Chifuyu despertó exaltado, la oscura habitación ante sus ojos lo trajo ante la realidad, trataba de regular su respiración, pero sentía un nudo en su garganta le impedía el paso del aire, se sentía morir, sus ojos llenos de dolor se derramaban, y los volvió a cerrar fuertemente queriendo parar el dolor, esperando seguir en un sueño y despertar de una maldita vez.
Cayendo en la oscuridad sobre su cama, rogaba por un poco de oxigeno para volver a vivir, pero el mundo no parecía ceder. Como un castigo, parte de su karma.
Fueron largos minutos en los que solo intento volver a respirar, en aquella pequeña cama de sábanas blancas el pánico lo había atrapado desprevenido y solitario, atacándolo y derribándolo por completo.
-Ah ah- Chifuyu respiraba sonoramente, ocupando toda la habitación, ahuyentando el sepulcral silencio que prevalecía en la habitación.
Con una pesada respiración se sentó en la cama abrazando sus rodillas, escondiendo su rostro lleno de lágrimas, repitiéndose una y otra vez en su cabeza "no era real, no es real, no es real, solo una pesadilla, una maldita pesadilla" un mantra para autoconvencerse, pero no se cree así mismo, hace tiempo dejo de hacerlo.
Ya no puede creerle a nadie, ni siquiera a si mismo, no con las voces llenas de dolor en sus sueños, no con las imágenes llenas de sangre y llanto, con las visiones de personas muertas, de batallas, de traiciones y despedidas, sueños de otros tiempos que él no ha vivido, recuerdos que no le corresponden, pero carga con ellos, en su conciencia como una mancha negra de infinita oscuridad y dolor que se esparce en él como el pecado original afectando todo.
Lloró hasta recuperar todo su aire, y poco a poco se estabilizo, largos minutos, llegando a las horas de la madrugada, las pesadillas ya no lo dejaban dormir en paz.
Hace poco habían llegado las pesadillas, los sueños, con gente que no conocía, de palabras que no entendía pero le rompían el corazón, los protagonistas de sus pesadillas batallaba y heridos.
Chifuyu no conocía a los personajes pero empezó, en un fracaso enorme, de intento de salvarlos en su sueños, detener los cuchillos o la katana, de taparse los oídos y cerrar los ojos, pero nada servía y los sueños continuaban allí, cuando empezaron ya no hubo vuelta atrás y eso solo iba cada vez peor, hubo noche de insomnio, llanto en las madrugabas y escapadas al estrés por medio no convencionales ni legales, a su cortos doce años, en un intento desesperado de sentirse tranquilo fumo marihuana.
Fue corto su tiempo con el cigarrillo, el destino le mando una respuesta ante la miseria que él tanto evitaba con el vicio.
Takemichi apareció caído como una señal del cielo (se calló a la mitad del camino corriendo de camino a la casa de Hina, porque se olvido de su cita) tropezando frente a Chifuyu una tarde de Abril.
Se encontraron unos pocos minutos, mirándose intrigados los dos a medio camino, uno con el uniforme de Toman, con la cara golpeada y claramente agitado, y el otro con ropa de entre casa, en ojotas, saliendo de la tienda solo con unos fideos instantáneos y comida para gato, con un cigarrillo en sus labios que casi dejo caer al verlo.
Se miraron claramente reconociéndose el uno al otro pero no hubo palabra alguna, milésima de segundos para alterar a ambos rubios.
-¡Takemitchy!- Se escuchó a Mikey y su bambu llegar - ¡LEVANTATE MITCHY! ¡YO TE LLEVO CON HINA-CHAN!- Takemichi volvió a la realidad y fue con Mikey sin decir nada a Chifuyu ¿Cómo hacerlo si ellos aún ni se conocían? Se suponía que ese día eran solo dos extraños.
Chifuyu se quedó con la cabeza revuelta, la imagen de Takemichi y Mikey aún no tenían nombre para él, pero los dos eran recurrentes en sus sueños, ellos dos unidos por una Katana. No sabia que estaba pasando, no entendía como los protagonistas de su pesadillas estaban en el mundo real.
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Deja vu
FanfictionLos recuerdos de una vida antigua atormentan a Chifuyu impidiéndole vivir una vida normal En una última línea temporal, donde Takemichi cumple exitosamente su misión, las aventuras y retos de crecer vuelven a repetirse como un Deja Vu, donde la difi...