THE STRIPPER +18 [LISKOOK] ✔️

Capítulo 01

“Doble vida”.

Lalisa Manobal.

Seúl - Corea del Sur 11:45PM

¿Se han imaginado tener dos vidas? ¿Ser dos personas al mismo tiempo? Apuesto a que si. Pero entre pensar y vivir hay una diferencia muy grande.

Durante años me he encontrado dividida entre Pranpriya y Lalisa, dos mujeres que me consumen todo lo que tengo. Pero ser una mujer fuerte, decidida y sin miedo a enfrentarse a cualquier situación que la vida impone, para aquellos que han perdido todo, y ante situaciones dignas de lástima, hoy yo soy alguien mejor.

En cuestión de minutos puedo ver cómo Lalisa se convierte en la seductora Pranpriya, increíble ¿no? dos caras de la misma moneda. Lisa es una chica que se esfuerza y trabaja, ella lucha por sus sueños, buscando la mejor manera de crecer y ayudar a la familia que hace años estaba destruida con el vuelo repentino de un padre canalla. Nunca olvidaría el peor moment, es en el que no tenía nada, que nos dejó solas en la miseria ¿acaso las personas sabían lo triste que es ver a tu madre y hermana llorar por días? Vivir a costa de la compasión y pena de las personas. Fue humillante.

Fue entonces cuando decidí que no podía dejar a mi familia vivir así. Tan pronto como me levanté ese día, harta de los lamentos de las personas que quería, decidí ser la fuente de ingresos en mi familia, pero había un problema, no tenía trabajo ni experiencia para conseguir uno.

Se veía en los periódicos anuncios de ofertas de trabajo pero por mi mala suerte no encontré uno en el aue me aceptarán. Recuerdo haber estado enfrente de una cafetería, tomando el último dinero que estaba en mi bolsillo y comprando una taza de café caliente, me senté en una de las mesas del fondo a pensar en que haría al llegar a casa y saner que el poco dinero que tenía lo había gastado en una taza de café. El lugar era simple, las personas se encontraban distribuidas en las mesas entretenidas conversaciones, en el mostrador pude notar la presencia de una mujer rubia, con aspecto juvenil y elegante. Ella me miró fijamente por alguna razón pero no preste tanta atención. Ahí fue donde comenzó la historia de Pranpiya.

Aspiro el humo que sale del pequeño recipiente con el líquido negro, lo llevo a mis labios sintiendo mi lengua quemar por el líquido caliente al contacto con el café. Hoy no era mi día, visite muchos lugares y ninguno de ellos me aceptó. El fresco recuerdo de mi madre diciéndome que era la única que podía cambiar nuestra situación solo hace que sienta más culpa.

¿Cómo le explico a mamá que no conseguí trabajo en ningún lugar y que gaste todo nuestro dinero en una taza de café?

No puedo evitar llorar por el recuerdo de sus palabras y sus ojos suplicantes para conseguir algo mejor. Lloro por tener que regresar sin ninguna esperanza. Todo esta perdido.

Siento la presencia de alguien sentándose a mi lado y cierro los ojos dejando las últimas lágrimas caer, las seco rápidamente con el dorso de mis manos y miro a la mujer a mi lado.

Es ella.

— ¿Está todo bien? —pregunta con curiosidad. Por Dios, si estuviera bien no estaría llorando, lo pienso pero no lo digo.

— Sí, no se preocupe. Todo esta bien acá  —digo rápidamente carraspeando mi garganta para evitar el temblor en mi voz.

— No me suena a que esté todo bien, ¿quieres compartir lo que pasó? Creo que necesitas un hombro donde apoyarte —la mujer habla mientras desliza sus dedos finos y largos en el borde de la taza pequeña.

Para ser alguien que no conozco parece muy interesada en mi vida. Tal vez tiene curiosidad o algún interés en particular. Me quedo mirando a la mujer delante de mí tratando de buscar algo malo pero me sorprende ver la misma mirada curiosa sobre mi, de alguna lo único que logro descifrar es confianza.