Narra Stiles:
- Chucho pulgoso - hablo y Derek rueda los ojos cerrando el libro que tenía entre sus manos antes de fijar su mirada en mi - tu hijo y yo nos vamos al campo a practicar, tu procura no hacer un desastre en casa mientras no estamos.
- Voy con vosotros - propone y yo niego con mi cabeza - Stiles no empieces con tus juegos que no tengo ganas ahora mismo.
- El que no tiene ganas de aguantarte ahora mismo es tu hijo que sigue enfadado - informo antes de encogerme de hombros - además paso de que te pases todo el maldito camino repitiendo que tú eres más de básquet y que no sabes porque nos gusta este tipo de deportes.
- Prometo no volver a repetir esa frase - avisa y yo niego con mi cabeza de nuevo - no quiere aprender a transformarse tenía derecho de enfadarme y de intentar convencerlo de que no estaba tomando una buena decisión, no puedes culparme por eso.
- No te culpo, pero por eso te quedas cuidando la casa chucho pulgoso - comento antes de encogerme de hombros - por cierto, le dije a mi padre que me trajera las llaves del jeep por la tarde, es la única visita que esperamos, así que ya sabes lo que hacer.
- ¿Qué soy el perro guardián de la casa ahora o qué pasa? - reprocha y yo lo miro a los ojos - como me vuelvas a llamar chucho pulgoso te juro que Eli al final nos termina odiando a los dos por dejarlo traumado.
- Preferiría no haber escuchado eso - protesta el nombrado antes de salir de la casa y yo suspiro.
- Prepara una buena cena sourwolf o sino tu trasero acabará esta noche durmiendo en el sofá.
Narra Eli:
- No quiero decepcionarlo - susurro antes de lanzarle la pelota a mi padre y que él la cogiera - no quiero que se enfade si al final no puedo terminar por transformarme o no termino de controlar bien los poderes como hace él.
- Sourwolf nunca ha sido bueno demostrando sus sentimiento - contesta antes de lanzarme la pelota - pero eso no quita que sea tu padre y que te adore con todo su ser y por lo tanto creo que si al final terminas siendo el humano de la manada como yo, sabremos llevarlo bien con cualquier cosa que venga.
- Es que no quiero descontrolarme un día y tener que alejarnos de todo por miedo a que le haga daño a alguien - explico antes de suspirar cuando se me escapa la pelota - no quiero renunciar a la vida que tenemos aquí, no quiero alejarme del abuelo.
- Eli no tiene porque pasar eso - asegura antes de abrazarme - si hay un lobo interior en ti y algún día sale a la luz, vas a aprender a como controlarlo y a como evitar hacerle daño a las personas que quieres, te prometo que te enseñaremos, pero no tengas miedo de ello y reniegues de lo que puedas ser por eso.
- El otro día en el entrenamiento - comento antes de suspirar - no sé que pasó pero cuando me quise dar cuenta ya tenía las garras marcadas en la pelota y miraba a mis compañeros sin saber que hacer o como ocultarlo.