AQUELLA PRIMERA VEZ

CAPITULO 2

INTERCAMBIO DE MIRADAS.

Ya habíamos llegado a el estacionamiento y no cabía ni un auto más, así que decidimos dejarlo afuera de la casa para así no tener problemas cuando volviéramos a casa.....Si no habíamos ni entrado y ya yo estaba pensando en irme a casa, la verdad no sabía exactamente qué pasaría esta noche pero mi presentimiento hacia las cosas no fallaba.

Entramos por una gran puerta en la que encontramos un pasillo que nos llevó a el gran salón donde había demasiada gente para mi gusto.

-Woow eso sí que es una fiesta - dijo leyla- hay demasiadas personas.

Si Leyla era casi como yo, no le gusta mucho estar rodeada de tanta gente pero por lo menos ella lo soportaba más que yo.

-Objetivo localizado- dice Lucy

La sigo con la mirada y me doy cuenta que va acercandose a un grupo de chicos que están ahí en el bar, no nos tocó de otra que seguirla ya que no conocíamos a nadie ahí dentro-ni fuera -

-Hola hombres guapos- dice Lucy a 4 chicos que están ahi- estas son mis amigas, Leyla, Alexa -me mira- y mi hermosa Ally.

-Hola mucho gusto, nosotros somos Alexander, Mauro, Félix y -señala por último al un chico de 1.90 que no podía tener más de 22 años, tenía cara de que quería matar a todos lo que se le acercarán y por alguna razón se me hacía interesante-

-Es un gusto conocerlas, espero la pasen bien esta noche - dice el tipo que se hace llamar Félix, pero espera un momento, no pude escuchar como se llamaba el último, el que tenía cara de matar a todos-

-Gracias por invitarnos-dice alexa-

Yo me sentía demasiado incomoda, sentía que me miraban desde algún lugar pero no podía distinguir quien, hasta que me gire y vi como el último Chico cuyo nombre no sabía, me miraba fijamente desde la barra sin disimular, algo me decia que me acercara a el y le preguntara su nombre pero no podia hacerlo ¿Desde cuándo me importaba al nombre de alguien? O más bien ¿Desde cuándo quería hablar yo con alguien? Si yo era la peor para sacar temas de conversación

-Es muy sexy, no?- dice Lucy detrás de mi oreja haciendo que me espante

-Quien...Que...A que te refieres - digo al fin

-No te hagas, e visto como te mira y como lo miras - Dios es que aún siento que tengo su mirada clavada en mi nuca- es más, aún te está mirando.

-Pero quien es el?- digo con un tono curioso

-no que no te importa?- dijo Lucy

-yo no e dicho eso loca!-dije enseguida

-entonces si te interesa? Já admitelo- dice lucy

-Que? Estas loca, ni siquiera sé cómo se llama, no me interesa - dije

-Bueno igual te diré, se llama Max es hijo único y tiene dinero, por lo que es escuchado trabaja repartiendo mercancía ilícita, es un hombre malo, jamás pensé que te fijarias en el. -un hombre malo?-

-Pff ni que quiera conocerlo- si quería conocerlo - además jamás me fijaría en ese tipo de hombres, mis padres morirían.

-Bueno para no gustarte te pusiste muy roja y nerviosa al hablar de él.-dijo burlándose.

Vi que venían Alexa con Leyla, estas dos sudaban por todo lo que bailaron y Leyla la mala copa ya estaba tambaleando, creo que sería buen momento para irnos, ni siquiera me di cuenta en que momento aquel hombre misterioso dejo de mirarme, mejor dicho en que momento desaparecido, me quedo sonando mucho la idea de a lo que se dedicaba, pero bueno que me importaba a mi, no es como si quisiera conocerlo.

-lucy, donde está el baño?- le dije, necesitaba refrescar mi nuca-

-por ese pasillo a la derecha y al fondo-

Me dirijo lo más rápido que puedo pasando por una tempestad de gente, algunos me pisaban o empujaban y yo hacía lo mismo hasta que pude pasar y llegar al baño aunque otra vez venía el presentimiento de que alguien me estaba mirando.

Cuando llegó al baño abro el grifo para mojar mis manos y ponerlas en mi nuca con agua fría, la verdad no sabía porque aún me sentía nerviosa, hasta que, ohh nooo.

-Ahhhh, Dios me matarás de un infarto, no se supone que el baño de los hombres está en otro lado?- miro al chico cuyo nombre ya ahora sí me sabía.

Mirándolo de frente con una luz más clara se veía aún más sexy, esa cara de angel pero esos ojos oscuros que podrían hacerte correr solo con mirarte como lo hizo ya hace un rato.

-se te callo esto cuando pásate por toda esa gente- ahora me derretía escuchando esa voz ronca y atractiva¿Pero porque estaba pensando en eso? Debería tirarme agua fría en otras partes, cuando veo su mano para mi sorpresa tenía mi teléfono.

-pero como?- dije en voz alta

-pense que tú lo sabías, digo es tu teléfono - esa voz va a matarme- ten más cuidado podrían habertelo robado.

-pues ya te puedes dar cuenta que no- dije muy segura pero nerviosa-

-ajam- tomo mi teléfono y le doy las gracias rápidamente para poder irme de ahí, la verdad el me ponía nerviosa.

Me dirijo rápidamente a la puerta cuánto siento su mano en mi brazo, lo miro y el solo está concentrado en mis ojos.

-Se me olvida decirte que me debes un favor - dice muy serio.

-un favor?- dije confusa

-salve tu teléfono, tú deberías pagarme de alguna manera- dijo el sin quitar su tono serio.

-si piensas que me voy a acostar contigo estás muy equivocado - me solté y me fui tan rápido como pude, dejándolo con la palabra en la boca.

Cuando salí mire de reojo a ver si me seguía pero para mi suerte el no salió.

Llegue donde mis amigas me esperaban, Lucy estaba enojada, Alexa se reía de Lucy y Leyla casi se caía de lo borracha.

-donde estabas? Ya tenemos que irnos!- dice Lucy molesta.

-pense que querías amanecer aqui- dije

Cuando la veo bien veo que tiene baba como sucia toda la ropa, noooo jajaja Leyla la vómito.

-si, pero no asi- dijo señalándose con una mueca de asco.

No dijimos más nada y solo nos dirigimos a la salida, para buscar el carro e irnos, yo aún seguía pensando en aquel hombre, hasta que sentí vibrar mi teléfono

Número desconocido: No me olvidaré de ti, ni de el favor que me debes.

Una corriente me recorrio todo el cuerpo haciendo que me pusiera tensa, ¿Como tenía mi número? Pero lo más importante ¿Que favor querría de mi? Solo me devolvió mi teléfono no hizo gran cosa como salvarme la vida.

Me quedé mirando todo el camino hasta que llegamos a casa y bajamos a Leyla del carro, la pobre no podía ni estar de pie.

Yo llegue a mi habitación y me di cuenta que ya eran pasadas las 12 de la noche, no podría levantarme para ir a clases....Ni siquiera me puse el pijama, simplemente me tiré a dormir así, sin saber que me esperaba al amanecer.