Capítulo 2 - Rojo zorra y rojo pasión.

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Apenas lo vi aparecer capturé sus labios en un apasionado beso. Al pillarlo por sorpresa abrió la boca lo bastante como para que mi lengua cambiara de cavidad y todo se volviera más intenso. Sus manos aprisionaron mi cintura por lo que yo posicioné mis manos en su cabello. Comenzamos a caminar a lo largo de la habitación hasta que llegamos a dar al gran sofá de tres cuerpos. Nos separamos por un momento para tomar aire.

─No creo que esté bien que hagamos esto­ ─dijo Jason jadeando, tratando de enderezarse.

─ ¿Tú crees? ─me acerqué más a él. ─ No dijiste eso la vez pasada.

─La vez pasada, fue la vez pasada. Pero ahora de verdad no creo que esté bien. Melody podría llegar en cualquier momento.

─No mientas. Ella está en pilates, tenemos dos horas y unos cuantos minutos. Si no quieres estar conmigo, sé hombre y dilo ─tomó mi cintura y me apegó más a él.

─Seamos sinceros Piper, tú eres la que no quiere estar conmigo. Tú eres la que no quiere llegar a más ─ comenzó con una leve caricia en la mejilla, para luego posar sus dedos en mi barbilla por lo que no podría evitar su mirada. ─Usaremos protección, si es lo que te inquieta.

─No, no es eso.

─Bueno, si es tu primera vez... Tendré cuidado, lo prometo.

─Jason, yo no creo que debamos hacerlo. Es demasiado precipitado.

─Piper, llevamos dos meses y medio. He esperado lo suficiente. No estoy seguro de poder esperar más. ¿Sabes lo difícil que es para un hombre vivir en abstinencia?

─Oh, por favor. Hasta yo sé que te has estado metiendo con otra.

─Tengo mis razones y no te debo explicaciones ─no se molestó en negarlo.

─ ¿Ah no? Jason. Soy tu novia. No puedes engañarme.

─No más ─ lo observé con ojos como platos. ─ Mira Piper, yo de verdad que te quiero mucho, pero siento que esto no da para más. No tenemos los mismos intereses.

─Jason, yo...

─Jason nada. Estoy terminando contigo y es definitivo ─ tomé su rostro entre mis manos.

─Jason... Jason... por favor... yo... ─digo en tono de súplica.

─ ¿Por favor qué, Señorita...? ¿Cuál es su nombre? ─Abro los ojos. (Ni siquiera me había percatado de que los tenía cerrados.) Un hombre con traje, lentes cuadrados de marco grueso, pelo canoso y de mucha altura, está observándome con lo que parece una mirada seria. (¡Oh no! Problemas)

─mmmh... mi nombre es Piper, Piper DeBane ─trago saliva sonoramente. Todos en la clase se hallan mirándome.

─Bueno, señorita Piper, Piper DeBane quiero decirle unas cuantas cosas, y esto va para todos─ se detiene a observar a cada uno de los alumnos presentes en el salón. ─ Primero; mi nombre es Jack Howard y se deben referir a mí como maestro Jack. Segundo; en mi clase todos prestan atención, sino lo hacen reprobarán la asignatura y bueno... ni ustedes ni yo queremos eso. Tercero; como es el primer día se lo perdonaré a usted, señorita DeBane y solo a usted, por lo tanto, alumno que vea que no presta atención se va de esta clase, ya que no parece ser de su interés. ¿Entendido?

─Sí... ─respondemos todos al unísono.

─ ¿Sí, qué?

─Sí, maestro Jack.

─Muy bien. Ahora pasaremos a revisar lo que...─un timbre suena. El profesor suspira. ─ De la que se han salvado... Nos veremos mañana. ─ Guardo mis cosas en mi bolso, al igual que todos, y salgo del salón. Suspiro. Eso ha sido algo duro, pero... he sobrevivido a la primera clase. Espero estar viva hasta el final del día.

Él robó mi mano, mi libertad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora