-Nada -nos miramos a los ojos y sonreí- estoy bien -le vi con su mano y fui a dónde él cuando se la cogí e intentó quitarla- cabezón -la quité y suspiró fuerte- ¿te duele?
-Igual -respondió- es constante -le miro- me recuerda a que estoy vivo, que debería vivir Tendré ocasión de matarlo -sonreí- y lo haré
-El río se llenaría de barcos -me miró- daneses y norteños Solo tienes que ser listo -nos miramos a los ojos- y paciente
-¿Paciente? -volvió a preguntar y reí cuando me miró.
-Siempre hay sangre que derramar
Nos miramos a los ojos y le di un beso cuando me cogió tumbandome en el sofá boca arriba poniéndose encima mío poniendo mis manos en su cuello cuando su lengua entró en mi boca haciendo que ambos sonrieramos
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Estaba sentada con mi camisa y el pantalón cuando bebí de mi vaso mientras le clavaban los cablos a el sacerdote y gritaba
-No entiendo este método de matar -respondió Sigefrid y solté una pequeña risa mirándole.
-Que le corten la cabeza y terminen de una vez -respondió Erik.
-No, no -volvió a responder Sigefrid- no, no Quiero saber como
-La cruz mata lentamente -miro a el sacerdote- tarda días Es tanto tortura como ejecución, a diferencia de sajones y daneses los romanos eran listos
-Hay tienes tú respuesta -nos miramos a los ojos y sonreí mirándole- cortale la cabeza
-Señor -le miro- es Uhtred
Miramos y venían cuando me levanté yendo a dónde Sigefrid y Erik
Me miraron y saludé con la cabeza
-Uhtred Ragnarsson -respondió Sigefrid- el futuro rey de mercia Bienvenido a Lunden, tú nuevo hogar si lo quieres
-Sigefrid -se acercó y le siguieron los demás- pensé que aún querías matarme
-Así fue durante mucho tiempo -volvió a responder Sigefrid- pero le cogí cariño a mi nueva mano Aunque he de tener cuidado cuando me limpio el culo
Nos miramos a los ojos y volteo los ojos sonriendo
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-Me alegro de verte aquí Uhtred -respondió Erik- aunque no conozco a tus amigos
-Este es Aethelred -le miro- de Mercia
-Señor -volvió a responder Erik- mis espias me han dicho que os vais a casar con la hija de Alfred
-Vuestros espias se equivocan -le miro- ya me he casado con la hija de Alfred
-¿Que tal cabalga? -preguntó Sigefrid.
-No tengo queja -respondió Aethelred.
-Uhtred -respondió Erik- ¿que hace él aquí?
-Vengo a preguntaros vuestro precio -volvió a responder Aethelred- por dejar Lunden
-Pero si acabamos de llegar -respondió Erik- ¿por que íbamos a querer irnos?
Sonreí
-Sois guerreros -respondió Aethelred- sabréis que es imposible defender Lunden así que acabemos con esto
-¿Es una amenaza? -volvió a preguntar Sigefrid.
-Vuestro precio -volvió a responder Aethelred.
-Parece una amenaza -respondió Sigefrid.
-Os pido que os retireis por un precio -respondió Aethelred- por plata
-Carne -volvió a responder Erik y crucé los brazos- es nuestro precio Vuestra esposa Aethelflaed, es muy bella e inteligente Necesito una esposa
-Yo ya estoy más que servido -miro a Sigefrid y él me miró cuando sonreí y Finan le miró.
-Es mi esposa -volvió a responder Aethelred.
-Aethelred -respondió Uhtred- están bromeado Tal vez podamos empezar con una jarra de cerveza
