𝙰 𝙲𝙸𝙽𝙲𝙾 𝙿𝙰𝚂𝙾𝚂 𝙳𝙴𝙻 𝙿𝙰𝚁𝙰Í𝚂𝙾

CAPÍTULO 3- Eres tú

Matteo y Tea habían pasado toda la noche hablando de tonterías, se sentían demasiado cómodos el uno con el otro, amaban el hecho de que compartían los mismos gustos en música, libros y series además el mismo tipo de humor. La afinidad en todos los sentidos era majestuosa, hablar con el otro se sentía como hablarse en el espejo pero recibiendo una respuesta por parte de él. Las horas habían pasado rápido y a Matteo se le había olvidado por completo que tenía que conectarse temprano a clases, se sentía extrañamente feliz, bueno, después de todo pasó riendo toda la noche, pero además de eso, le contó a Tea todo lo que había hecho el primer día y cómo se sentía consigo mismo por ello, encontraba un cálido refugio en ella. Tea por su parte se preocupaba por Matteo y lo aconsejaba como si hubiesen sido amigos de toda la vida, ella lo sentía de esa manera, le había dicho que confiara más en sí mismo y que la única opinión que debía importarle era la de Dios y su familia, el sermón de treinta minutos se había quedado en la mente de Matteo como un tatuaje, ella le dijo todo lo que no quería pero necesitaba entender.
La actitud de Matteo en su clase había cambiado, se encontraba realmente concentrado en lo suyo, las palabras de Tea se repetían en su cabeza cuando tenía la tentación de decir alguna tontería para llamar la atención de sus nuevos amigos, tomó control de sus miedos e inseguridades, no sería fácil deshacerse de todo aquello, sabía que años de mentiras y miedos serían difíciles de borrar para empezar a escribir cosas positivas encima, pero ahora tenía una esperanza y motivación renovadas.

-Teo:

Heeeeyy tía, cómo estás? Despertaste a tiempo?, yo casi que no llego hermana. Quería decirte que lo que hablamos a noche en serio me ha servido, mira, creo que he hecho lo que debía hacer hoy, sé que no será fácil lidiar con todo y que debo ser fuerte y confiar en Dios, te agradezco por haberme ayudado así.

-Tea:

Holaaaaaa, me alegra muchísimo que haya sido así, mira, con ayuda de Dios podemos hacerlo todo, vas a estar bien, yo no hice nada, bueno, te regañé un poquito JAJAJAJAJA, estuvo bueno.

-Teo:

Hay algo que me preocupa, sabes, no se lo he dicho a ninguno de mis amigos.

-Tea:
Chismeee, cuéntame.. nah, ya hablando en serio, sabes que puedes contar conmigo.

-Teo:

Sabes que soy gitano, y dentro de nuestra costumbre está mal que a un gitano le guste una chica que no es gitana, y pues a mis amigos de España que son gitanos no les puedo decir, y a los nuevos que he hecho al mudarme no puedo decirles porque la conocen, sabes algo de eso?

Tea dejó lentamente su celular a un lado mientras se sumergía en sus pensamientos, se preguntaba si ella era la chica de la que Matteo estaba hablando, había pasado poco tiempo de haberse conocido, pero la química que tenían era increíble. Ella había salido de una relación hace poco y no se había tomado el tiempo de pensar en Matteo como un posible pretendiente, solo le causaba curiosidad, le gustaba la forma en la que actuaba como un niño pequeño al sentirse en confianza con ella y lo mucho que la hacía reír, además amaba el hecho de que ella podía hacerlo reír como un loco a él de la misma forma, le agradaba la manera en la que podían hablar por horas y cómo todo simplemente fluía entre ambos...bueno, tal vez le gustaba un poco.
La canción "Mr. Saxobeat" en su tono de llamada la despertó de golpe sin darle oportunidad de pensar en algo más, Matteo la estaba llamando. Su corazón se aceleró y su ansiedad nubló por completo su mente, no estaba preparada para hablar con él, le preocupaba que notara el nerviosismo en su voz, tampoco había preparado una respuesta en su cabeza o había ensayado la conversación en su mente como solía acostumbrar antes de una llamada. Decidió dejarse llevar esta vez y simplemente terminó con su debate mental para responder.

