Muchos en la pandilla de la Tokyo Manji catalogan a Mitsuya, junto a Draken, como uno de los miembros ejemplo de la comisión de chicos. No solo porque por defecto deben tenerle respeto al ser el capitán de la segunda división, sino porque de todos los capitanes era el más centrado en lo que hacía.
Cuidaba de sus hermanas, tenía cerebro para lo doméstico, bueno peleando, atento con las damas, buen consejero, pero por sobretodo era un ser inteligente y decente.
Era el modelo a seguir de toda su división, por no decir de toda la pandilla.
Y era por ello que era de esperarse que él fuera el primero en notar los cambios que habían entre ciertas personas de la pandilla y que eran muy conocidos por todos.
Mitsuya fue el primero en ver los cambios en la actitud de Takemichi y Chifuyu.
Al principio no le tomó importancia, se veía a leguas que ambos se gustaban, así que realmente le parecía tierna la forma en la que los mismos se dirigían miradas discretas de vez en cuando como si fuese un pecado que se amaran en secreto, pero luego empezaron las conductas extrañas. Los celos desmesurados, los murmullos atolondrados y los nervios cada vez que alguien los veía, como si guardaran un secreto más allá que gustarse, y como Mitsuya no era tonto, inició su propia investigación.
Un día siguió a Chifuyu hasta su casa, notando como su rostro se ponía más rojo de la cuenta cuando entraba a la misma, lo que le pareció extraño, por lo que siendo discreto trepó hasta un árbol junto a la ventana de la habitación del rubio y lo que vió allí le dejó helado.
El escritorio del Matsuno estaba repleto de fotografía de Takemichi. En su uniforme de la Toman, saliendo con sus amigos, conversando con gente, haciendo las compras, pero lo que más inquietante le pareció fue la colección de fotos del rubio dormido o bañándose. Mitsuya se asustó al punto de creer que Takemichi estaba en peligro por el acoso del amante de los gatos.
La idea de advertirle sobre lo que estaba pasando le carcomía, sin embargo, no sabía si el contarlo traería consecuencias para Takemichi o incluso para él mismo, puesto que desconocía cual sería la reacción por parte de Chifuyu, no estaba seguro de si el mismo se sentiría amenazado porque alguien supiera su secreto, por lo que decidió callar y no contar nada al respecto de lo que vió ese día.
Aunque sin saberlo, había encendido las alarmas en la cabeza de cierto rubio teñido que ese día estaba siguiendo a Baji y se encontró con que Mitsuya estaba observando a Chifuyu.
Pero para su mala suerte, Takemichi no creía que Takashi estuviese observándolo porque sospechaba de él. El pensaba que Mitsuya lo observaba porque gustaba de Chifuyu, como si eso fuera lo más normal del mundo.
Bien.
Ahora Hanagaki debía encargarse de dos obstáculos en lugar de uno.
ESTÁS LEYENDO
Obsesión [Takefuyu ]
FanfictionÉl lo necesitaba, él lo ansiaba, ambos querían su tacto, era imperante tenerlo, y no se detendrán hasta conseguirlo.