🌖 Capitulo 2 🌖

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Incluso alguien tan brillante como lo es Tesla, necesitó de un apoyo en su vida, y es que si en algo coincidía el mundo entero, es que por más que ayudó en el avance de la humanidad, ese inventor no tuvo una vida para nada fácil y bien que se le comprendería si alguien supiera que muchas veces se derrumbó estando solo, pasando sus malos ratos consigo mismo nada más, superándolos con su propia ayuda en la mayoría de las ocasiones para luego poner una sonrisa en sus labios y continuar con su trabajo como si nada hubiera pasado, así fue como vivió su vida...y tengo que repetir, solo en la mayoría de las ocasiones.

Hubo una pequeña minoría de veces a lo largo de su vida que se había encontrado con una persona que le funcionó como hombro para sostenerse, un hombre que se presentó ante él por primera vez luego de que su hermano hubiera muerto, no se había presentado, solo empezaron a hablar de la tragedia ambos con pesadez hasta que el mayor lo abrazó y apoyó de un costado, pidiéndole que llorará si quería llorar, que no esperara más y desahogara todo el dolor que guardaba por ese suceso, y así lo hizo.

Nikola no había llorado tanto, ni en la muerte de su hermano, ni en su funeral, ni en ningún otro momento futuro de su vida, como había llorado ese día apoyando el rostro de un costado de ese hombre que permaneció a su lado hasta que lo necesito, arrullándolo hasta qué horas después de calmó, momento en el que apreció todo el trabajo que estaba haciendo para modificar el diseño del molino de su hermano al ver unos pequeños errores que tenía, y dándole solo una palmadita en la cabeza, le animó a que siguiera, afirmando que estaba destinado a grandes logros.

Nunca supo quién era esa persona, incluso cuando les preguntó a sus padres y a la gente de su pueblo, tomándose el tiempo hasta de describirlo con detalle, nadie supo ubicarlo, incluso creyeron que tal vez había sido una alucinación suya para sobrellevar la muerte de su hermano, incluso él mismo por un tiempo creyó que se había vuelto temporalmente loco y se imaginó a esa persona, pero entonces vinieron los múltiples tropiezos que hubo en su carrera, estafas, la guerra de las corrientes, en algún punto de todo ese desastre, se volvió a presentar ante sí ese hombre.

A pesar de los años su apariencia no había cambiado, estaba idéntico al día en que lo vió por primera vez, cuando le prestó su apoyo, y nuevamente se repitió el escenario, ambos hablaron sobre los problemas por los que el inventor había pasado, estaba pasando, o pasaría, se desahogó y luego terminó por llorar desconsolado en su hombro, tan fuerte como esa vez que lloró de niño y con esa misma persona como único testigo, ya que al día siguiente cuando este se fue, de nuevo puso su sonrisa radiante y siguió con su trabajo como veía haciendo desde que se propuso hacer avanzar a la humanidad con su amada ciencia.

Tampoco volvió a ver a ese hombre luego, no hasta que llegó el día de su muerte y quien lo vino a recibir en el Valhalla, fue esa misma persona que por fin le dijo su nombre y se presentó ante él como un dios del panteón errante, cuyos dioses se escondían entre la propia humanidad y sin revelar su divinidad ayudaban en sus momentos más difíciles a las personas cada uno con su propia área o método de apoyo para esa persona, y en su caso, entró entre las personas que él en específico ayudaba porque siendo él un apoyo para todos los demás, no tenía un apoyo para sí mismo por más que era quien más lo necesitaba, y Tesla no pudo agradecerle más a ese dios por lo que hizo por él.

Desde ese día siempre han mantenido una leve cercanía, y en general, Nikola se acercaba a él al necesitar un consejo, un guía, una ayuda para ciertas situaciones que enfrentaba, y estaba seguro que empezar a vivir con el dios que lo asesinó en el Ragnarök era una de esas situaciones.

Control [ Nikola Tesla x Beelzebub ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora