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Hanna Neumann
-Probemos otra vez- dijo detrás de la cabina de producción.
Llevábamos ya 4 horas en el estudio, eran las 11 de la mañana y yo estaba demasiado cansada. Estábamos intentando buscar la forma de finalizar mi siguiente single, pero me estaba costando mucho hacerlo. Llevaba un par de días nerviosa por ello, además de que "Bite me" ya se había hecho muy reconocida en solo una semana, más de 1 millón de reproducciones en YouTube.
Intenté probar con más bases para terminar la canción y por fin conseguimos una que pensábamos que iba a ser la adecuada. Salí de la cabina y fui directamente a la mini nevera para coger agua. Markus últimamente después del éxito de mi canción me estaba trabajando mejor, hasta una mini nevera me había comprado.
-¿Qué opinas?- dije refiriéndome a la canción.
-Está bastante bien, quizás tenemos la misma suerte que con la última- comentó
La presión aún no se había ido. Aunque la primera hubiera sido un éxito, a muchos les pasaba que se quedaba en eso, solo una canción los hace reconocidos y el resto a tomar por culo. Yo claramente no quería eso, pero no era del todo mi cosa que acabara o no así.
-Tengo algo que anunciar- dijo un tanto emocionado acordándose de algo importante- Vas a tener una entrevista en la tela.
- Me estás jodiendo- sonreí ante tal sorpresa.
- Era una sorpresa, hoy a las 8 de la noche es- comentó muy tranquilo.
-¿A las 8?- me asuste un poco por la hora, pensé que sería en un par de días.
- Si Hanna, a las 8- repitió- te iré a buscar de tu casa a las 6:30, debemos estar una hora antes allí, y con el tráfico imagínate. Ahora sí, vete a casa para comer y prepararte, porque ahí si que no podemos llegar tarde.
Asentí lo antes posible y recogí mis cosas lo más rápido. Me despedí de Markus con una pequeña sonrisa, y fui directamente al U-Bahn porque nuevamente nadie podía venirme a buscar.
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Llegué alrededor de las 2 pm a mi casa, y decidí que era hora de comer algo. No se encontraba nadie en mi casa, mis padres solían llegar sobre las 4 y mi hermano me envió un mensaje de que estaba llegando. Preparé una ensalada César y la serví en un bol, mientras me dirigía al salón a ver un capítulo de la serie Gilmore Girls, la mejor de todas.
Se escuchó el sonido de las llaves en la puerta.
- Así que comiendo sin mí- dijo ofendido mi hermano al entrar- ¡nunca me espera una traición tan grande de mi propia familia!- exclamó lo más dramático que pudo.
- Deja de montar drama y ve a comer conmigo.
Y una vez soltó un bufido de indignación, camino directo a la cocina y me dejó a mí continuar mi serie.
