Recuerdo todos esos momentos antes de aquel día.
Después de llegar en medio de la madrugada, al despertar tú simplemente no reaccionabas. Me asusté mucho.
"Yeonjun". Me acerqué a ti, dejé varios besos por todo tu lindo rostro porque así te gustaba que te despertara. "Pastelito, es hora de despertar. Tienes clases, ¿Lo olvidas?".
Creo que no me dí cuenta de cuanto había avanzado la enfermedad cuando noté tus cambios físicos. La tonalidad rosa de tu cabello se había desvanecido, pero no como cuando el tinte se cae y las raíces oscuras comienzan a salir, era más un tono gris. Cuando te conocí ya eras un chico delgado, pero ahora incluso se te notaban los huesos de la cara y las costillas también sobresalían.
Te veías tan frágil. Como si fueras un muñeco hecho de porcelana, de esos que con cualquier golpecito se rompen en pedazos.
Te acerqué a mi cuerpo para rodearte con mis brazos. En ese momento abriste tus ojitos, me preguntaste ¿Por qué estás llorando? Ni siquiera me di cuenta cuando empecé hacerlo.
Antes eras tan energético, cuando me insultabas o me pedías que te cargara en mi espalda por mero capricho. Ahora tengo que ayudarte a caminar, porque tú solo eres físicamente incapaz de hacerlo.
Me costó mucho poder hacerlo, pero le conté a mis padres. Ambos ya te querían mucho, mi papá aún más. Ellos decidieron apoyarte con lo tuvieran, para que mínimo estuvieras en una sala de hospital decente, que te viera un doctor.
Él dijo que el alcohol que habías tomado había sido muy dañino para tu estado, que de por si solo ya era bastante malo.
Después de algunas horas de trámites y esas cosas, conseguimos una habitación solo para ti. Para que tuvieras tu privacidad y estuvieras cómodo dentro de lo cabe.
Ahora estabas conectado a todas esas máquinas.
"¡Somin!". Todos los días después de la universidad iba a visitarte. "Te extrañé".
Quería que no te sintieras solo. El hospital no es un lugar bonito, así que iba hacerte compañía.
Tal vez no es mucho, pero a veces te llevaba comida y nos poníamos a conversar.
"Arin sunbaenim me contó de su relación". Eras tan divertido.
"Conejito, por favor no vuelvas a recordarme mi oscuro pasado". Me dijiste fingiendo estar enojado, pero te veías tierno.
Yo solté una carcajada. "Ella me dijo que eras muy lindo al principio. Que le dabas flores, chocolates y peluches. Incluso que le escribías poemas de amor". A mí lo único que alcanzaste a escribir fueron muchos mensajes mientras estabas excitado pidiéndome fotos comprometedoras. "Me dijo que eras muy tímido. Que ella tuvo que pedirte un beso porque eras tan inocente como para hacerlo tú".
"Dios mio, Swan para o voy a terminar vomitando".
Todo pasó tan rápido.
Un día llegué después de una visita de tus amigos. Vaya sorpresa me lleve cuando te encontré leyendo una revista gay llamada "conejitos ardientes".
"No me culpes, tú estarías haciendo lo mismo".
Cerré la puerta con seguro, me acerqué a tu cama y me desabroché la camisa de botones que llevaba puesta. Solo estaba jugando.
"Hola, guapo". Tomé una de tus ya débiles manos e hice que acariciaras mi cuerpo. "¿Quieres jugar está noche?".
"Lo siento, mi amorcito". Me dijiste genuinamente triste. "El general ya no se para".
ESTÁS LEYENDO
Restroom Boy [Yeonbin/Soojun]
Fanfiction"¿Escuchaste que él vende su cuerpo en el baño de hombres?"