Habían pasado dos semanas desde el último ataque de ansiedad de Matteo, estaba siendo un año bastante difícil en su vida, hacía todo lo posible para mantenerse estable a pesar de todo, no era nada fácil dejar el país en donde creció para mudarse con su familia a un lugar completamente nuevo, sin amigos, sin lazos o recuerdo alguno. Proviniendo de una familia de gitanos con al menos seiscientos años de tradición, estaba acostumbrado a viajar constantemente pero nunca había hecho las maletas para no volver a casa, por lo que esta vez era diferente, completamente diferente. Al menos se sentía feliz de que pudo celebrar su cumpleaños número dieciocho en casa antes de mudarse.
Desde que comenzó su adolescencia, no era un chico demasiado seguro de sí mismo, aunque intentaba con todas sus fuerzas aparentar serlo, por lo que no resultó extraño que con quince años ya había probado más de un tipo de cigarro y bebidas alcohólicas detrás de sus "amigos" a quienes acompañó a cientos de fiestas en donde no jugaban solo a verdad o reto precisamente...Pero a pesar de lo que puedan estar pensando mis queridos lectores, no era un mal chico, en realidad siquiera llegó a tener intimidad con alguna chica, ni desarrolló jamás algún tipo de adicción a la bebida o algo por el estilo, él era una oveja disfrazada de lobo. Después de todo, su familia era cristiana y su abuelo al que amaba le había enseñado todo sobre el camino a Dios hasta antes de morir, murió una noche en la que él y Matteo habían tenido una discusión, todo terminó en un acuerdo pero por primera vez en su vida, tal vez por orgullo, casualidad, o las cenizas que quedaron en su corazón después de haber peleado, Matteo no se despidió con un abrazo a su abuelo como de costumbre, y al día siguiente ya no lo pudo encontrar. Desde entonces con más razón todo lo que aprendió de él lo atesoraba en su corazón, pero al mismo tiempo como si se tratara de un alma dividida, también se dejaba consumir por las inseguridades, la ansiedad y los problemas típicos en adolescentes que tratan de encajar en un mundo roto.
Se encontraba sobrepensando cuando decidió que era momento de dejar atrás todo lo que había vivido antes y que debía encontrar la forma de vencer esa depresión y la ansiedad que lo molestaba todos los días, tal vez era momento de conocer gente nueva. Descargó una aplicación de comunidades que tenían chats grupales con personas de su país, encontró un grupo cristiano y se unió sin pensarlo mucho, solo quería hablar con personas que compartieran sus creencias y vivieran en el mismo lugar, era un buen comienzo, un excelente nuevo comienzo..
Pero nada salió como lo había planeado, aunque era amable y trataba de ser cálido con las personas, se sentía como pez fuera del agua, o Tarzán en una discoteca, las conversaciones eran cortas aunque trataba de mantenerlas y todos estaban muy en lo suyo, parecía que ya habían resuelto todos sus problemas, que eran felices y él había llegado tarde a eso, buscó algo de apoyo, pero nadie parecía estar en la misma sintonía, es verdad que intentaban animarlo de la forma en que sabían, pero no era lo que él requería, no necesitaba a una persona sana y resuelta que le dijera paso a paso lo que debía hacer para estar bien, él necesitaba a alguien igual de perdido en la vida que lo comprendiera. Hizo algunos amigos con el tiempo pero la mayor parte de este se pasaba solo observando las conversaciones que surgían de vez en cuando.
Todo cambió cuando una nueva chica entró al grupo, y después de leerla un poco, entendió que era lo que había estado esperando todo el tiempo sin saberlo. Se dispuso a hablar con ella y le encantaba su vibra, era bastante divertida aunque se notaba que estaba rota al igual que él, el tiempo pasaba rápido mientras hablaban, comenzó a sentir que debía ayudarla, que tal vez ambos podían ser el soporte del otro, al menos de vez en cuando.
El curso previo a los exámenes de admisión de la universidad estaba a punto de comenzar y debía enfocarse, quería un nuevo inicio sin tratar de ser alguien que no era esta vez, dejó sus cosas en su lugar y estaba listo para iniciar las clases virtuales, estaba concentrado cuando derrepente se conectaron un par de chicas muy lindas, posiblemente nuevas compañeras, en ese momento su enfoque e intento de cambiar se había ido al tacho, pasó la mitad de la clase hablando con ellas y coqueteando, luego habló con los chicos de la clase presumiendo de cosas que jamás había hecho para ganárselos y fingiendo una personalidad de triunfador...todo para que al terminar la clase se sintiera como tonto y se arrepintiera de lo que había hecho en su primer día..
Se deslizó por el sofá hasta llegar al suelo mientras recordaba la cantidad de tonterías que había dicho en el día cuando se dió cuenta de que hace días no sabía nada nuevo de la chica que había conocido en el chat, honestamente se le había olvidado, y después de sentirse frustrado por el fracaso que tuvo nuevamente intentando mejorar, pensó que tal vez hablar un poco con ella le haría bien como la última vez, le escribió esta vez por privado con todas las intenciones de formar una amistad, extrañamente ella contestó más rápido de lo que esperaba.-Tea:
Holaa!! Esperaba tu mensaje para ser sincera, y sii, he estado mejor en cuanto a ese tema, fue lindo compartir la experiencia con alguien que pasa por lo mismo, al menos así sé que no estoy tan mal jajajajaja.-Teo:
Eyyy, acabas de decir que estoy mal? JAJAJAJA, digo ya lo sabía pero joe es raro escucharlo de alguien más, no te creas.. estoy jugando, por cierto, antes no me había presentado bien, mi nombre es Matteo..un placer-Tea:
El placer es mío 🤍. Y no te hagas hombre que ya ambos sabemos cómo andamos jajajaja, el punto es que estaremos mejor, de hecho por mi parte ya ando así.-Teo:
Jajajajaj pues sí, ya para qué fingir contigo...Y me alegro mucho de que estés mejor, sabes que si necesitas ayuda o deshaogarte o cualquier cosa, estoy aquí y quiero ayudarte.-Tea:
Puedes esperar lo mismo de mí a partir de ahora, Matteo..

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𝙰 𝙲𝙸𝙽𝙲𝙾 𝙿𝙰𝚂𝙾𝚂 𝙳𝙴𝙻 𝙿𝙰𝚁𝙰Í𝚂𝙾
Ficção Adolescente"Es triste pensar que soy o seré el amor de la vida entera de alguien mientras solo vivo y viviré pensando en ti" A cinco pasos del paraíso es una novela de romance juvenil que también está asociada con canciones de Taylor Swift.