The Lengend Slayer

CAPITULO 2: UNA MISION

Hace alrededor de un año, una misión pedida por el mismísimo rey llego a los gremios mas poderosos pidiendo que los magos mas fuertes de cada gremio se juntaran para acompañarlo hasta las tierras vecinas. El trabajo parecía sencillo, algo fácil de hacer, proteger al rey. Pero nos equivocábamos, todos lo estábamos. Y ahora me daba cuenta del porque Libi y Bosh se habían negado a que nosotras participemos. Ahora lo entendía todo, el porque, el como y el no.

UN AÑO ATRAS

-Nee-san! Mira que petición a llegado! -decía Yujo agitando animadamente un trozo de papel amarillento. Me acerque curiosa. Era una misión que consistía en acompañar al rey y ser su guardia personal durante su viaje hacia las Tierras Vecinas por negocios del reino, y como últimamente habían sucedido diversos asesinatos a gente importante el temía ser atacado por igual- La aceptamos!? Que dices!? Hace siglos que no salimos de misión! -decía dando saltitos como una niña pequeña.

Me rei por su comportamiento.

-Volvimos ayer de una misión Yujo, lo único que quieres es ver a Gray -le dije con una sonrisa.

Yujo y Gray llevaban un mes casados y aun no se decidían quien de los dos abandonaba su gremio, y como este trabajo haría diversas paradas, seguramente pensaría que nos pararíamos en Magnolia- Vale, aceptala si quieres, pero antes hay que avisar a las demás -le respondí con una linda sonrisa.

-Gracias Nee-san!!!! -y se fue corriendo ha suplicarles a Libi y Bosh.

En ese momento entro Tenshi que había desaparecido hacia mas o menos un mes, le paso un frasco transparente con un liquido azulado a Yukino y se sentó a mi lado como si nada.

-Que hay Lucy? Alguna novedad? -pregunto la Angel Slayer.

-Nop, nada nuevo, Yujo quiere ir a una misión que consiste en acompañar al rey hasta las Tierras Vecinas, te apuntas?

-Por supuesto, como puedes dudar de mi?

-Podemos ir nosotros también?

De la nada aparecieron Sting, Rogue y Puck con todo su estilo y gloria, los muy hijos de su madre habían ganado musculo y estaban mas que buenos, y no es malo, al contrario.

-Claro -les dije a la vez que Sting me levantaba de mi silla, se sentaba el y me sentaba encima de el, acomodándome a su gusto (su gusto= mi trasero en sus partes no santas).

Estuvimos hablando de cosas triviales mientras Cristal y Tora bebían te encima de la mesa, cuando de repente se oyó un grito negativo.

-LIBI HA DICHO QUE NO IREMOS Y ES QUE NO!! -el grito todopoderoso de Bosheit resonó por todo el gremio, provocando que todos la mirásemos curiosos- Y USTEDES QUE MIRAN?!

Hay que admitir que desde la boda de Yujo, las dos habían estado un poquito (mucho) nerviosas y reaccionaban a cualquier roce. Lieben estaba sentada con su mirada teñida de amarillo, solo le pasaba eso cuando estaba realmente enfadada o se negaba a algo rotundamente, y Bosheit estaba de pie con las fracciones tensas y el ceño fruncido, con las dos manos en la mesa y su mirada taladraba a la pobre Yujo que se estaba encogiendo de miedo. Durante las ultimas semanas, Libi había estado llevando armas echas de luz al gremio y las sacaba en cada momento en que se habría la puerta del gremio o se oía algún ruido extraño, y habían aparecido victimas con dos marcas rojas en el cuello, lo que indicaba que Bosheit se estaba alimentando de humanos, pero a pesar de lo muy hiperactivas y peligrosas que habían parecido durante ese tiempo, nunca habían llegado a gritarle a alguna de sus amigas.

Esto ya era pasarse.

Me levante de un salto y cogí a Yujo que miraba con los ojos como platos a nuestras mejores amigas.

-Iremos, porque queremos, necesitamos el dinero y porque hace siglos que no nos dejáis salir del gremio para hacer nada. Así que parar de comportaros como unas autenticas perras y entonces os aremos caso.

Dicho eso los cogí todos del cuello (Sting, Rogue, Puck, Tenshi, Tora, Cristal y Yujo, no pregunten como a y también a Rose que se había unido hace poco al gremio) y los saque a rastras en dirección a la estación, a la vez que invocaba a Virgo para que recogiera las cosas de todos.

No importaba lo que nos dijeran, nosotras iríamos a esa bendita misión.

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Lo que no sabíamos era que esa misión, desencadenaría una aventura mucho mas peligrosa y atrevida, que traería mentiras rebeladas, muertes inesperadas, desgracias, efectos nucleares y finalmente, el fin del mundo.