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Hanni estaba sentada en su usual asiento, escuchando algo de música con sus audífonos mientras esperaba al profesor.

Pero en medio de su tranquilidad, la figura de su mejor amiga apareció, tenía la sonrisa más grande que alguna vez haya mostrado y la energía con la que corrió a hanni, era increíble.

— ¡Hanni! — llamó danielle tumbandose encima de su amiga, hanni rogó por oxígeno pues la menor la estaba literalmente asfixiando — Hanni, no vas a creer lo que pasó, ni siquiera yo termino de creerlo y es que por dios, soy la chica más feliz del mundo, por favor pellizcarme para confirmar que ésto no es un sueño.

De inmediato, danielle sintió como era pellizcada con fuerza.

— ¡No hablaba en serio idiota! — exclamó la australiana sobando la zona herida, pero rápidamente cambió su actitud a la alegre danielle — No es un sueño, no es un sueño.

— Bueno ya comprendí que no es un sueño dani, ahora ¿hablarás o no? — aunque hanni no lo demostrara, estaba muy intrigada por el entusiasmo de su mejor amiga.

Danielle sonrió como una tonta antes de decir — Ella me sonrió hanni, me sonrió y luego me saludó y estoy segura de que fue a mí, porque si no es así, mátame porque no aguantaría la vergüenza.

Hanni tardó un momento en procesar la información, pero en el instante que comprendió, fue imposible no sorprenderse.

— Te saludó — repitió para confirmar sus palabras, luego abrió sus ojos con fuerza y tomó a danielle por lo hombros — ¡¿Kang Haerin te saludó?!

Danielle asintió con velocidad, confirmando a hanni que esto de verdad, no era un sueño.

— Dani, esto es un gran avance, ¿te das cuenta de que haerin nunca sería capaz de dar los primeros pasos con alguien? — hanni sonreía contagiando ese orgullo y alegría a danielle — Pero sorpresivamente ella los está dando contigo, esto podría significar algo grande danielle, algo grande. Sé que nunca te lo digo directamente, pero estoy muy feliz por ti, me alegra que por fin hayas encontrado a alguien para enamorarte, me gusta verte dando lo mejor de ti y que estés siendo correspondida — Hanni iba a seguir hablando, pero los ojos cristalinos de su amiga, la hicieron suspirar y reír ligeramente — No llores danielle.

— Es que, se siente tan irreal, me estoy ilusionando demasiado, la amo hanni, estoy tan enamorada de haerin — confesó danielle con una voz suave, ligeramente quebrada por las lágrimas, pero se sentía bien, ya que esas lágrimas no eran de tristeza.

— Cuando le cuente a minji se alegrará mucho por ti — aseguró hanni abrazando a su amiga, ambas rieron sin razón alguna, tan sólo estaban felices y eso las hacía reír.

Tuvieron la clase con normalidad, algunas distracciones por parte de danielle, que se detenía a pensar en lo sucedido con haerin una y otra vez, así hasta que llegó la hora del receso.

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Como de costumbre, el receso era ruidoso y había estudiantes por todos lados, en una mesa algo alejada del resto, estaba sentada kim minji mirando con sospecha a sus dos amigas.

— ¿Que se traen ustedes dos? — preguntó alerta, mirando a las chicas con los ojos entrecerrados, buscando alguna señal de estar tramando algo.

— ¿A qué te refieres? no sé de qué estás hablando — respondió hanni igual de confundida que danielle.

— ¿No les duele el rostro de tanto sonreír? llevan riendo y chillando desde que se sentaron, se miran y luego ríen — explicó minji con duda, dándole un sorbo a su muy usual jugo de uva — Me siento excluida.

Ambas chicas rieron por las palabras de minji, eso sólo la hizo fruncir el ceño y caer más en la duda de qué es lo que pasaba.

— Sobre eso, tenemos buenas noticias minji — habló hanni con una sonrisa pícara en el rostro, eso asustó a minji, pero antes de que pudiera contestar hanni volvió a abrir la boca — Hoy por la mañana, haerin saludó a danielle.

Minji abrió sus ojos con fuerza, comenzando a ahogarse con su jugo, luego de que se calmara volvió en sí mirando sorprendida a danielle.

— ¿Están hablando en serio? porque si ésto es una broma juro que voy a matarlas — minji parecía muy segura de sus palabras, danielle y hanni no pudieron evitar tragar saliva con algo de miedo.

— Sé que es difícil de creer, pero lo que hanni dijo es cierto, hoy por la mañana haerin y yo cruzamos miradas y por unos segundos pensé en bajarla, pero antes de que yo pudiese reaccionar ella me sonrió y luego me saludó, no se acercó a mi ya que estábamos a unos metros de distancia, pero me estaba sonriendo y saludando al mismo tiempo, tan hermosa — explicó danielle cubriendo su rostro sonrojado, estaba inquieta, hanni podía sentir las continuas pataditas que daba danielle en su poderosa energía, parecía una niña, una bastante feliz.

Satisfecha, minji sonrió al escuchar eso, pero era una sonrisa extraña, como si estuviera demostrando orgullo.

— Entonces sí lo hizo — murmuró para sí misma, pero desgraciadamente las otras chicas la escucharon.

— ¿Eh? — danielle estaba confundida.

— Yo le dije a haerin que te saludara, quiero que sepas que aunque yo se lo haya aconsejado, el acto vino de ella, sabemos que haerin no se atrevería ni siquiera a ver a los ojos a alguien, así que si ella dió ese paso fue por su voluntad — explicó minji.

— ¿Quieres decir que ya le has hablado de mi? — preguntó danielle curiosa, muy desesperada y emocionada.

Minji asintió con tranquilidad, danielle gritó agudamente para luego cubrir su boca pues todos la estaban mirando.

La emoción de danielle era inexplicable, su estómago comenzó a sentir las energéticas mariposas revolotear por todo su cuerpo. Su sonrisa era estúpidamente alegre y boba pues aunque quisiera, no podía hacerla desaparecer, soltaba pequeñas risas de timidez y sus dedos jugaban entre sí buscando calmarla de lo que probablemente terminaría en un paro cardíaco.

— Dani, debes calmarte o terminarás convulsionando en medio de la cafetería — dijo hanni haciéndola reaccionar, por un momento había olvidado que estaban en la escuela, suspiró intentando calmarse.

— Es el mejor día de mi vida, nunca había recibido tantas buenas noticias en sólo cuatro horas — decía danielle con mucha energía, y en sus manos apretaba el pañuelo de haerin , su amada.

Entonces, de entre la multitud hanni pudo divisar a haerin entrando a la cafetería, en cuestión de segundos ya estaba golpeando el brazo de danielle para que la viera.

Cuando danielle volteó su mirada en dirección a la gatita, se encontró con que ella ya la estaba mirando, se tensó por los nervios al ver qué haerin volvía a sonreírle con sinceridad. Hanni y minji también la saludaron y con ello a hyein también, quien estaba acompañado a haerin.

— ¡Vengan a comer con nosotras! — propuso hanni amablemente, eso sólo hizo sentir más nerviosa a dani que sólo podía sonreír bobamente ante la hermosa sonrisa de su gatita.

Y sintió su corazón palpitar con fuerza cuando vió que haerin junto a su amiga, se dirigían a ellas.

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