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[CITY of LIES]

Luego de unos minutos ambos llegaron al lugar, un antro. Bastante lujoso. Habían dos guardias en la entrada. Y una gran fila de personas.

Tom se bajo del auto y seguido de el, la contraria lo hizo. Al momento en que el de rastas se poso a su lado, este agarro la cintura de la contraria de manera territorial, dándole a entender a todos que era suya.

El guardia de inmediato los dejo pasar lo que hizo que el chico soltara una sonrisa victorioso.

— Vamos muñeca — Le dijo kaulitz, por alguna razón la chica se había acostumbrado a los apodos del contrario.

Ambos entraron y observaron a la gente, pocos bailando, otros en la barra y algunos en mesas vip.

— ¿Seguro que podemos pagar esto? — Pregunto la chica mientras que lo miraba algo nerviosa. Por su parte el chico se acercó al oído ajeno y susurro.

— No te preocupes por el dinero, eso dejamelo a mi — Su voz al decir aquello por alguna razón fue más grave de lo normal, cosa que hizo erizar la piel de la chica.

Kaulitz la guió hacia una mesa vip desocupada por lo que rápidamente los fueron a atender

— ¿Que desean? — Pregunto el  encargado.

De inmediato fue interrumpido por la chica

— Un shot de tequila, por favor

Tom no pudo evitar sonreír de oreja a oreja para después asentir con la cabeza

— Yo también — Le dijo al encargado quien rápidamente se fue a traer las órdenes. — Vaya gatita, con que shot de tequila... muy bien, esta será una gran noche

Le dijo y poso su mano en su muslo cosa que hizo sonrojar a la chica de inmediato.

— No te imaginas como soy cuando tomo — Respondió la contraria por lo que Tom sonrió picaramente. — Puedo hacer locuras y tal vez te gusten

De inmediato la miró y se acercó a su oído, para susurrar

— No haré nada sin tu consentimiento muñeca por más que quiera hundirme entre esas piernas

Aquello provocó que la chica no supiera que decir de los nervios, pero no podía evitar admitir que aquel chico la excitaba. Todas sus palabras o apodos producían mariposas en ella.

[...]

Ya se encontraban bebiendo, este era su sexto shot y la chica ya se sentía extraña. Tom estaba como si nada.

— Lo mejor será que pronto te lleve a tu casa, linda — Le dijo el de rastas por lo que la chica negó. — Si, preciosa, no quiero vómitos en mi auto

De inmediato la contraria sonrió y se subió encima de las piernas ajenas quedando frente a frente

— No quiero irme

Toph
Sexto capítulo.

CITY of LIES ; Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora