𝐍𝐄𝐖 𝐋𝐈𝐅𝐄- 𝑇𝑜𝑚 𝐾𝑎𝑢𝑙𝑖𝑡𝑧

¡4!

FAME

Hanna Neumann

-¿COMO PUEDE SER QUE SALISTE EN LA TELE Y NO AVISASTE?- gritó Emma de la otra línea de teléfono.

-Era una sorpresa- intenté excusarme

-Agradece que me dió por ver el programa de John ese día, porque como yo me hubiera perdido tu entrevista me daba algo.- dijo ahora ya un poco más calmada.

-Tampoco es la gran cosa Emma- hice una pausa- Yo te llamaba para otra cosa de todos modos.

-¿Como que no es la gran cosa? Bueno da igual, cuéntame lo que tengas que decirme.

-Voy a sacar una nueva canción en una semana, cuando Markus hable con la discografía y terminen de aclararse, saldrá.- dije emocionada.

-¡Qué emoción!- comenzó a decir- Dentro de poco ya estarás por las grandes alfombras rojas de Los Ángeles, y tendrás a tu gran grupo de fans y teherán un documental y yo saldré en él como la que siempre te apoyo y te dio consejos amoroso y ...

-Si. si- la interrumpí- me quedó claro que voy a triunfar mundialmente en tu cabeza, pero te recuerdo que aun no he lanzado la canción, puede que sea un fracaso y que a nadie le guste al final, y todo se valla a la mierda.

-Que pesimista eres por Dios- dijo molesta- claro que le va a gustar a la gente. A ver no la he escuchado, pero seguro es la bomba.

-Espero que si les guste- pensé un momento- SI quieres me acompañas mañana a el estudio a grabar la canción.

-¡Dios, si por favor, si!- dijo con mucha ilusión- siempre he querido estar en tu estudio, nunca me habías invitado a ir.

-Me daba un poco de vergüenza la verdad, pero no pasa nada.

-Mañana cuadramos para ir juntas al estudio, si quieres te puedo pasar a recoger de tu casa.

-Me parece perfecto- comenté ilusionada porque por fin Emma iba a ver mi estudio.

-Venga, mañana hablamos que es tarde reina- y con eso me colgó.

Me encontraba en la calle para ese momento, y eran las 9 de la noche. Una noche estrellada y bonita por una calle que no solía ser  muy transitada a esas horas, sentí la brisa de Berlín chocar contra mi piel, y decidí ir a comer.

Hacía tiempo que no me daba el gusto a mí misma de salir a comer un día yo sola, asi que camine unos 20 minutos hasta llegar al centro de Berlín, donde las calles se iluminaban y las personas pasaban a mi lado con rapidez, cada vez yo caminaba más lento, quería aprovechar estos momentos, quizas algun dia seria tan famosa como decía Emma y ya no podría salir a las calles sin que la gente se parara a mi alrededor y hicieran aglomeraciones de personas, quizas algun dia ya no podría salir a jugar a los bolos con mi familia como hacíamos cada domingo, quizas algun dia ya no podría ayudar a John a entregar sus maquetas de los proyectos de ciencies en los que participa a veces, quizás ya no podre tener una cita normal al lado del lago, o ver las estrellas como lo estaba haciendo en ese momento.

Quizás...

Pero yo quería hacer esto (¿o no?). Llevaba toda una vida esperando este momento, deseaba esto con todo mi ser, ¿pero tanto como para renunciar a parte de mi libertad en varios aspectos?

Me estaba precipitando con mis pensamientos, y sin darme cuenta ya estaba dentro de un restaurante Tailandes que me encantaba, me senté en una mesa y ordené lo de siempre.

Seguía fundida en mis pensamientos hasta que alguien se me sentó al lado.

-Podrías haber avisado de que vendrías y te hubiera acompañado- dijo Jacob

-Me asustaste bobo- y me lleve una mano al pecho- ¿Cómo sabías que estaba aquí?

-Te vi caminando por la calle con la mirada un poco perdida, entonces te seguí. Y al rato supe que ibas a para aquí, y ahora estoy a tu lado.

-Eres raro a veces- comente por el hecho de que él me había seguido más de 7 calles y había entrado al mismo restaurante que yo en vez de llamarme- Te apetece comer conmigo.

-Todo un placer- dijo y ordenó algo a un camarero que pasaba por nuestro lado.

Estuvimos hablando hasta que llegó la comida. Le conté que iba a sacar otra canción y que Emma iría mañana al estudio contigo, le invite a ir pero me dijo que su novia y él iban a ir al lago a nadar. Mantuvimos una conversación amena. Intenté disfrutar de este momento con él, eran pocas las veces que estaba a solas con él.

Fui a pagar la cuenta, y la camarera que me había atendido a mi me preguntó si se podía sacar una foto conmigo y firmar un autógrafo para que sus hijas me vieran.

-Muchas gracias, de verdad- dijo ella- Les encantas te lo juro

-No hay de que, que tengas buenas noches y  saludos a tus hijas.

Jacob y yo nos fuimos de ahí bastante contentos y animados, él sugirió llevarme a casa a lo que yo no me negué. Una vez ya en casa decidí irme a dormir lo antes posible, porque eran ya más de las 12, y al día siguiente tendría que hacer trabajos por la mañana e ir al estudio por la tarde. Y si no quería parecer un apache debía dormir mínimo 7 horas.

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Emma y yo estábamos entrando al día siguiente por la puerta de la discográfica. Britney, la secretaria, nos saludó con entusiasmo, al parecer algo le habían hecho para que no tuviera esas cara de que no había follado en años después de que su marido la dejara por una prostituta. La saludé de vuelta un tanto sorprendida, y Emma igual. Llegamos al estudio donde Markus nos esperaba con todo ya listo. En el estudio no se solía hablar mucho, así que yo me metí a la cabina y tras verificar que todo estaba en orden la intro de la canción comenzó a sonar.

Yo miré a Emma y le sonreí para que supiera que ya comenzaba. Las palabras salían de mi boca como la más dulce de las melodías, mientras que el ritmo de la canción avanzaba y yo me sentía cada vez más en mi propio mundo que en el de verdad, cosa que me hizo sentir bien los 3 minutos y medio que duró la canción. Salí de la cabina de producción un tanto desconcentrada y un poco abrumada porque no sabía la reacción de Emma, era la primera vez que alguien me escuchaba cantar así fue intenso.

_¿Qué te parece?- pregunte mirándola a los ojos para saber si en algún momento mentía.

-Es... maravilloso- hizo una pausa- ¡Me encanta!- exclamó y fue a abrazarme- mira que la última canción fue muy buena pero es que con esta te luciste más de los normal.

-A mí también me gusta mucho, la siento muy especial- me sinceré.

-Lo es, es super bonita- me sonrió y se volvió a sentar- espero que puedas lanzar pronto.

Yo también lo esperaba.

Le sonreí y me senté a su lado bebiendo del agua que se encontraba a mi lado en ese momento. Bebí y todos mis pensamientos recorrieron mi mente en esos instantes, no lograba escoger en cual centrar mi atención por lo que decidí mantener la calma y establecer una conversación con mi amiga. Ya tendría tiempo de pensar después.

Nota de autora: el capitulo de hoy es mas sencillo espero que eso no desgrade.