II - Capítulo 1

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Katsuki estaba saliendo de una tienda donde vio un buen conjunto para su niño y un peluche

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Katsuki estaba saliendo de una tienda donde vio un buen conjunto para su niño y un peluche. Shoto abrazaba feliz el peluche que su padre le dio, sonreía mientras lo sostenía en sus manitas, el cenizo besó la cabecita de su hijo y camino con él en brazos.

— ¿Ya tienes hambre, bebé? — preguntó mirando donde podrían comer o si esperaba a llegar a casa.

Shoto lo vio. — No papi. — dijo con una pequeña sonrisa.

El cenizo se derritió internamente por como lo miraban esos ojitos.

— No me derritas que te como a besos en cuanto lleguemos a casa, Sho — beso la mejilla regordeta de su niño y camino para tomar el bus directo a casa.

El pequeño rió ante el acto de su padre, se acurrucó entre sus brazos con el peluche en manos, Katsuki ocultó su sonrisa en el cabello del niño, antes de salir de la tienda de ropa se quitó su chaqueta formal y la puso sobre su hijo pues ya empezaba a hacer un poco de frío y solo lo tenía con un pantalón corto.

Shoto, que estaba cubierto por la chaqueta, se estaba quedando dormido pues podía sentirse protegido al estar así.

El cenizo acomodo a Shoto y subió al bus tomando los últimos puestos.

Tiempo después ya estaba en su apartamento, recostó a Shoto en su cama poniéndole almohadas alrededor para que no fuera a caer, lo arropó y fue a hacer algo de comer.

Más tiempo después, Shoto despertó y como no era de llorar cuando despertaba, bajo de la cama con cuidado como le había enseñado su papá para luego caminar hasta la cocina donde estaba el cenizo

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Más tiempo después, Shoto despertó y como no era de llorar cuando despertaba, bajo de la cama con cuidado como le había enseñado su papá para luego caminar hasta la cocina donde estaba el cenizo.

Bakugō andaba aún cocinando mientras hablaba con alguien por teléfono. El chico mientras Shoto dormía fue al cuarto a cambiarse por su ropa cómoda, una camisa negra con una calavera en la mitad y un chándal negro.

— No, aléjate de mi casa. La última vez que te deje a cuidar de Sho me pesó bastante — se quedó callado un momento en lo que revolvía una salsa escuchando la respuesta — ¿No hiciste nada malo? ¡Tsk! ¡Bastardo! Dejaste que comiera todos los dulces que quiso y en cuanto lo traje al apartamento empezó a vomitar y le dio fiebre. Por eso ya no te lo dejo a cuidar copia del señor eléctrico.

Hetero con H de Homo //Dekubaku - Izukats - Decchan//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora