Xie Lian es un chico tímido, callado y todo un erudito, Hua Cheng sólo ha oído hablar de él y ya esta cansado.
Un día Hua Cheng choca con ese chico, según era el mas tranquilo y ejemplo a seguir, pero... ¿Que había sido esa mirada?
Hua Cheng Bottom
...
⚠️⚠️🔞🔞Advertencia🔞🔞⚠️⚠️: escena llena de +18 y risas que rompen vejigas
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"¡Terminamos!"
El grito en conjunto dentro del salón hizo estremecer el lugar, Xie Lian suspiró aliviado, después de cinco días seguidos sin mucho descanso por fin lograron terminar los adornos y ahora solo era acomodarlos, los chicos de primer año de la facultad de ciencias políticas habían ido en su ayuda gracias a Hua Cheng.
"No puedo creer que realmente se haya logrado semejante vista, Xie-gege es sorprendente"
"Si, creo que será el mejor tema en años"
"Yo no tengo nada que ver, fue gracias al trabajo de todos que este lugar quedó tal y como estaba planeado" dijo Xie Lian con cansancio.
Aún faltaban sus trajes antiguos por ser terminados, sin embargo, ya solo quedaban algunos toques por ser mejorados, la sonrisa de satisfacción de todos dentro del lugar era lo que más alegraba a Xie Lian, pensar que una idea que hasta hace poco pensaba exagerada y sin futuro de ser llevada a cabo, ahora estaba frente a sus ojos y mejor de lo que su mente se imaginó.
"Gege felicidades, quedó estupendo el lugar" Hua Cheng le ofreció una bebida mientras admiraba el lugar.
"Gracias a ti lo logramos" sonrió ampliamente, "vayan a casa a descansar y yo termino de acomodar lo que falta" dijo mirando a los demás chicos.
Negaron en conjunto, querían apoyar hasta el final a Xie Lian, así que continuaron acomodando el lugar. Decir que Xie Lian estaba conmovido era poco. No había disfrutado tanto de estar rodeado de personas como ahora y sonrió mientras tomaba fotos con su celular.
"Gege está feliz" afirmó Hua Cheng rodeando la cintura del mayor con sus brazos desde su espalda.
"Es increíble, como una idea que creí imposible se pueda llevar a la realidad, por cierto, los trajes están listos, acompáñame a verlos y comemos en mi casa"
Hua Cheng sonrió y besó la nuca de Xie Lian: "me encanta la idea gege"
El atardecer ya pintaba el cielo en bellas tonalidades naranjas, rojas y rosas era una vista estupenda del infinito cielo. Ambos chicos caminaban tomados de la mano platicando, hablando de todo y nada a la vez, era cómodo para ambos incluso el alargado silencio que se hacía entre ellos.
