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CAPÍTULO DOS
TRABAJO

CAPÍTULO DOSTRABAJO

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ESTÁBAMOS DE CAMINO AL hospital cuando, por el retrovisor, pude ver a mi hijo pensativo. Como si quiera decir algo pero le diera miedo. No quise presionarlo; si tenía que decirme algo, lo hará cuando él esté listo.

Mamma...

Dime.

—¿Te puedo preguntar algo?—me dijo, mientras se removía nervioso en el asiento de atrás.

Oh, oh. ¿Será que quiera saber lo que me he temido desde que comenzó a hablar? Adrik no sabía mucho de Isaac. Aúnque Emma y yo le habíamos enseñado fotos y le habíamos contado algunas cosas, nunca se había atrevido a preguntar: ¿Donde está papà?

Los primeros años, la mayoría de las noches daba vueltas en la cama pensando en lui. En como sería si le hubiera dicho a Isaac que iba a tener un figlio. ¿Se hubiera quedó? Al final, lo dejé ir sin decirle, en ese entonces, que estaba incinta.

Pero creo que es hora de decirle y explicarle, aunque omitiendo la parte donde Isaac no sabía que estaba embarazada y se fue a Francia sin saberlo.

—Claro, tesoro.—le sonreí, tratando de controlar mi nerviosismo.

—¿Prometes que no te vas a enojar?

Lo prometto.

Adrik tomó una postura recta, soltó un suspiro tembloroso y dijo:

—¿Cuando me enseñarás a usar el arco?—pregunto.

No había dado cuenta de que estaba sujetando el volante con tanta fuerza hasta que me relaje. Adrik sabía un poco de las cosas sobrenaturales que sucedían en Beacon Hills, con 'un poco' me refiero a sus únicos dos encuentros.

En una ocasión, Derek estaba cuidando a mi hijo y los dejó a él y a Eli jugando en la sala cuando unos coyotes entraron a su casa y Derek se transformó para ahuyentarlos. Fue el primer contacto de ambos con el mundo sobrenatural. El segundo ocurrió en nuestra casa cuando Adrik tenía 6años.

Mi figlio se encontraba viendo la televisión cuando un hombre lobo irrumpió en nuestra casa. Según lo qué él recuerda, me vio dispararle flechas y como el hombre salía de nuestra casa con una flecha clavada en el hombro y otra en la pierna.

Adrik sigue diciendo que eso fue 'genial' y que quería aprender. Aunque a su edad ya había disparado mi primera flecha, aún no le he ensañado, ya que no se si es o no un hombre lobo, como su padre.

𝐖𝐇𝐄𝐑𝐄 𝐃𝐈𝐃 𝐈𝐓 𝐆𝐎 | ⁱˢᵃᵃᶜ ˡᵃʰᵉʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora