fuerza. O dios mio, esa frase nunca se me olvidaría en mi vida.

-No te preocupes Celestina -continuó Alaska, no estoy aquí por ti, bueno lógicamente si, estoy aquí por tu culpa pero eso es otro tema, estoy aquí por Natsu Dragneel.

Entonces dos cosas pasaron por mi mente: 1. Celestina había matado a Alaska 2. Pelo rosa.

- Natsu Dragneel. Hijo adoptivo de Igneel el rey dragón de fuego. Sabes, yo acompañé a tu padre hace poco hasta que encontró su lugar aquí, en los tres reinos de ultratumba. Pero, que hay de tu padre real? Y tu madre? Nunca se te pasó por la cabeza que a lo mejor tuvieras mas familia aparte de tus padres? Nunca se te ocurrió tener hermanos? Tíos? Tías? Bueno pues yo tengo la respuesta a todas estas preguntas. Quieres saberlas?

La temperatura pareció bajar y juro que Natsu parecía mas pálido de una momia empapelada.

- Pero bueno. Eso ya lo hablaremos mas tarde, ahora, es hora de coger un barco.

Avanzamos con pasos vacilantes hacia el barco. No sabíamos que nos esperaba, pero si que no era nada bueno.

El barco avanzaba lentamente, entre las tranquilas aguas, demasiado tranquilas para parecer reales. A medida que nos alejábamos de la costa, el barco avanzaba mas rápido, hasta parecer que volábamos, en un momento de lucidez, decidí mirar hacia abajo para intentar adivinar el porque de la rapidez.

Casi me da un paro cardíaco al ver que avanzábamos directos hacia la boca de un kraken gigante, lleno de hileras e hileras de dientes torcidos que se abrían y se cerraban como cuchillas jamoneras. WTF tío?!?! Donde mierdas nos hemos metido!?!

- Vamos a morir!! -chillo Yujo a mi lado con una fresa en la mano... si ella seguro que iba a morir al darse cuenta de lo que tenia en la mano.

- Se puede morir en el Infierno?! -grito Gray al borde de la histeria.

- Mira Happy! -dijo Natsu- Es Kanaloa!!!

Todos nos giramos hacia Natsu con una gota anime y con unas ganas tremendas de estamparlo contra uno de esos afilados dientes. En serio una de esas neuronas -si es que la tiene- le hacia mas tonto cada vez que se acercaba a la muerte.

- Lucy! Si morimos aquí quiero que sepas que te amo! -dijo Sting chillando y llorando como una niña pequeña abrazado a Rogue, que estaba igual.

- No vamos a morir -dijo Alaska con el timón en las manos- Cereza es vegetariano no hay nada que temer. Ademas, Cereza es... lo que se podía decir ascensor del Infierno.

- A que guay... ESPERA QUE??!! -gritamos todos.

Pero fue demasiado tarde ya que una hilera de dientes se nos tragó.

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-Por culpa de esa zorra tendré que cambiar lo planes, mierda! Como se me pudo olvidar que había una Oráculo muerta! Y lo peor es que la maté yo! Pero bueno, no pasa nada, solo me falta un elemento, y ese lo tienes tu Lieben...

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Holii! Para lo que no lo sepáis Kanaloa es el pulpo raro de Byro, es el jefe del Cuerpo de la Legión, o también lo podéis conocer a su versión de Edoras, el tío bajito que daba cosita si bajaba la cabeza y creo que era el consejero del rey.