-Tea:

HEEYY...así que te gusta una chica, bueno, mi querido colonizador eso es normal, solo debes proteger tu corazón ante todo, y creo que deberías cuidar la tradición de tu familia, pero a la vez, es tu vida..

-Teo:
Osea, es que la verdad, me gustaron mucho dos compañeras de clase, y es que sinceramente no quiero pecar de ninguna manera pero al menos una de ellas sí me llamó la atención en serio yyy no sé....

-Tea:
Ahhhh....JAJAJAJAJ entiendo entiendo.. mira, no te preocupes, solo ve quién es y así...no? Tranqui boludo, capaz y sale todo bien. Bueno mira, tengo que hacer un montón de cosas acá así que te voy dejando, sí? Jajajaja..vos tranquilo..

-Teo:
Sisisi, claroo, no te ralles, mira, disculpa sii te molesté un poco con mis cosas a mala hora, ve y haz todo eso tranquila que hablamos luego, vale?

-Tea:
Daleeeee..

Las gotas de lluvia chocaban contra la ventana en lo que Tea terminaba de procesar sus sentimientos, ella no era la chica que le gustaba a Matteo, se decepcionó un poco, pero él no le gustaba lo suficiente aún como para llorar o mirar películas icónicas de los noventas y dos mil con su camiseta de Marvel tumbada en el sillón tratando de que su mente no recordara su tristeza, por lo que simplemente decidió que aquellos sentimientos que había encontrado los volvería a esconder o los eliminaría por completo, le agradaba Matteo, su compañía era un deleite para ella, no dejaría aquello por.. "una vaga inclinación"... Además, él la necesitaba ahora y ella ya se había involucrado demasiado en su vida.

Tea pasó las siguientes dos semanas sin dar señales de vida a Matteo, necesitaba tiempo para sí misma y para eliminar de su mente la posibilidad de que él le guste, recibía sus mensajes y llamadas, pero se mantuvo fuerte en su desición aunque quería hablar con él.
No tardó mucho tiempo en superar todo aquello, Matteo se había convertido en un buen amigo en muy poco tiempo, eso no se ve todos los días y ella no quería perder eso, esperó nuevamente que él la buscara para hablar y que todo volviera a la completa normalidad.
La cuarentena total aún estaba vigente, no había gente en las calles, y en su zona siquiera había casos de gente infectada cuando Tea ya no soportaba el encierro, necesitaba aire libre, salir a la calle y volver a conectarse con el mundo, por lo que tomó la desición más imprudente que podría cometer un adolescente, salirse por la ventana. Tea quería ir a su lugar favorito en el mundo, era un banco de color blanco junto a un árbol de sauce llorón que quedaba frente al río en el mirador. Por fortuna o desgracia la estación de policía se encontraba a solo una cuadra del lugar. Eran las seis de la tarde y aún se observaba la claridad del día cuando ella puso un montón de almohadas en su cama y se dispuso a salir por la ventana, no pensaba tardar mucho, tal vez una hora, de todas formas el mirador quedaba a solo unos 400 metros de su casa, llegaría a tiempo para la hora de la cena sin que nadie se diera cuenta.
Las calles estaban vacías al igual que el mirador, su lugar favorito nunca había sido más bello y perfecto que en ese momento, el poder sentir el viento en su rostro de esa forma nuevamente le daba una sensación de libertad que hace rato no sentía..derrepente..

"Creí que sería la única persona aquí,nos vamos a meter en problemas, no crees? jajajaja"

Ese acento, esa voz... estaba tan sorprendida que siquiera pudo evitar gritar para sí misma cuando volteó y..

"MATTEO!!!"