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(Libro anteriormente publicado en la cuenta asuna_2340, siendo resubido en esta cuenta con algunos ca...
❀Taeyong, Donghyuck y Baekhyun... Todos tienen sus propias formas de adorar a su dios y Mark tiene su propia forma de recompensar a cada uno de ellos.❀
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Mark siempre pensó que la adoración era algo reservado solo para deidades y dioses.
Iglesias doradas, palacios, monumentos, dedicados a figuras de culto. Oraciones, canciones y poemas escritos para que los escuchen, aunque solo sea para que escuchen los anhelos de los mortales que crearon. Hoy en día, Mark se da cuenta de que la adoración puede ser mucho más simple. Mucho más fácil de presenciar.
E incluso si no está muy seguro de cómo llegó a esta posición, también es mucho más fácil de recibir.
Hubo un tiempo en el que Mark Lee solía ser un chico raro, un patio de recreo para el acné y las extremidades raras, más bajo que todos sus hyungs y con la voz quebrada en los lugares más inconvenientes. Ninguna de las personas a las que admiraba miró en su dirección, como Baekhyun sunbaenim, quien solo pasó junto a él distraídamente, sin mirarlo. Ninguna de las personas de las que se enamoró nunca miró en su dirección, como Taeyong, quien, incluso cuando cumplía el papel de un líder cariñoso, nunca correspondió al interés que Mark mostró en él. Y ninguna de las personas a las que quería impresionar, que lo admiraran, miró en su dirección, como Donghyuck, que nunca lo tomaría en serio, nunca lo dejaría vivir nada.
Pero ahora, a la madura edad de 22 años, ha desbloqueado el arma definitiva: la pubertad.
Y ahora, todos se arrodillan ante él, a veces en sentido figurado, a veces literalmente.
Eso es lo que sucede cuando las deidades reales te bendicen con pómulos altos, una buena voz grave y una cintura naturalmente pequeña. Aunque, después de tanto tiempo con sus tres tesoros, Mark sabe, por supuesto, que lo principal por lo que lo favorecen no es su rostro, ni sus hombros, ni sus piernas, torso, manos o pies.
Pero no culpa a sus tres novios por ser un poco adictos a su polla.
"Por favor." Donghyuck susurra contra su oído por enésima vez esa noche: "Por favor, Hyung, por favor".
"No." Mark tiene una sonrisa en su rostro, pero Donghyuck se queja de todos modos, sabiendo que su Hyung no cederá en el corto plazo.
"Haré que sea tan bueno para ti Markie, sabes que lo haré". Él sigue empujando, su mano se desliza hacia abajo para frotar la polla medio dura de Mark a través de sus pantalones cortos de baloncesto.
"Todos ya están dormidos bebé, no podemos hacer mucho ruido".
"No haré ruido si me ahogo con tu polla". El más joven argumenta.
"Pero lo harás si te jodo estúpido". Mark responde: "Y sé cómo te pones. Nunca es suficiente para ti simplemente darme una mamada y dejarme pasar un buen rato.
