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CAPÍTULO UNO
PARTIDO DE LACROSSE

CAPÍTULO UNOPARTIDO DE LACROSSE

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SICILIA, ITALIA
JULIO 15, 2012

SI NO FUERA POR QUE ESTOY apunto de dar a luz, la dannato de la enfermera y el doctor que tengo entre las piernas ya tendrían una flecha en medio de la frente.

En estos momentos decaería ser una maldita mujer lobo.

—¡Donna, quasi arrivato!—me decía el doctor.

—¡Dannazione!—maldecía mientras pujaba por milésima vez en 5 horas.

—Adrik está apunto de salir.—me decía la enfermera, mientras limpiaba el sudor que caía por mi frente.

Giré mi cabeza hacia mi madre, que estaba sentada no tan lejos de mi, con las manos juntas y murmuraba una oración en italiano; y mi hermana menor que estaba de pie aún lado de la cama.

Llegó un punto en que el dolor aumentó, pero tan pronto como apareció, se desvaneció. Minutos después, los llantos de un bebé, los sollozos de mi madre, el chillido de mi sorella y mi respiración agitada eran lo único que se escucha en la sala.

 Minutos después, los llantos de un bebé, los sollozos de mi madre, el chillido de mi sorella y mi respiración agitada eran lo único que se escucha en la sala

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BEACON HILLS, CALIFORNIA
2019

—¡Adrik! ¡Eli!—llame a ambos menores desde las escaleras.

—Ya vamos mamma.—respondió mi hijo mientras se acercaba a las escaleras.

—Si tía, deja de gritar.—dijo Eli, hijo de Derek, detrás de mi hijo.

—A ambos se les está haciendo tarde para su gioco.—les recordé, haciendo que ambos menores bajaran, o al menos lo intentaran, rápidamente.—¡Non correre!

Tome mi bolsa junto a las llaves de la casa y del auto, y salí detrás de esos dos diablillos. Terminó por rebasarlos y les abrí la puertas trasera del auto.

𝐖𝐇𝐄𝐑𝐄 𝐃𝐈𝐃 𝐈𝐓 𝐆𝐎 | ⁱˢᵃᵃᶜ ˡᵃʰᵉʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora