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Soobin se quedó congelado al escuchar aquella voz.

La puerta se abrió y salió un chico algo enojado. "¿Tienes el dinero o no?".

El más alto se sobresaltó, asintió repetidamente con su cabeza y sacó los billetes ya todos arrugados.

Con las manos temblando se los entregó a su contrario, este le arrebató el dinero y empezó a contarlo.

"Entra al baño, iré en un momento".
Dijo este sin voltear a ver al menor.

Soobin asintió e hizo lo que le ordenaron. Este trataba de prepararse mentalmente, tenía que aceptarlo el chico era demasiado atractivo, ¿Cómo es que no lo había visto antes?.

La respiración del rubio estaba agitada, estaba demasiado nervioso.
Mientras este seguía en su trance, aquel chico entró al baño.

"¿Cuál es tu nombre, cariño?". Preguntó este acercándose peligrosamente a Soobin.

"S-soobin". Este se alejó un poco.
Sintió la respiración del mayor llegar hasta su oído generando que este ahogara un gritó.

El contrario empezó a acariciar el brazo de este. "¿Es tu primera vez, Soobin-ssi?". Dijo con un tono dulce y calmado.

"Hm". Este asintió levemente.

"De acuerdo, será sencillo". Este tomó el cuello del menor y empezó a besar aquella parte dejando una que otra mordida.

Soobin sintió sus mejillas arder pues nunca había tenido ese tipo de contacto con otra persona y le gustaba mucho.

Yeonjun siguió con los besos en el cuello mientras que sus manos trataban de desabrochar un poco la camisa del contrario.

El rubio dejó salir un suspiro pesado al sentir las manos heladas del chico acariciar su abdomen y espalda.

Este bajo poco a poco una manos hasta llegar a la entrepierna del menor, por consecuencia este abrió los ojos lo más que pudo y le dió un manotazo a Yeonjun.

"¿Qué mierda te pasa?, ¿Estás loco o qué?". Exclamó este furioso alejándose de Soobin.

Este se asustó por aquella reacción.
"Lo siento, lo siento, lo siento". Repitió una y otra vez. "Fueron solo mis nervios".

"Pues controla tus malditos nervios, cuando lo hagas regresas aquí". Dijo  este totalmente enojado sobando su propia mano.

Soobin iba hacer lo que le había dicho, pero se sintió mal de haber hecho aquello. "¿Estás bien?".

"¿Cómo demonios voy a estar bien?".
Preguntó con un tono sarcástico.
"Me golpeaste con las estúpidas manos de gigante que tienes".

"Perdón".

Este río y rodó los ojos. "Genial, mira como mi mano mágicamente dejó de arder gracias a tus disculpas".

"Déjame ayudarte, vamos a la enfermería". Dijo este.

"¿Y qué le diremos cuándo la enfermera pregunté cómo pasó?".
Preguntó este notando el dolor en sus expresiones. "Disculpe, señorita. Este idiota me golpeó cuando intentaba estimular su miembro reproductor masculino".

Soobin no sabía que decir, además de tener que pasar por aquella vergonzosa situación, lo más seguro es que el lugar ya habría cerrado después de las clases.

"Bueno, vamos a mi casa está a una cuadra de la escuela, te pondré hielo y tal vez tenga unas vendas".

Yeonjun lo miró a los ojos unos segundos antes de aceptar. "Está bien, pero el dinero me lo quedaré".

Luego de un rato de estar caminando ambos llegaron al hogar del rubio.

"Esto arderá un poco, pero luego se sentirá mejor". Explicó Soobin mientras ponía un poco de hielo en la mano adolorida del mayor. Este gruñó al sentir la primera reacción que le había comentado el contrario, luego suspiró. "¿Mejor?". Preguntó el rubio con una sonrisa que mostraba sus hoyuelos.

Yeonjun asintió levemente. "¿Y las vendas?". Preguntó tratando de ignorar la expresión del chico.

"Ya vuelvo, iré con ellas". Este se levantó del sofá en el que se encontraban y se dirigió a su habitación.

'Que ingenuo es, otra persona ya hubiese robado cualquiera de estas cosas'. Pensó el pelinegro mientras miraba cada rincón de la sala de Soobin. 'Deberia usar hielo en el baño, se siente tan bien'.

Soobin regresó con las vendas y se sentó a un lado de el mayor. "Préstame tu manita".

Este suspiró y le extendió aquella parte del cuerpo. "Hablar con diminutivos no hará que la situación cambie".

"Eres demasiado gruñón con el doctor Soobin".

El contrario frunció las cejas al escuchar la oración. "¿Ahora te adjudicas una profesión que no tienes?".

"Tranquilo, solo estaba jugando". Comentó este entre risas.

"¿En qué momento deje de darte miedo?". Preguntó molesto.

Soobin lo pensó unos segundos y sonrió. "Tal vez cuando se te salieron unas lágrimas por el dolor".

"No sé de qué estás hablando, yo no lloro. No soy débil como tú". Contestó rápidamente.

Este volvió a sonreír y miró al contrario. "Nunca dije que lo fueras, solo me pareció tierno".

Mientras Yeonjun se quedaba callado, Soobin empezó a ponerle la venda en su mano.

Yeonjun sintió el toque delicado del menor con el que le estaba vendando la mano. Incluso el dolor había disminuido notoriamente.

"Ya está". Dijo Soobin sonriente.
"¿Mejor?".

"Tal vez un poco..". Respondió este desviando la mirada.

El contrario río levemente notando la dualidad de personalidad que tenía el mayor. "No están mis padres, ¿Tienes hambre?".

"Yo sabía que tanta amabilidad no iba a ser gratis". Yeonjun dijo mientras se desabrochaba los pantalones. "¿Tienes condones?".

"No no no no". Soobin se puso rojo y negó repetidas veces. "Hablo de comida de verdad, debes tener hambre, ¿No?".

"Ahhh". Este había entendido. "No necesito más de tu caridad".

"No es caridad, solo te estoy invitando una comida como disculpas de lo que hice".

"Bueno.. si tanto insistes, no tengo porque negarme". Este se sentó en la mesa de Soobin.

Restroom Boy [Yeonbin/Soojun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora