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❀"¿Vas a guardar eso?" Mark hace una pequeña mueca, señalando los tentáculos retorcidos que rozan el cuerpo de Taeyong. "Puedo hacerlo si quieres, pero confía en mí. Te gustarán."❀
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Lo tenía justo donde lo quería.
Meses de excavación, investigación y acecho cuidadoso y su Spider-Man estaba allí. Todo a la vista. Listo para un derribo.
Taeyong sonrió para sí mismo. Su plan era perfecto: lo llevaría a una cita, se ganaría su confianza, conseguiría una comida gratis si tenía suerte y lo mataría. Mata a Spider-Man y acaba con todos sus problemas, o al menos con los más molestos. Ya era bastante malo tener un simbionte compartiendo tu cuerpo, pero cuando un payaso en un disfraz de Halloween de un niño está tratando de evitar la única diversión que tienes con tu cuerpo alienígena.
Ya estaba parado afuera del restaurante, mirando el menú.
"Taeyong. Deberíamos conseguir el bistec", dijo la voz atronando desde la parte posterior de su cabeza. Rodó los ojos.
"Sí, claro, Venom, compremos el bistec de sesenta dólares en la primera cita y hagamos una impresión realmente increíble".
"No importa, Taeyong. Estará muerto antes del postre.
"Solo aguanta, Venom. Cuando terminemos con esto, podemos comernos a quien queramos, ¿y quién nos detendrá? No el Hombre Araña. O Mark Lee, debería decir.
Taeyong no sabía que esperaba ser Spider-Man, pero tal vez no un nerd de la ciencia con ojos grandes y pómulos puntiagudos. Era sorprendentemente guapo para un tipo que todos los días era golpeado en la cara por idiotas dominados.
"Taeyong. Él está aquí."
Y efectivamente, tambaleándose por las concurridas calles de Nueva York, estaba Mark Lee. Estaba vestido con sencillez, pero muy bien, un suéter verde bosque y jeans, combinados con anteojos redondos con armazón de alambre. Algunos de sus mechones de cabello negro sobresalían de manera extraña, como si hubieran estado ocultos bajo una máscara. Saludó a Taeyong, quien se veía un poco fuera de lugar, con su áspera chaqueta de cuero y múltiples piercings. Saludó tímidamente, como parte de la fachada de chico tímido que había puesto para atrapar una araña en su taza y papel de asesinato y seducción.
"Deberías matarlo ahora, Taeyong, será muy fácil".
Taeyong ignoró al parásito susurrante mientras iba a saludar a Mark.
"¡Hola, Mark!" dice con una inocencia fingida, mezclada con dulzura como el veneno, "¡te ves tan bien!"
El otro hombre se sonroja un poco y el corazón de Taeyong late un poco más rápido. Será divertido matarlo, pensó.
"A ti también, me gustan mucho tus jiercings", balbucea, "Espera, no, quise decir piercings y chaqueta, me confundí, te ves muy bien..."
