Ella sabe que la extraño, pero...

51 10 3
                                    

Tiro el jarrón con flores que estaba en la pequeña mesa de centro, estaba tan enojada, tan perdida.

Tan perdidamente enamorada.

— ¡Estás mal Im Nayeon! Hablé a mi misma.

Corrí hasta el baño, y me metí en la ducha. Abrí la llave con presión alta y agua fría, ni siquiera retiré mi ropa, sólo quería sentirme viva otra vez.

El agua no servía de nada.

Me hacía falta ese cabello rubio,

Me hacía falta ella.

Salí del agua para acallar mi dolor.

...

— ¡Vamos! agh, levántate.

— No quiero ir hoy, ni mañana, ¡ni nunca!

Parecía una guerra.
Almohadas por doquier, y una Jeongyeon envuelta en la cobija, aferrada a la cama.

— Tienes que ir.

— ¡No puedo! Que se supone que haga ahora sin Nayeon. Decía con el rostro pegado a la almohada

— ¿No te gusta actuar?

— No me hagas esa pregunta tan tonta, no estamos en una película.

— ¿Entonces?

— Sabes que sí.

Se dió por vencida, y tomó asiento al lado de su hermana, dando palmaditas en su espalda para que esta reaccionara.

— Dime algo. Obtuvo su atención. ¿Te gusta Nayeon?

— Amaneciste preguntona. Haciendo un puchero con su rostro.

— ¡Quiero ayudarte!

Ambos ojos conectaron, unos de angustia y otros preocupados por aquel sentimiento.

— ¿Nayeon es más que una compañera? ¿Ella te hace sentir bien?

Su expresión temblaba, y sus ojos lagrimosos dejaron caer algunas lágrimas.

— Sí, no sólo me gusta, ¡me encanta! Estoy enamorada, muy enamorada de ella.

No sentía vergüenza, al contrario, nunca antes había sentido tanta paz.

...

El hotel vacío ahora era un revuelco de personas, ahí estaba una estilista, un psicólogo y su padre; quien gritaba histérico a los ojos de su hija.

— ¡¿Qué carajos hiciste?! Ahora tengo que arreglar tus desastres, ¿quieres parecerte a un hombre? ¿Te vas a convertir en uno para casarte con esa enferma?

— ¡Suéltame! Sólo hice un cambio, no soy un hombre, ni tampoco quiero serlo. Jeongyeon no tiene nada que ver en esto.

Nayeon había cortado su cabello, un poco desalineado, pues, no era peluquera.

— ¡Lo ve! Está loca, es una enferma como esa. Decía el señor Im al doctor presente. Arréglala lo antes posible.

— Señor, yo no creo que...

— Te voy a pagar bastante, no quiero una hija enferma. Se dió la vuelta. ¡Y tú! Arréglale el cabello, debe lucir como una mujer normal.

Su padre estaba loco, y ella lo sabía.

Había tantas cosas que quería cambiar ó, como decía él, "arreglar" sobre ella.

Pero nunca, de verdad nunca, podría arreglar ese amor que tenía guardado en el corazón.

Necesitaba salir de ahí.

Necesitaba ver a esa linda chica de nuevo.

— Oye. Tocó el hombro de la estilista. — Necesito que me hagas un favor... te pagaré como corresponda.

Aveces las ideales de su padre servían de algo.

...

Jeongyeon no fue al teatro ese día, en su lugar, había estado en casa ayudando a su madre a cuidar a su prima.

— Jisu-yah, ¿eres buena en la escuela?

— Pues, mamá dice que no, pero papá dice que no estoy nada mal.

— ¿Y la novia de mamá?

— ¿Dongie? Ella dice soy inteligente y que podré ser una actriz fenomenal.

— ¿En serio? Me alegra eso.

Seungyeon se apareció en detrás de la puerta, comiendo helado y mirándolas. — Jisu, estás aquí, ¿Cómo te trata ella? ¿Ya te torturó con su historia de amor?

— Seung-

— ¡¿Tienes una historia de amor?! Cuéntame, vamos hazlo. La pequeña saltó de la emoción en su lugar, esperando a que alguna hablara.

— Ella... está enamorada de su compañera. Compartieron sonrisas cómplices entre dientes.

— ¡No le digas esas cosas a la niña!

— Tiene diez años, por Dios.

Mientras que la mayor ahí volvía a hablar, su madre ordenó a ambas ir por ingredientes para la cena.

— Seungyeon y Jeongyeon, vayan al supermercado, hoy viene la familia y me hacen falta algunas cosas.

Jeong se burlaba de ella y su intento fallido de chismosear su vida.

— Vámonos boba.

...

Llegaron a la tienda y tomaron un carrito, fueron a cada área de alimentos en la lista y se dirigieron a comprar.
Estaban viendo la frutas cuando observó a su hermana sacar su teléfono. — Dame un segundo, es la tía Lee.

— Por supuesto.

Como era de costumbre, Jeongyeon se alejó y fue directo a la zona de ropa, le encantaba ver un montón de vestidos y trajes bonitos que no podía comprar.

Siguió observando, quería tomar una prenda que estaba algo enredada, llamó a un encargado, pero entonces una chica, quien supuso, era otra encargada, se dispuso a ayudar.

Le dió la chaqueta de cuero con su sonrisa alegre. — ¿Necesitas algo más?

Acababa de conectar con unos ojos conocidos, una mirada que había conocido hace años, esos ojos chocolate, y sus cejas redondas. Los labios rosas y esa cabello castaño.

— Na-

— Shh. Retiró la gorra, soltando el ahora poco cabello.

— Te cortaste... tú.

— ¿Me veo mal? Ja, lo siento. Soltó una pequeña risa silenciosa.

— ¡Para nada! Es sólo, ¿Qué haces aquí?

— Vine a buscar el amor.

...
HOLAAAAA, actualización.
Me desaparecí por unos problemotas y mucho trabajo, pero aquí andamos vivos gracias a Dios.

Capítulo dedicado a mchglvvr

SKTILH | 2yeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora