TRASTORNADO || Evan afton (FNAF)

8

El niño ya se encontraba en su casa, le habían dado el alta justamente hace 1 hora. Aunque  con una venda en la cabeza que debía cambiar cada día o cada 10 horas.

Su hermano, esta vez, lo recibió de gran forma. Y incluso le dijo que si todavía tenía pesadillas, podía dormir en su habitación, ya que él podía dormir en el sofá.
Evan no negó la oportunidad y aceptó. No quería volver a los malos recuerdos de aquel sitio que llamaba "su habitación", pero parecía el mismo infierno.

Michael sabía que haber casi matado a su hermano era un delito, obvio que no lo iba a admitir. Obvio que no iba a admitir el sentimiento de que todavía sentía ganas de hacer algo más, de seguir divirtiéndose. Necesitaba reprimirse esas ganas.
Ya aprendió de las consecuencias.

Evan observaba atentamente la nueva rediseñada habitacion de su hermano mayor: esta ya no tenia posters de rock por todos lados, simplemente uno de nirvana detrás de la puerta, su cuarto estaba bien recogido, y ya no olía a marihuana, e incluso su camiseta de tirantes gris que tanto usaba, dejo de usarla debido que le recordaba a esa tragedia.
Ahora solía usar una sudadera negra.
Incluso, arriba de su cama, tenia un crucifijo.

El castaño se quedó viendo el crucifijo. Pensando en que hacía eso ahí, su hermano nunca fue creyente, mucho menos, siempre ha sido ateo, cuando fue a agarrarlo para verlo más de cerca, el ruido de la puerta de la misma habitación abrirse le interrumpio. El niño se volteó, se trataba de su hermano.

Vaya, veo que has visto eso. — Dijo caminando hacia evan, pero en dirección del crucifijo. El niño le asintió.

—. Simplemente, he aceptado a dios en mi corazón. Ya no quería ser el niño estupido de antes.— Contestó el. Su hermano menor se quedó mirándolo, con una ceja alzada y el ceño fruncido, mirándole raro

—. ¿Pero y entonces el crucifijo?—. Pregunto el vendado.

—. Es para rezar. — contestó de nuevo, esta vez dejándolo en su sitio. —. ¿Para que? ¿Por quien? —. Siguió preguntando el menor. El mayor ya se cansaba, chasqueó la lengua y simplemente se fue de la habitación.

Parece que por dentro no has cambiado, Michael Afton.. — dijo Evan cuando su hermano desapareció de su vista, con una siniestra sonrisa de mejilla a mejilla.

Pasaban las horas, el pequeño estaba triste por no sentir la presencia de su hermana. Hasta que llegó la hora de cenar, pero su otra personalidad se apoderó de él.

Michael, quien ahora parecía el padre, ya que william no se dignaba en aparecer por casa. Michael hacía la comida, la cena, tendía, hacia la colada, se encargaba de todas las tareas de la casa en si. No había otra persona que lo hiciera, y no se lo iba a pedir a su hermano, claramente

Mientras que Michael le gritaba a evan para que bajase a cenar, este ya ni siquiera se encontraba en casa. Se encontraba caminando por las calles de la ciudad, en busca de la casa de una persona que michael conocía muy bien.