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—Solo tú puedes salvar a la princesa, Eclipse.

Yvonne puso algo antiguo frente a los ojos de Eclipse.

La luz azul se filtró gradualmente del pedazo roto que sostenía. Eclipse lo miró como si estuviera completamente poseído. El azul brillaba sobre su pupila grisácea.

—Pero la princesa te odia. Eres una persona lamentable y miserable. No eres más que un esclavo de un país derrotado.

Yvonne susurró su lavado de cerebro.

—Así que no confíes demasiado en ella. Es tan fría y arrogante que, si la pones de los nervios, puede enviarte de vuelta al mercado de esclavos o matarte .

—...

—¿Conoces los espantosos rumores sobre La princesa ¿cierto, Eclipse? Hoy, lo que te hizo lo prueba.

—...

—Soy el único en quien puedes confiar. Somos los únicos dos en el mundo. Estamos en el mismo barco.

—¿Por qué tú y yo estamos en la misma situación? Para mi Maestra, tienes que morir algún día.

Yvonne, que susurraba al oído de la otra persona con el cuerpo agarrado a los barrotes, se detuvo de repente.

Rara vez le abría su corazón, a pesar de que le habían mostrado docenas de veces el espejo de color azul.

Había pasado demasiado tiempo solo para sembrar odio por la princesa falsa que no lo ama.

A pesar de estar distraída por los artefactos, Yvonne cambió su rostro mientras miraba a Eclipse, quien mostraba una fuerte obsesión con Penélope.

'Necesito encontrar la pieza rápidamente.'

Todos los rastros de su apariencia inocente y angelical desaparecieron de su rostro.

Murmuró al final, recogiendo la pieza que había sacado con un rostro distorsionado como un demonio.

***

Yvonne llegó antes de lo esperado debido a una gran demora.

Mientras subía las escaleras, me escondí rápidamente detrás de la puerta al oír pasos. Y la vista que sucedió fue solo una maravilla y un horror.

Viendo todo lo que hacía la heroína, subí las escaleras con mi pecho frenético y sin aliento. Cuando finalmente salí del edificio, apenas reprimí un grito desgarrador.

—Era real.

Todas las cosas que vi en Soleil, no fueron una ilusión.

***

Corrí por el bosque con miedo, como si alguien me estuviera persiguiendo. Quizás la heroína se fijó en mí y vendrá detrás de mí con ese espejo de color azul.

Casi me caigo muchas veces mirando hacia atrás. Podía ver la enorme mansión brillantemente iluminada desde la distancia. No mucho después, salí del bosque y llegué a la mansión.

—Ja,ja.

Poco a poco volví a mis sentidos con la mansión bellamente iluminada a mi alrededor. En ese momento, la fuerza en mis piernas se fue y estaba a punto de colapsar.

Me las arreglé para agarrarme del árbol a mi lado y seguí respirando con dificultad. Mi corazón se fue calmando poco a poco.

Cuando el miedo desapareció hasta cierto punto, me di cuenta de que me había ido sin el disfraz. Rápidamente saqué el brazalete de mi bolsillo y me lo puse en la muñeca. Después de un rato, las joyas púrpuras brillaron.

Penélope²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora